Marcelo Macellari C.
La madrugada del sábado 26 de abril de 1986, los ingenieros de la central de Chernobyl (en la actual Ucrania) realizaban unas pruebas para evaluar la capacidad de refrigeración de los reactores en caso de producirse un apagón eléctrico.
Pero algo falló y el hidrógeno acumulado en el interior explosionó, dejando el núcleo del reactor al descubierto.
La OMS fijó en unas 4 mil las personas que, desde entonces, han muerto de manera prematura por diferentes tipos de enfermedades vinculadas a las dosis recibidas.
Sobre el accidente producido hace ahora 33 años, pero también sobre las personas que dieron su vida por salvar a Europa de un inimaginable desastre, trata la miniserie "Chernobyl", dirigida por Johan Renck ("Breaking bad"), que HBO estrena hoy a las 21 horas. La crítica ha elogiado esta impactante producción de cinco episodios que recrean la historia de una de las peores catástrofes generadas por el hombre, sobre la cual aún existe mucha desinformación.
La historia se centra en tres personajes: Valery Legasov (Jared Harris, "Mad men"), director del Instituto Kurchatov de Energía Atómica y jefe de la comisión que investigó las causas del accidente; Boris Shcherbina (Stellan Skarsgård, "Mamma mia!"), el ministro de energía de la URSS; y el personaje ficticio Ulana Khomyuk (Emily Watson, "Hilary & Jackie"), una física nuclear dispuesta a resolver el misterio de qué causó el desastre nuclear más grave hasta entonces, hoy sólo comparable con el acontecido en Fukushima.
Historia
Creada por el productor y guionista Craig Mazin ("¿Qué pasó ayer?"), la serie arranca en la fatídica noche del accidente y analiza las horas inmediatamente posteriores, así como los primeros días que siguieron a la catástrofe. Se cometieron errores en la gestión de gran gravedad, como fue el hecho de no evacuar inmediatamente a la población ni protegerla del enemigo invisible que contaminó sus vidas para siempre. Tampoco el jefe de los operarios de la central parecía calificado para entender la trascendencia de una explosión que el gabinete de crisis concluyó que se debía mantener en secreto.
Pero el daño era irreversible y la sombra de la muerte, demasiado alargada. Miles de funcionarios, entre los que se contaban bomberos, científicos, militares, trabajadores e ingenieros nucleares, se expusieron a altos niveles de radiactividad en una carrera contrarreloj para mitigar los efectos del devastador accidente. Asimismo, las cerca de 50.000 personas que residían en Pripyat, a 3 kilómetros de la central, quedaron desprotegidas durante las 36 horas que transcurrieron hasta su evacuación. La ciudad es hoy una región fantasma reconquistada por la maleza y por los denominados turistas del horror.
Mazin, que lleva cinco años investigando sobre la catástrofe de Chernobyl, reconoce que "Chernobyl habla sobre lo que ocurre cuando las personas eligen ignorar la verdad para celebrar una gran mentira", dijo en una entrevista concedida a Deadline. El guionista también alerta de que "hoy en día existe una especie de guerra global contra la verdad y esta serie es la historia de lo que sucede cuando sigues por este camino".
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