Largo drama de mujer: la asaltaron y más encima no puede vender su casa
A María Leyton le robaron más de 4 millones afuera de la notaría donde se concretó la venta de su propiedad, que ahora figura con orden de no innovar.
La mala suerte parece perseguir a María Cecilia Leyton Ramos, pensionada, quien hace 23 años y medio sufrió el asalto y robo del dinero de la venta de su casa, a la salida de la notaría en donde se realizó la transacción.
La adulta mayor, de 72 años, recuerda que aquel 18 de diciembre de 1995 fueron dos los sujetos que, coludidos con el matrimonio que compró su vivienda, le arrebataron los cuatro millones y medio de pesos, a la salida de la notaría en donde se concretó la compra del inmueble. Hoy no recuerda los nombres de quienes le provocaron perjuicios, cuyas consecuencias continúan hasta el día de hoy.
Largo drama
Luego del asalto, María cambió de planes y continuó viviendo en su casa, ubicada en la población Viuda 9, en Llolleo Alto, la cual adquirió en 1985, a través del Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu). Pero en 2010 decidió arrendarla a su actual arrendataria, según contó. Sin embargo, después de tantos años, lo único que anhela María es venderla para poder comprarse un sitio e instalar "aunque sea una mediagua", dijo.
Sin embargo, no ha podido hacerlo, porque existe la prohibición legal de venderla, a raíz de la orden de no innovar que dictó el tribunal, respecto de la inscripción de su propiedad. La anciana señaló que en algún momento le explicaron que esto se hizo para evitar que los falsos compradores, que alcanzaron a comprar su casa, la inscribieran a nombre de terceros. "¿Por qué no la puedo vender si es mi casa? (…) Con todo lo que pasó ya no quiero vivir ahí", expresó María, considerando a la cantidad de años que han pasado desde el asalto.
Incendio
"Esto me ha traído tanto sufrimiento, está acabando con mi vida, porque soy una persona diabética e hipertensa", contó, visiblemente afectada, la vecina, quien, además, padece artrosis (camina con un bastón) y glaucoma (ha ido perdiendo la vista gradualmente). Por si fuera poco, hace pocas semanas la vivienda que habitaba con una de sus hijas y el hijo de ésta, en la población Juan Aspeé, se incendió.
La situación de esta adulta mayor se ve agravada por la pensión que recibe de apenas $100.000 mensuales, y por el supuesto retraso en el pago del arriendo de su casa, por parte de su arrendataria. Y la única ayuda económica que tiene es de la hija con la que vive, según afirmó.
Hoy María Leyton espera que a través de esta denuncia pública, se puedan agilizar los trámites necesarios que permitan vender, nuevamente, su propiedad.
A la espera
Cristian Núñez, oficial primero del Conservador de Bienes Raíces de San Antonio, explicó que en 1996 llegó un oficio donde se le ordenaba al conservador de la época, de acuerdo a la causa rol 61.155 del Primer Juzgado Civil de San Antonio, no innovar respecto a la inscripción de la propiedad de María Leyton.
Por lo mismo, es la afectada quien debe solicitar al mismo tribunal que deje sin efecto dicha orden y el alzamiento de las prohibiciones para que pueda proceder, posteriormente, a vender su casa.
Consultado al respecto, el abogado Claudio Silva, quien asesora legalmente a María Leyton, aseguró que luego de ser detenidos, condenados y haber estado en la cárcel de San Antonio, los asaltantes de la anciana salieron libres y se fueron al sur. Allá volvieron a delinquir, siendo detenidos y juzgados nuevamente.
Entonces, del Primer Juzgado de Letras de Concepción pidieron que se remitiera el expediente radicado en el Segundo Juzgado de Letras de San Antonio a dicha ciudad. Dicho expediente quedó en la causa 744, año 1995, tomo XLV. El juez de ese entonces, durante la tramitación de la causa, dictó orden de no innovar, es decir, prohibición de celebrar actos y contratos en contra de los implicados, respecto del bien inmueble que María Leyton alcanzó a vender al matrimonio que se concertó para robarle el dinero que le habían pagado por dicha propiedad. Ello, con el fin de que éstos no pudieran traspasar el bien inmueble a un tercero.
Mala suerte
Hace tres años (2016) se solicitó el desarchivo de la causa de María Leyton, pero sólo se encontró una parte del tomo en donde estaba el expediente con su caso. De acuerdo a lo que le informaron al abogado Silva, las bodegas en donde se guardaban los expedientes, se inundaron luego del terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010, perdiéndose valiosa documentación legal.
En 2017 el abogado Oscar Avilés -fallecido el año pasado y quien fue quien tomó la causa de María Leyton en un principio- solicitó el alzamiento de la orden de no innovar en contra del bien inmueble. Sin embargo, para ello era necesario reconstituir el expediente del caso, lo cual se hizo, posteriormente, a través de la Secretaría del Primer Juzgado de Letras de Concepción.
Respuesta no llega
Hoy, el abogado Silva se encuentra a la espera de una respuesta de dicho tribunal. Además, destacó que el hecho de encontrarse la víctima en San Antonio y su causa, en Concepción, ha dificultado la solución de su caso. A ello se suma la precaria situación económica de la afectada, por lo que tampoco se ha podido contratar a un abogado de turno que vea su causa en Concepción. Y, como el asalto a María Leyton ocurrió en 1995, antes de la entrada en vigencia de la reforma procesal penal, la causa no está en el actual sistema y, por lo tanto, debe tramitarse como se hacía antiguamente.
"¿Por qué no la puedo vender si es mi casa? (…) Con todo lo que pasó ya no quiero vivir ahí",
María Leyton
"Esto me ha traído tanto sufrimiento, está acabando con mi vida, porque soy una persona diabética e hipertensa",
María Leyton