La dirigenta que se la juega por los derechos de los pueblos originarios
Ana Pinto es una aguerrida luchadora por la educación de los pueblos originarios. Esta es su historia.
Utilizando la tradicional vestimenta de mujer mapuche, Ana Pinto se muestra jovial y orgullosa a la hora de hablar sobre sus raíces precolombinas. Para ella, el factor fundamental que permitirá que el pueblo mapuche prospere y salga de la pobreza en Chile es la educación.
Una consigna que se ha encargado siempre de manifestar a la hora de luchar aguerridamente por los derechos de los pueblos originarios en la provincia de San Antonio.
Actualmente, es presidenta de la asociación indígena "Rayén Mapu Cariman" y de la comunidad indígena "Cariman Pinto Guerra", además de ser directora del diario "El Espectador" y dirigente provincial y regional de las comunidades mapuches.
Uno de sus grandes méritos, según consigna, es el haber conseguido becas de residencia para los jóvenes de la provincia de San Antonio, un logró que, de acuerdo a sus palabras, se pudo llevar a cabo con mucho trabajo y esfuerzo.
"Soy una convencida de que en la medida de que el pueblo mapuche y los pueblos originarios tengan educación, vamos a salir de la pobreza. En 10 años, o en una década, vamos a estar haciendo las leyes y no vamos a estar pidiendo que nos hagan favores. Creo que la educación es vital para los jóvenes", enfatiza firmemente la mujer a la hora de conversar sobre sus convicciones.
Pinto destaca que muchas de las actividades que desarrolla en la provincia sanantonina tienen que ver con el respeto y cuidado a la tierra.
"La palabra mapuche significa gente de tierra. Sin la tierra, el mapuche no puede ser un pueblo. Para nosotros, la tierra representa nuestra madre, porque nos entrega todo y tiene un valor muy simbólico. En la concepción chilena, existe un cierto estereotipo respecto al mapuche, ya que se le considera una persona floja porque no usufructúa la tierra. Cómo vamos explotar a nuestra propia madre. Nosotros plantamos la tierra y la cuidamos, que es distinto a usufructuar", relata.
-Hace poco el Gobierno realizó una Consulta Indígena que fue rechazada en su totalidad. ¿Podría explicarnos cuál es la razón de esa decisión y los puntos planteados?
-Nosotros participamos en el rechazo de esta Consulta Indígena propuesta por el Gobierno, porque consideramos, junto a otras agrupaciones, que al final el Estado no quiso escuchar a los dirigentes en esta consulta.
-¿Por qué lo dice?
-No es un misterio que hay un cambio climático que está afectando el planeta. No es una quimera. Hay unas tierras que son clasificadas como tierras indígenas de acuerdo a la ley. Esas tierras tienen títulos de merced, por las cuales no se pueden vender. Aquí en Chile hay dos pueblos que tienen estos beneficios, los Rapa Nui y los mapuches. Entonces, la propuesta del Estado es que quiere cambiar la legislación, diciendo que el pueblo mapuche puede realizar una sociedad con el huinca para así poder venderlas. Esto representa una total contradicción a nuestra lucha, puesto que eso significa también usufructuar.
-¿Qué otro punto se rechazó?
- Por ejemplo, quieren reducir el número de integrantes en las comunidades indígenas. Me explico, la Ley Indígena expone que para que una agrupación tenga personalidad jurídica debe estar conformada por 20 personas, sin embargo, la reforma busca reducir ese número a dos. Esa es una manera de quebrar al pueblo mapuche, puesto que los reduce y segrega. En otras palabras, la modificación busca matar a las comunidades.
-¿Y cuáles son los verdaderos cambios que se buscan?
-Una cosa que hemos solicitado mucho al Gobierno es que se implemente la educación intercultural como un ramo obligatorio. Tenemos hoy en día reformas en donde ponen como materia obligatoria el inglés y otros idiomas. Por qué no implementar también clases para enseñar a las personas sobre la cultura, el lenguaje y las costumbres de los pueblos originarios. Si dicen que Chile es un país intercultural, creo que es lógico hacer eso.
-Y siempre ligado al ámbito de la educación...
-¡Por supuesto! La educación es lo que permite el dialogo, ya que eso es lo que necesitamos todos. No solo los pueblos originarios, sino también nuestro país. Sin el dialogo y la educación, estamos destinados a desparecer como país y como seres vivos.
José Salgado Nuñez
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