El Litoral Central tiene su propio referente en el mundo del surf
Carlos Pacheco es diseñador gráfico de profesión y activo dirigente ambiental y portuario. Sin embargo, su vida está marcada por su otra pasión: el surf. Ya son 30 años que este llolleíno recorre las playas de la provincia de San Antonio buscando las mejores olas para desempeñar este deporte que cada día tiene más arraigo en la zona.
Cuando Carlos Pacheco está en la playa es fácil saberlo. Estacionado frente al mar, su furgón marca Mitsubishi modelo Délica destaca con los sellos de su emprendimiento, Surf al Fin del Mundo. En este vehículo, compañero de tantas batallas, guarda sus juguetes más preciados, tablas y trajes que ahora comparten su lugar con su mujer, sus niños pequeños y su querida perra Olivia.
"Soy surfista del Litoral Central. Soy parte de la historia del surf de la Quinta Región. Cuando empecé este deporte no era masivo. Corría el año 1989 y me inicié en el bodyboard, que era más accesible. Recorríamos el litoral, como decimos nosotros a la antigua, solo con nuestras tablas bajo el brazo y partíamos a la fe. Entonces no habían reportes de olas y había que ir no más. Esa práctica te da más capacidad para identificar las mejores playas, te va mejorando el ojo y la intuición. El que aprende a surfear en el Litoral Central, se puede meter en cualquier playa de Chile", concluye con orgullo este surfista local.
Según Carlos, las playas de la provincia de San Antonio tienen todas las variedades de olas existentes en el país. "Hay olas de fondo de roca como ocurre en Algarrobo. También hay de fondo de arena como puedes encontrar desde San Sebastián hasta Santo Domingo. Hay olas que van para la izquierda y otras para la derecha. Nuestro mar es bravo, hay mucha corriente y se requiere envergadura física para desplazarse entre las olas, que salen de cualquier lado. Cuando hay marejada encuentras buenas olas en Algarrobo, no así en Santo Domingo. Lo bueno que en nuestro litoral siempre hay un lugar para practicar el deporte. Cada playa tiene su encanto y representa un desafío", comenta.
Carlos nació en San Antonio, pero a los pocos años su familia se fue a Santiago. Sin embargo siempre volvió a la zona porque su abuelo, José Contreras, quien era marino, llegó a la ciudad destinado al Faro Panul. "Mis abuelos me llevaban mucho a la playa y gracias a ellos me inculcaron el amor al mar. Actualmente trabajo en los barcos y siempre he estado conectado con la realidad marina. Me metí al surf cuando un amigo chileno-australiano, Emilio Pérez, me invitó a trabajar en la reparación de tablas de surf y así obtuve mi primera tabla. Desde entonces nunca he dejado de meterme al mar", explica.
Cuando Carlos estaba en Santiago, siempre quiso volver a la playa. En esa época el surf estaba creciendo y se abrieron las primeras tiendas con equipamiento para surfistas en la capital. "Un amigo mío, que luego se radicó en Australia, abrió la primera tienda de surf en Chile. Yo lo conocía cuando vendía sus cosas en su casa. Ahí empecé a conocer a más gente que le interesaba el surf y todos venían al Litoral Central porque es la playa más cerca de Santiago. La verdad es que nuestras costas fueron un semillero para mucha gente porque era más fácil que ir a Pichilemu. El surf empezó siendo una cultura underground y cuando empezaron a salir reportes de olas en internet se masificó y empezaron a salir portales de surf. Así nace Surf al Sur del Mundo que empezó siendo un blog".
Con su portal de surf, Carlos Pacheco entrega un testimonio de cómo vive un surfista el día a día. También aprovecha de relatar las bondades del lugar donde practica el deporte. "Como soy fotógrafo y surfista a la vez, conozco los movimientos y puedo sacar buen material porque estoy metido en la tribu. Así fui generando un vínculo con la comunidad de surfistas y mi página llegó a ser de las tres páginas de surf con más visitas en Chile. Sin embargo, ha sido difícil mantener los contenidos actualizados porque el surf todavía es un deporte amateur y siempre hay más gastos que ingresos", reconoce sin decaer en su ánimo.
La Tribu del Surf
Carlos Pacheco es socio fundador del Club Rocas Point de Santo Domingo que ya cumple diez años. Esta entidad organiza el campeonato local de surf para promover el deporte en la comuna parque. "Aunque algunos dicen que es un deporte de élite, yo insisto que el surf debiera masificarse a todos los sectores. Los que viven en el borde costero, debiesen tener la oportunidad de aprender este deporte. Es una tendencia que va en alza y ahora hay más alternativas. Antes hacíamos trueque de tablas entre los pocos surfistas que habían porque era inalcanzable comprar tablas nuevas. Ahora hay de todo. Para que el surf sea una cultura hay que arraigarla en las nuevas generaciones", propone.
Surfeando las calles
Cuando Carlos Pacheco no está a bordo de su tabla en el mar, lo hace sobre su patineta en la plaza Estrella de Llolleo. "Practico skateboarding desde que tengo 8 años, influenciado por la corriente californiana que un amigo de infancia me contagió. Por el hecho de vivir en la ciudad y no tener el mar al lado, el skateboarding me acercó mucho al deporte, porque yo siempre quise surfear en las olas, pero como no las tenía a mano el cemento era lo de turno", relata sobre su pasatiempo en el espacio urbano.
Limpieza de Playas
En el portal de Surf al Sur del Mundo, Carlos siempre le brindó especial énfasis al tema medioambiental y a la protección de las playas. Reconoce que el dolor más grande fue haber perdido la playa Llolleo en manos de la expansión portuaria. "En 2003 empezamos a hacer limpieza de playas de un modo muy silencioso. Luego hicimos campañas con el comité ambiental de la comuna de Santo Domingo colocando carteles de Cuida tu Playa y denunciando cómo quedaban las playas después del verano. Los surfistas somos los primeros en ver los efectos del cambio climático y no podemos quedar indiferentes".
"Ahora hacemos campaña de limpieza de playas una vez al año porque el surfista le debe devolver la mano al entorno, cuidándolo. Hay que desconfiar de esas fundaciones que dicen proteger el medio ambiente y que quieren sacar otras cosas a cambio. Siempre hay intereses ocultos detrás de estas organizaciones aparentemente benéficas", advierte con suspicacia.
-¿Qué ha significado para ti el surf en tu vida?
-Para mí el surf es un desafío. Las olas del mar tienen altos y bajos, al igual que la vida. Eso te genera una disciplina y fomenta la perserverancia. Para lograr objetivos tienes que esforzarte. El surf me enseñó que nada es imposible. Si bien es un deporte individual, en el agua somos todos iguales. El surf no discrimina, vales por cómo te mueves en el agua y no por cuánto gastas en los equipos.
-¿Cómo ves tu futuro en el surf?
-Pretendo seguir surfeando hasta que me muera o hasta que la vida me de. Mentalmente me hace lograr mis objetivos. El surf es un deporte que te mantiene vivo y te aleja de los vicios. En la noche te acuestas temprano para ir luego a la playa. El surf es una disciplina, te ordena. No hay que olvidar que el objetivo es pararse arriba de la tabla y luego seguir explorando. Es como un arte marcial que comparo con el proceso cuando un niño empieza a caminar. Primero gateas hasta que te puedes parar y correr. En la tabla pasa lo mismo, cuando me logro estabilizar en la ola es como correr.
"El que aprende a surfear en el Litoral Central se puede meter en cualquier playa de Chile",
Carlos Pacheco
"Los surfistas somos los primeros en ver el efecto del cambio climático y no podemos quedar indiferentes",
Carlos Pacheco