Inesperado para muchos, menos para los hinchas de Las Rocas. La goleada que consiguió Unión Santo Domingo sobre uno de sus rivales directos por el título de la primera adulta, Cóndor, no fue más que la confirmación del gran inicio de los verdes en el Oficial de la Puerta del Pacífico.
Por los antecedentes de ambos se esperaba un partido parejo en la cancha de Huracán por la séptima fecha del torneo. Los pronósticos no se cumplieron, ya que el campeón del año pasado en la competencia local le pasó por encima a los monarcas de la última edición de la Copa Litoral Central.
Como atenuante se podía decir que los placillanos no jugaron con su equipo estelar, pero los errores defensivos cometidos, especialmente en el primer tiempo, y una "infantil" expulsión de uno de sus hombre de experiencia le costaron a los placillanos un 4 a 0 en contra.
Con este resultado el equipo del "Chunga" Arévalo alcanzó en el primer lugar a los "Condoritos" y ahora ambos tienen 18 puntos.
Las Rocas planteó estratégicamente los primeros minutos y salió a esperar, bien resguardado en su zona y aunque Cóndor tenía el dominio de la pelota, las mejores aproximaciones eran de Santo Domingo.
Esta vez la efectividad fue la clave y Las Rocas mandó dentro del marco todas las que tuvo. En los 23' un bote descolocó a un defensor placillano y Diego Núñez no perdonó.
Cuando se jugaba el minuto 32' Víctor Núñez disparó desde unos 30 metros y cuando el portero José Mondaca se aprestaba a tomar el balón se le pasó entre las piernas: 2-0.
Y en los 42' el defensa Román Soto quedó descolocado tras un pique de la pelota y permitió que Diego Núñez se internara solo al área y definiera con clase.
Cualquier intento de reacción de Cóndor en el segundo tiempo se desmoronó tempranamente. En los 48' desborde de Diego Núñez, centro y su compañero en ataque, Víctor Núñez se lanzó en "palomita" para sellar la goleada.
En los 68' desde el banco de Cóndor tiraron la toalla como en el boxeo y el partido terminó antes. Las Rocas fue inmensamente superior y era mejor dejar de jugar para evitar una humillación mayor.
David Muñoz Castillo
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