encuesta
Casablanca
Algarrobo
El Quisco
El Tabo
Cartagena
San Antonio
Santo Domingo
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Santo Domingo
Por minutos la luz se convertirá en sombra, la gente mirará al cielo para disfrutar de un evento único que nos propone una vez más asumir nuestra fragilidad como especie y como planeta. Nadie creerá que los dioses se han ensañado con el hombre ni los druidas reclamarán sus embrujos ni los magos sus pociones mágicas para comprender el "anormal" fenómeno. La ciencia habrá triunfado, el espectáculo nos entregará información y evidencia; el universo se mostrará en plenitud con sus mecanismos físicos formidables. El hombre disfrutará de sus certezas físicas, recalculará las medidas de las escenas naturales. No habrá providencia, no habrá subterfugios, no habrá supercherías. La única magia será el ritmo de los astros que, guiados por las leyes de la naturaleza, se desplieguen a sus anchas para sorprendernos con la belleza de contrastar nuestra futilidad frente al cielo infinito y curvo.
Atentamente,
Rodrigo Reyes Sangermani
El 12 de octubre de 1958 era día domingo. Lo sé porque vivíamos en el fundo El Boldal de Quinahue, en Santa Cruz, y los domingos íbamos a la cancha del club Caupolicán de Quinahue a ver el fútbol. Estábamos en eso cuando la nítida tarde de sol comenzó a oscurecerse. Los futbolistas y público comenzaron a gritar y a correr. Me asusté no porque la tarde entrara bruscamente en noche, sino porque los huasos gritaban y corrían fuera de la cancha. También corrí en dirección a nuestra casa. Al llegar, todo volvió a la normalidad. La radio hablaba del eclipse total de sol. Yo tenía 5 años.
Manuel Elgueta
trote invernal
En días fríos, como los que estamos viviendo, una de las formas de darle confort al cuerpo es la actividad física. Y hay varios ejemplos de personas que se atreven a salir a la calle y practicar el saludable trote. Aquí vemos un botón de dos hombres que disfrutan apurando el tranco por el fundo de Llolleo.