Mónica Jorquera Escobar
El impactante caso de unos pequeños hermanos que fueron violentados sexualmente por dos adultos será castigado por la justicia.
Esto porque el Tribunal Oral en Lo Penal (TOP) de San Antonio encontró culpables a un padre y a su hijo por el delito de violación cometido en contra de dos niños que al momento del ataque sexual tenían 12 y 4 años.
El TOP determinó que los imputados fueron los autores del ataque sexual contra los menores de edad en 2016, cuando los hermanos vivían bajo el mismo techo que los acusados, en Llolleo.
Durante el juicio que desarrolló el fiscal de la causa, Álvaro Mansilla, se logró demostrar que los acusados eran el padrastro y el abuelastro de las víctimas, ya que el primero de ellos era pareja de la madre de los pequeños violentados.
Además, gracias a las diligencias realizadas por la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales de San Antonio, se esclareció que los acusados atacaron el mismo día y en la misma casa a una de las víctimas.
"Durante el juicio contamos con el relato de las propias víctimas y de testigos de oídas, con informes profesiones de peritos y del Servicio Médico Legal, junto con el informe de la Policía de Investigaciones, con lo cual se logró acreditar que se cometió el delito de violación en contra de dos de los tres niños que denunciaban los hechos", especificó el fiscal Mansilla.
En el detalle, el TOP resolvió condenar a los dos acusados, identificados con las iniciales C.M.C. (34) y C.M.R. (57), por la violación de una menor de 12 años. Además, halló culpable a C.M.C. por otro delito de violación cometido en contra del niño de 4 años.
Y absolvió a ambos acusados de los cargos de abuso sexual y violación sexual cometidos en contra de un tercer hermano, que tenía 6 años al momento de los hechos, los que no se acreditaron.
Además, el tribunal señaló que no se demostró que los ilícitos por los cuales fueron condenados hayan sido reiterados.
Frente a la resolución del TOP, el abogado del Ministerio Público solicitó que el abuelastro de iniciales C.M.R. sea condenado a 15 años de presidio por un delito de violación impropia. Para el hijo de éste, C.M.C., el fiscal solicitó 20 años de cárcel por ser culpable de dos ilícitos de violación impropia.
12 y 4 años tenían los niños que fueron atacados sexualmente, según se demostró en el juicio.
Por su parte, la defensa de los imputados solicitó las penas más bajas posibles, que son menores a 10 años tras las rejas.