En el cerro los vecinos y feligreses celebraron a la Virgen del Carmen
Enfermos del sector alto de San Antonio recibieron la comunión en medio de la procesión que se llevó a cabo ayer en la comuna.
En la calle Marco Hinojosa, en el cerro Alegre, viven uno al lado del otro los hermanos Lucía (85) y Enrique (87) Rojas Farías, ambos con problemas de salud y quienes ayer recibieron la comunión de los enfermos, en el marco de la celebración de la Virgen del Carmen.
Precisamente, esta festividad busca llegar a todos los devotos y, por lo mismo, dentro del programa estaba visitar a los enfermos durante la procesión que se realizó ayer.
La cita comenzó en la capilla Nuestra Señora del Carmen, en calle Manuel Bulnes, desde donde medio centenar de vecinos y feligreses, de todas las edades, dieron inicio a esta caminata que recorrió el sector.
"Tiene asma, problemas a los bronquios e insuficiencia cardiaca. Ella siempre ha tenido mucha fe y como ya no puede participar en la iglesia pidió que le vinieran a dejar la comunión hasta su hogar", cuenta Carmen Reyes, hija de Lucía Rojas.
La ceremonia fue encabezada por el cura párroco de San Antonio, el padre Vicente Véliz, quien explicó la importancia que tiene esta patrona de Chile.
"Esta fiesta se remonta al tiempo de nuestra Independencia, donde los padres de la patria le hicieron un voto bajo la denominación de la Virgen del Carmen para poder cumplir el deseo de la Independencia de Chile y este primer voto se hizo en la explanada de los territorios de Maipú, precisamente donde finalmente se levantó el Templo Votivo", contextualiza el padre.
Desde ese entonces esta Virgen "ha sido puesta como generalísima de las Fuerzas Armadas y patrona de nuestra patria. Por eso, siempre veremos a la Virgen del Carmen con una bandera chilena, junto con otra del Vaticano".
Véliz aclara que desde que se proclamó como feriado el 16 de julio, "la Iglesia chilena le ha dado un carácter de solemnidad. En todos los templos donde se venera a la Virgen del Carmen se realizan procesiones y misas donde la gente participa de muy buena forma".
Ayer, tras la procesión que comenzó a las 15 horas y que se extendió por casi 60 minutos, los fieles participaron de una misa en la capilla Nuestra Señora del Carmen, y luego a las 19 horas se ofició otra homilía para las personas que no alcanzaron a llegar a la primera ceremonia.
"La parroquia siempre se ha caracterizado por ser muy solidaria con las fiestas cuando les corresponden a las capillas y en esta ocasión realizamos una procesión para llevar la comunión a los enfermos que es muy importante", enfatiza el padre Véliz.
"Necesitamos más fe"
Ana María Rojas Guzmán (74) es una de las tantas creyentes de la Virgen del Carmen y ayer en su hogar recibió la comunión y la bendición de su casa.
"Desde muy niña que siempre fue muy devota de la Virgen. Me recuerdo que todos los sábado íbamos a la iglesia a participar de actividades religiosas. Hoy eso se ha perdido y, por lo mismo, se ha perdido la fe. Necesitamos más fe, que la gente crea en Dios y así seremos una mejor sociedad", plantea.
Según esta vecina, "debemos preocuparnos de las cosas que realmente nos interesan y no aparentar algo que uno no es".
Irma Figueroa es otra vecina del sector y está encargada de coordinar la comunión a los enfermos. Dice que lleva años haciendo lo mismo, pero "siempre uno se va contenta porque lleva a Dios a los que más lo necesitan. Es algo que uno lo hace porque le nace del corazón".
"La Virgen del Carmen ha sido puesta como generalísima de las Fuerzas Armadas y patrona de nuestra patria",
padre Vicente Véliz, cura párroco de San Antonio.