Arrendatarios le dejaron la casa para la historia y con deudas que no puede pagar
Adriana Castro denuncia que los antiguos moradores de su vivienda hicieron varios destrozos y que no cancelaron casi medio millón de pesos en cuentas por los servicios básicos.
En 1974 Adriana Castro cumplió el sueño de la casa propia en el sector de Las Lomas de Llolleo. Hace cinco años decidió arrendarla a un trabajador portuario y su familia.
La propietaria reconoce que no hubo problemas con el pago, sin embargo, en varias oportunidades sus vecinos le pidieron que echara a sus arrendatarios. "Los vecinos me llamaban para reclamarme que tenían muy mal vivir y que ya no daban más con esa situación", cuenta la afectada.
Para no tener más problemas con los vecinos, Adriana Castro decidió pedirles la casa por medio de una carta certificada, tal como manda la ley. "No tuvieron problemas con los plazos de entrega, pero sí con la condición en que dejaron la vivienda. Ni siquiera querían que la viera antes de que se fueran", añade la dueña.
"El arrendatario mandó a su hijo de 14 años a entregarme las llaves. Cuando entré fue desolador. Había mucha destrucción en la casa. No podía creer que estuviera tan destrozada mi propiedad", declara con rabia e impotencia.
Castro, de 70 años, tiene unas fotografías donde se observa un sillón completamente destruido y muchísima basura tanto en el jardín como en el interior de la vivienda. "Además estaba todo hediondo", remata la mujer.
Cuentas impagas
Pero eso no fue todo. Además, tiene varias cuentas de luz y agua sin pagar. Entre todas suman 450 mil pesos que van en aumento por los intereses.
"Chilquinta ya me notificó que comenzaría una cobranza judicial. Yo no sé qué hacer, no puedo pagar las cuentas, y tampoco puedo volver a arrendar en estas condiciones. Yo estoy con mi mamá en la población Barros Luco, vivo con mi pensión, no es tan mala, pero acabo de superar un cáncer y sigo con un tratamiento costoso. Me atiendo en un hospital público en Santiago, pero hay una serie de exámenes que me tengo que realizar de manera particular, si no, me demoraría años en que me llamaran", lamenta Castro.
Su situación la tiene al borde del colapso. Por una parte, tiene una casa destruida, que ha ido limpiando de a poco. Por otra, están las deudas que siguen subiendo, y que además no le permiten volver a arrendar la propiedad, que representa parte importante de sus ingresos.
Diario El Líder ayer no logró contactar al arrendatario de la residencia.
¿qué hacer?
El abogado Raúl Devia, explicó que, de acuerdo a la ley, en este la propietaria debe iniciar un juicio para dar término al contrato. "En ese juicio sumario se llama a un comparendo de conciliación y prueba; allí las partes se ponen de acuerdo y determinan cómo se procederá respecto a las rentas adeudadas (si existen), gastos de servicios básicos y fecha de entrega del inmueble. Si no existe acuerdo, luego de ver las pruebas el juez dicta sentencia donde debe definir lo mismo: deuda, fecha de desalojo y montos adeudados, para ser cobrados ejecutivamente".
Por el momento, Castro espera arreglar este conflicto sin tener que recurrir a los tribunales de justicia para exigir al menos, el pago de los servicios básicos que quedó debiendo su arrendatario.