A 50 años: así vivió San Antonio la llegada del hombre a la Luna
Mientras Neil Armstrong hacía historia al pisar por primera vez este satélite natural, en la comuna puerto no más de cinco televisores sintonizaban este importante momento. "La gente se enteró por el diario y la radio", recuerdan.
"Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad".
Fue un día como hoy hace 50 años que el astronauta estadounidense Neil Armstrong pisó por primera vez la Luna, despachándose esta frase que quedaría marcada en la historia mundial.
El viaje a la Luna comenzó el 16 de julio de 1969, cuando tres astronautas, a bordo del Apolo 11, despegaron desde el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, en Merritt Island, Florida, Estados Unidos.
El periodista sanantonino Luis Valderas, coleccionistas de diarios y amante de la astronomía, recordó que por ese entonces tenía tres años y con el devenir del tiempo comenzó a estudiar este alunizaje que hoy cumple medio siglo.
"Yo era niño y una de las sorpresa que me llevé cuando investigaba fue saber que tras esto había una competencia entre la Unión Soviética y EE.UU.", comenta Valderas.
Por esos años el mundo enfrentaba la Guerra Fría, un periodo en el que ninguna de estas dos potencias dio inicio al fuego, pero sí fue un escenario en el que ambos bloques buscaban mostrar su superioridad tecnológica, social, política e ideológica con grandes campañas propagandísticas.
En medio de toda esta efervescencia mundial por la llegada del hombre a la Luna, en un incipiente puerto de San Antonio, solo algunos habitantes se enteraban por televisión de lo que estaba ocurriendo aquel 20 de julio de 1969.
Mariano Bay, historiador de San Antonio, por ese tiempo tenía 14 años, y junto a algunos amigos fue hasta la casa del llolleíno José Alberto Politeom, en calle Los Aromos con Inmaculada Concepción, para presenciar lo que sería un hecho histórico.
"Fuimos unas 20 ó 30 personas las que vimos es alunizaje. Recordemos que no había medios de comunicación como ahora en San Antonio. La televisión casi no existía, solo la radio. La gran mayoría de la población de la comuna no conocía la TV, no la había visto. No había más de cinco televisores en toda la zona, y además la imagen era pésima", recuerda el por ese entonces estudiante del Instituto del Puerto.
Bay explica que en 1969 San Antonio era una comuna muy tranquila, casi campestre, y que por lo mismo este fenómeno se vivió con mucha más tranquilidad debido a la falta de tecnología.
"La efervescencia de los fenómenos astrológicos o de terremotos, sismos, por esos años era muy baja, porque las comunicaciones eran muy distintas. La gente era más reposada, más retraída, era más de casa, por lo mismo la falta de comunicación era enorme. Después de que pasó todo esto se habló mucho, pero antes poco se hablaba", afirma.
Luis Valderas afirma que los principales medios de comunicación de la época eran la radio y el diario, y que los televisores solo eran un privilegio de algunos, sobre todo, por la escasa señal que llegaba a la provincia.
"Mucha gente se enteró por la radio de lo que estaba sucediendo. Había una emisora internacional, La Voz de América, que tenía un programa especial que se dedicó a transmitir todo lo que fue la llegada del hombre a la Luna. La mayor parte de la radioemisoras latinoamericanas se colgaba de esta radio para obtener información de primera mano, ya que dispusieron de equipos en Houston, Washington y en el centro de control de la Nasa", detalla el periodista de Canal 2.
Valderas revela que el profesor Rubén Santibáñez le contó que "la transmisión que se hizo de la llegada de hombre a la Luna fue como un partido de la selección chilena. Con esa efervescencia y ganas transmitieron los locutores".
Carrera espacial
Tras Neil Armstrong, el segundo astronauta en pisar la superficie lunar fue Edwin Ardin, mientras que Michael Collins se quedó en órbita en el Apolo 11. Los dos hombres que descendieron estuvieron por casi dos horas y media sobre la Luna tomando fotografías en alta calidad, recogiendo rocas para traer a la Tierra e instalando instrumental científico para detección de sismos, partículas solares y un reflector láser.
Tras este importante "salto para la humanidad", varias teorías aparecieron apelando a la falsedad de esta importante expedición astronáutica.
Antes de la llegada del hombre a la luna, la Unión Soviética había puesto en órbita el primer satélite espacial, el Sputnik 1, además enviaron el primer ser vivo al espacio, la perra Laika, y un ser humano, Yuri Gagarin. También le tomaron la delantera a Estados Unidos al realizar la primera caminata de un humano en el espacio, como fue la hazaña de Alekséi Leónov, quien tras este importante hecho visitó, nada más que la comuna de San Antonio.
"Lo de Leónov fue una hazaña mundial que le valió el reconocimiento internacional y, por lo mismo, hizo una gira por todo el mundo y llegó a Chile. Fue invitado por el Instituto Soviético de Cultura San Antonio. A la comuna vino en 1966 y se le rindió un homenaje en la plazoleta de la Gobernación de San Antonio. Se le declaró Ciudadano Ilustre y participó de una comida y cena ofrecida por la Escuela Ingenieros", aporta Luis Valderas.
-¿Y por qué vino al sur del mundo, a un desconocido San Antonio?
-Propaganda política, había que dar a conocer la ideología soviética, los logros.
Los avances de la Unión Soviética preocuparon de sobremanera a Estados Unidos y, por ello, crearon la Nasa (1958) para hacer frente a los avances de su emblemático enemigo.
Es por esta razón que algunos teóricos han planteado que la llegada del hombre estadounidense a la Luna es un montaje para contrarrestar los avances de la ex Unión Soviética.
Sin embargo, el santodomingano Juan Campino no cree en estas infundadas teorías.
Él, a fines de la década del 60, tenía 21 años y estudiaba en la Universidad de Miami, Florida, donde vivió en carne propia toda esta fiestas de los gringos.
"Yo fui a estudiar a EE.UU. porque quería ser astronauta. Llegando allá me di cuenta que no podría serlo porque para ser astronauta debes ser héroe de guerra. Lo que sí quería estudiar era astronáutica y tampoco me resultó, así que me decidí a estudiar Ingeniería Civil y eso es lo que soy hoy en día", resume el director del Parque de la Ciencia de Santo Domingo.
La universidad donde Campino cursaba sus estudios estaba ubicada cerca de la Nasa, hasta donde llegaba para rendir uno que otro examen.
"Junto con varios estudiantes íbamos a este lugar porque allí tomábamos clases de astronáutica. Les daban clases a los chiquillos jóvenes porque había mucha fiebre por la conquista del espacio", contextualiza.
Este ingeniero de 71 años cuenta que la cercanía a la Nasa le permitió ver, casi todos los días de aquel 1969, el despegue de una veintena de naves rumbo al espacio.
"Finalmente, llegó el 16 julio de 1969, día en que salió el Apolo 11 rumbo a la Luna. Había más de un millón de personas viendo esto en vivo y en directo. Uno se imaginaba lo que pasaba, pero quizás no le tomábamos la importancia, porque era algo que se hablaba todos los días y a cada rato. Ya era algo cotidiano, común", describe sobre su estadía en EE.UU.
Campino, junto al resto de los estudiantes y autoridades que llegaron a presenciar este hecho, debió ubicarse a unos cinco kilómetros del punto de despegue por motivos de seguridad.
"Nadie sabía si esto iba a resultar o no. Evidentemente, había una preocupación de que esto no resultara y la nave explotara al momento de despegar. Es por eso que los cálculos indicaron que si pasaba esto las esquirlas de la nave llegarían a unos cuatro kilómetros del punto de despegue, por eso fuimos ubicados bastante lejos", revela a Diario El Líder.
Durante su permanencia en Florida, Campino mantenía contacto con su familia y le contaban que "algunas personas sabían mucho de esto y que había una gran expectación en Chile".
Mariano Bay sostiene que tras esta inédita expedición, la gran mayoría de los sanantoninos vio cómo el hombre llegó a la Luna a través de "los bloques informativos que daban entre las películas en el cine".
"Ahí recién la gente vio en masa lo que había ocurrido. Hablo de los cines Victoria (Pedro Montt), Cervantes (Centenario), Moderno (Barrancas) y Rex (Llolleo) que mostraban cómo el hombre pisó por primera vez la Luna", añade.
En 1972, el Apolo 17 llegó por última vez a la Luna en un carrera al espacio que ahora centra su mirada en el planeta Marte.