Janequeo: a 54 años
El naufragio de la embarcación ocurrió el 15 de agosto del año 1965, en las costas de San Pedro, Región de Los Lagos, y dejó 52 tripulantes fallecidos, mientras que 28 marinos pudieron sobrevivir.
Tras más de cinco décadas esta semana se cumplió un nuevo aniversario del naufragio del buque Janequeo.
En agosto de 1965 este barco fue al rescate del patrullero Leucotón que se encontraba varado en la isla San Pedro (Región de Los Lagos). El remolcador Janequeo se vio enfrentado a la adversidad del clima, y a problemas con las cadenas de tiraje que se rompieron y enredaron en la hélice.
En medio de la emergencia fue arrastrado hasta la roca Campanario, con la que se estrelló en varias oportunidades producto del fuerte viento, hasta que el navío terminó partiéndose por la mitad y hundiéndose.
Aquella fatídica jornada 52 marinos murieron, mientras que 28 de ellos sobrevivieron. Algunos saltaron a la roca para refugiarse, aunque muchos cayeron en el intento.
En la desesperación y al ver que la nave era imposible de recuperar, otros marinos se lanzaron al mar y nadaron a la costa, no obstante, algunos de ellos no lograron llegar a la orilla y otros no sobrevivieron producto de lo frío de las aguas.
Luis Alarcón Alarcón, último superviviente de los tripulantes que abordaron en Talcahuano, relata que se embarcó en comisión en el remolque Janequeo como cabo primero, en calidad de buzo de salvataje. Hoy comenta que fue uno de los buzos que debió sumergirse para tratar de desenredar la cadena, pero por el fuerte oleaje no lo logró.
Alarcón, que a sus 84 años recuerda el momento en que el buque Janequeo se estrelló con la roca, señaló que él saltó al agua y se aferró a las rocas, pero el mar estaba torrentoso y no pudo afirmarse más.
En esas circunstancias intentó nadar y no pudo, el mar lo arrastró hasta que logró aferrarse a una cuerda que los lugareños habían lanzado al mar para ayudar a rescatarlos, los que incluso posteriormente le prestaron ropa ya que las olas se la habían sacado prácticamente toda.
Finalmente, comentó que fue trasladado en helicóptero al crucero O'Higgins y al pasar por sobre el buque dijo que "ya estaba prácticamente desintegrado, ya no quedaba casi nada y la ola lo seguía machacando".
Luis Alarcón dice que pese a la tragedia no quiso retirarse de la Armada y que luego se especializó en la búsqueda de cadáveres.
Cabe destacar también la heroica labor de dos marinos que perdieron la vida en el rescate de sus compañeros. Se trata del cabo 1° Leopoldo Odger Flores, tripulante de la Janequeo, y del marinero 1° Mario Fuentealba, tripulante del Leucotón, quienes se lanzaron a las torrentosas aguas en reiteradas oportunidades para rescatar a sus compañeros, hasta que el mar arrasó también con sus vidas.
Recuerdo
El Diario La Tercera, 16 de agosto de 1965, publicó que "71 tripulantes de la escampavía 'Janequeo', de la Armada Nacional, se dan desde ayer por desaparecidos en el mar y presumiblemente muertos, cuando la nave se estrelló contra unos roqueríos (...). En la operación, el cable de remolque se enredó en la hélice y el barco quedó sin propulsión en medio de una mar gruesa y un violento temporal de viento y lluvia. La nave fue lanzada contra unos roqueríos, quebrándose en dos de sus palos y el casco se abrió al estrellarse contra la roca".
"La tragedia se consumó en apenas 40 minutos, y junto con desaparecer el barco bajo las aguas, sus 71 tripulantes se fueron con él, presumiéndose con fundada razón que todos hayan perecido".
Posteriormente se confirmaría la muerte de 52 marinos.
Este desastre elevó a la categoría de héroes en tiempos de paz al cabo de máquinas Leopoldo Odger Flores y al Marinero Mario Fuentealba, quienes perecieron valerosamente en la acción, al rescatar a varios de sus compañeros desde las aguas.