Playas ceden terreno ante el cambio climático
Una fuerte erosión a consecuencia del cambio climático afecta a 28 de 35 playas del centro y norte de Chile, según indican los resultados del estudio "Determinación del riesgo de los impactos del cambio climático en las costas de Chile", realizado en conjunto por especialistas de cinco universidades del país por encargo del Ministerio de Medio Ambiente.
El trabajo reveló que esas 28 playas presentan erosión y erosión alta. Señaló que ese desgaste que se refleja en el retroceso de la línea de la costa, se mide en metros por año y se considera alto cuando la playa disminuye más de metro y medio en ese tiempo y se califica solo erosión cuando está por debajo de 1,4.
El estudio fue realizado por académicos de las universidades de Valparaíso, Playa Ancha, Católica de Valparaíso y Católica del Maule, en conjunto con los centros de investigación medioambientales Cigiden, Costa-R y el Centro de Cambio Global UC.
Los investigadores realizaron un catastro de todas las entidades que están bajo los 10 metros del nivel del mar en Chile, que quedará para descarga libre desde una plataforma SIG y a través de un archivo en Google Earth una vez que finalice el proyecto. La base de datos contempla 461 caletas de pescadores, 1.057 humedales, 256 campos dunares, 1.172 playas, 156 lugares con interés en biodiversidad, 1.709 elementos de equipamiento costero, 1.059 elementos de infraestructura y 477 asentamientos costeros.
En la provincia de San Antonio las playas más afectadas son las de Algarrobo y Santo Domingo, con una tasa de cambio de metros por año del orden del -0,56 y -1,73 por ciento.
Al respecto, la ministra de Medio Ambiente, Carolina Smith, declaró que los efectos del cambio climático se están manifestando con fuerza en Chile, que sufre una sequía desde hace 10 años, graves incendios forestales, fuertes lluvias en el norte y una mayor frecuencia e intensidad de las marejadas.
Añadió que la información aportada por el estudio servirá para confeccionar planes de adaptación para el borde costero.
Nivel del mar
El jefe del estudio, Patricio Winckler, señaló que a finales de este siglo habrá un levantamiento importante del nivel del mar que repercutirá en una mayor erosión de las playas, lo que provocará un deterioro y pérdida de la infraestructura costera y cierres de puertos por el aumento de las marejadas, entre otros problemas.
Según el investigador, "en Chile no existe un aumento del nivel de mar respecto del continente como ocurre a nivel mundial y eso se debe a que la actividad tectónica es muy fuerte. Los cambios verticales del territorio pueden ser incluso mucho más importantes y equivalentes a decenas de años de cambio climático".
No obstante, Winckler asegura que "en varios lugares de la zona central se está evidenciando de forma incipiente un cambio de dirección hacia el sur en el oleaje, generando modificaciones en las playas. Las marejadas, consideradas como casos puntuales de oleaje extremo, están aumentando en frecuencia e intensidad y eso ha ocurrido en todo Chile, desde 1980 hasta el 2015. Queremos saber también cuál es el impacto del cambio en la dinámica del oleaje en los cierres de puerto, ya que tiene un impacto económico importante".
Observaciones
El naturalista, profesor y director del Museo de Ciencias Naturales e Histórico de San Antonio Musa, José Luis Brito, ha realizado una constante observación de las playas del Litoral de los Poetas y ha podido comprobar el movimiento de las dunas que han afectado el ecosistema local.
"Hay importantes variables que han implicado fuertes cambios para la zona costera de la provincia. Primero, el impacto del terremoto del 27 de febrero de 2010 que provocó un descenso en las placas tectónicas; luego la arremetida del tsunami que golpeó fuertemente la costa. A lo anterior hay que sumar el tren de olas con marejadas que son cada vez más frecuentes y agresivas en la zona y, por último, y no por eso menos importante, el efecto de la represa que fue instalada en el río Rapel, lo que redujo considerablemente el aporte sedimentario que llega al mar y por el mismo efecto a las playas. Esto queda en evidencia con lo que ocurre en la playa Sur de Santo Domingo con la aparición de las piedras y con el importante cambio en la playa Marbella al norte del balneario", indicó el naturalista.
-¿Esos efectos del terremoto se seguirán produciendo?
-Son fenómenos de largo aliento. Te pongo el caso de las dunas que antes habían en la playa Marbella. Hace pocos años había al menos cinco cordones dunarios ahí; de ellos hoy va quedando solo uno y el agua del mar inunda amplias zonas de vegetación -como los pajonales del área sur del estuario del río Maipo- que han sufrido las consecuencias. El tren de olas es indetenible.
-¿Estos cambios son prácticamente irreparables?
-Es que se ha intentado al colocar nuevamente arena en las playas o al resetear especies de plantas, pero nada de eso ha sido efectivo y vemos que el agua del mar penetra cada vez más profundo en las zonas costeras. A los casos de Santo Domingo hay que sumar lo que actualmente se da en las playas Chica y Grande de Cartagena donde por efecto del violento tren de olas de las marejadas las playas prácticamente desaparecen en ciertos momentos. Esta es una situación que se da cada vez más seguido y que no podemos obviar.
-¿Todas estas situaciones son agravadas por el cambio climático?
-Efectivamente, pero no es la única razón. Como te señalaba hay influencias de fenómenos que vienen desde el último terremoto de importancia en la zona, pero el cambio climático es algo que no podemos obviar y que demuestra el efecto nefasto que ha tenido la intervención humana y de la industria en la naturaleza. Hoy en el océano se verifica un aumento de la temperatura del agua, lo que ha ocasionado el derretimiento de importantes zonas de hielo que han generado, a su vez, un aumento en el nivel del mar. Esto se mantiene en observación y aún no se ha cuantificado en su totalidad.
-Esto se veía venir...
-Mira, recuerdo como si fueran hoy las conversaciones que sostuve con el profesor Juan Grau en Algarrobo allá por fines de los años 80 o principios de los 90. Él ya tenía claro esto y muchos lo tildaron hasta de loco. El calentamiento global es un tema que ha sido minimizado por la industria y la política, pero que es una lamentable realidad.