Rodrigo Ogalde Cofré
Casi lo mataron. La infamia no tiene límites, en ocasiones. Otras veces, la justicia gana, pero esas son las menos. A un hombre de 81 años lo golpearon hasta desfigurarle la cara. El hecho ocurrió el viernes 6 de septiembre al interior de la deteriorada casa que habita en la esquina de las calles Desiderio Soto y Sixto González. Carlos Benito Robledo Vergara, de 81 años, hoy lucha por sobrevivir al ataque que sufrió. "El Beno" está internado en el hospital Claudio Vicuña, casi apenas habla, aún no cuenta lo que ocurrió ese día.
Reinaldo Robledo Vergara, el hermano de la víctima, contó a Diario El Líder que "El Beno" es un antiguo hincha y uno de los impulsores del Club Atlético Balmaceda. Desde hace algunos años que vive solo en el inmueble que heredó de su madre. Ahí, en medio de la pobreza y de la gran cantidad de cachureos que ha acumulado debido a que sufre el "Mal de Diógenes", el anciano pasa sus días y ha sabido de tristezas y desgracias. Los vecinos lo quieren porque saben que ha sido un hombre bueno. Su sordera, su demencia senil y las enfermedades de su octogenaria existencia lo tienen a maltraer, pero él es firme.
"Mi hermano tiene el Mal de Diógenes y de esta casa han sacado mucha basura, él ha vivido inhumanamente", reconoció Reinaldo Robledo Vergara, quien dijo que todo eso ha pasado porque su hermano quiso asumir ese camino. Él siempre lo ha apoyado y lo va a ver todos los días para ofrecerle un plato de comida.
La tarde del viernes pasado, Reinaldo halló a su hermano sentado en el piso de la exigua vivienda. Tenía su rostro ensangrentado, solo balbuceaba y no supo explicar quiénes lo atacaron. "Los compadres le pegaron violentamente, no sé qué es lo que buscaban. Estaba como drogado o curado, pero él no toma, yo creo que a él lo drogaron", afirmó Reinaldo.
Las cosas no están bien en el barrio de Quinta Placilla, donde ocurrió este alevoso ataque. Ayer por la mañana, mientras Carabineros entrevistaba a Reinaldo para conocer más detalles del caso, un sujeto ingresó al antejardín de su propiedad para robarle un banano en que portaba su documentación y la fotografía de su esposa que falleció hace 30 meses. El dolor para este hombre es gigante, los vecinos saben que los malandras llegaron a la población y no hay nadie que hasta ahora pueda hacer algo para detenerlos.
La vivienda de "El Beno" ya había sido saqueada. Se llevaron hasta las cañerías de cobre, por eso vive sin agua potable.
Al anciano lo dejaron encerrado en su hogar. Entre la basura y los recuerdos añejos de su familia, ahí estaba cuando los paramédicos del Samu se lo llevaron al hospital Claudio Vicuña. "Este barrio se echó a perder con los marihuaneros y los pasteros que llegan de otras partes", afirmó.
"Tenía golpes en la cara, la boca torcida y los brazos como que se los quemaron o se los deshollejaron. Creo que tiene que haber sido un asalto porque por poquito no lo mataron. Ahora lo deben tener amarrado a la camilla porque tiene problemas a los riñones y él cuando despertó quiso sacarse la sonda y al levantarse, se cayó y se fue de punta y se pegó en la cabeza", añadió Reinaldo.
Este hombre solo espera que haya justicia para su hermano. Quiere él que San Antonio sepa que en esta ciudad a los ancianos los matan, como el caso de la mujer asesinada en cerro El Carmen en agosto pasado, y a otros los masacran a golpes. Y pocos hacen algo para que los criminales paguen.
Bárbara Álvarez, vecina del sector, afirmó que "con tantos golpes que le dieron a don Carlos, él no se acuerda de nada. Acá estamos impactados por este hecho que es muy lamentable".