El invierno terminó como el tercero más seco de los últimos 70 años: "el cambio es brutal"
Solo en 1968 y 1998 se registró una estación con tan poca agua caída. Aseguran que habrá agua potable para el verano, pero en la agricultura, la sequía -que ya cumplió 10 años- es devastadora.
Es oficial. A las 4.50 horas de la madrugada de ayer terminó el invierno y comenzó la primavera. Quedó atrás uno de los inviernos más secos de los últimos 70 años- según confirmó la Dirección Meteorológica de Chile-, situación que dejará consecuencias por un largo tiempo.
De acuerdo a Diego Campos, meteorólogo de la Oficina de Servicios Climatológicos, el invierno más seco es el de 1968, en el cual precipitaron 22,3 milímetros y hubo 90 por ciento de déficit. Luego, le sigue el de 1998 con 23,4 milímetros y 89 por ciento de déficit, mientras que el de este año bordea en un 72 por ciento de déficit.
No se sabe cuánto más durará la sequía, pero sí cuánto tiempo lleva: 10 años. Tampoco se sabe con certeza en qué momento el agua comenzará a escasear para el consumo humano, pero las sanitarias han hecho todo lo posible para mantener el agua potable corriendo por las cañerías de la provincia de San Antonio.
Agua potable
El gerente general de las empresas sanitarias Esval, José Luis Murillo, señaló a El Mercurio que "la situación va a ser complicada (para el próximo verano), especialmente en los balnearios que se repletan de turistas. Pero no habrá problemas" de suministro.
Además, aseguró que este verano no habrá mayores inconvenientes en las principales ciudades costeras de Chile.
Pese a que en verano el consumo se duplica y triplica en algunos balnearios, Murillo manifestó que las reservas de aguas permitirán contar con un normal abastecimiento.
Eso sí, indicó que esta situación podría verse afectada "si la profundidad de la sequía continúa". "Si se acrecienta, entonces debiéramos estar desalando agua de mar en cuatro o cinco años", sentenció.
Poca lluvia
Según Meteorología de Chile, a nivel regional se registran normalmente 393 milímetros de agua caída hasta el término del invierno, lo que se mide elaborando un promedio de las lluvias de 30 años continuados. Hasta el 21 de septiembre pasado solo habían caído 82 milímetros en el año.
En la provincia de San Antonio los números son ligeramente distintos, pero van en línea con la dramática tendencia de la región y de toda la zona central de Chile.
En San Antonio, un año normal registra un total de 485 milímetros de agua caída. En 2018 fueron 209 y en el 2017, 444 milímetros.
De acuerdo a datos de la Dirección Meteorológica a los que tuvo acceso Diario El Líder, en lo que va del 2019 se han contabilizado solo 106 milímetros.
Junio fue el mes más lluvioso, cuando cayeron 74,6 milímetros, y luego mayo, cuando se registraron 16,8 milímetros en la Estación de Santo Domingo.
Esto último marca un enorme contraste con 2002, cuando solo en mayo se registraron 257 milímetros de agua caída en la misma estación.
bajo flujo
El 20 de agosto, la Dirección General de Aguas (DGA) declaró como zona de escasez hídrica a la provincia de San Antonio, y el 16 de septiembre, el gobierno declaró zona de catástrofe a toda la región.
El último informe de la DGA evidenció que el efecto de la falta de lluvias -motivada, en parte, por el cambio climático, que ahora es denominado "emergencia climática" por expertos, medios internacionales y universidades chilenas- ha disminuido en promedio un 42 por ciento el caudal del río Maipo.
Sin embargo, en la zona la situación es distinta, peor. El agricultor Alejandro Infante, de la localidad de Cuncumén, indicó ayer que el caudal del Maipo trae 16 metros cúbicos de agua por segundo. Se trata de una cifra mucho más baja a la reportada en 2017. Ese año se registró en promedio un caudal de 86,59 metros cúbicos por segundo, según la estación Cabimbao (en la comuna de San Pedro) de la DGA.
Agricultura
"El cambio es brutal, porque gran parte del afluente es aportado por el estero Puangue, que aporta 12 metros cúbicos", explicó Infante.
Se espera que en verano, cuando los ríos crecen por el deshielo en la cordillera, la situación tampoco mejore, pues se advirtió desde la DGA que este año la nieve también registró niveles bajos.
"Antes en Cuncumén había cultivos de trigo y garbanzo, que ya no se pueden tener. Había ganadería de vacunos y ovejas, que tampoco hay. Solo hay espinos en las tierras", puntualizó el agricultor, quien agregó que solo un pequeño grupo de productores ha podido extraer agua del río Maipo o a través de pozos profundos. No obstante, estos también han anotado bajas.
En su caso, mantiene nogales y almendros gracias a un pozo, "pero voy a tener que eliminar uno de ellos, porque el pozo ha bajado mucho y no tendré agua para todo eso", reconoció el exdirigente del comité de riego que permitió llevar a esa localidad una inversión de 24 mil millones de pesos para dotar con un canal de regadío a ese sector de la comuna de San Antonio.
Se espera que cuando esté listo permita irrigar mil 500 hectáreas para volver a cultivar en ese fértil valle.
Por ahora se avanza en la construcción de la primera etapa, que permitirá captar agua del Maipo, almacenarla y distribuirla a los primeros beneficiados. El próximo año debería licitarse la segunda fase. La fecha de término aún no está clara debido a un retraso en la licitación de esta última.
el 16 de septiembre se declaró zona de catástrofe a la región..
485 milímetros de agua caída se registran al año en la provincia de San Antonio en promedio.
106 milímetros de precipitaciones han caído en la provincia en lo que va del 2019.