Con hipotermia rescatan a ladrón desde ducto subterráneo tras 12 horas de trabajo
Hombre de 26 años quedó atrapado debajo de una iglesia, donde estuvo atascado durante un día y medio. Bomberos lo liberó luego de romper la losa de templo mormón.
Tiritando y contracturado. Así sacaron ayer desde un ducto subterráneo a un hombre de 26 años que quedó atrapado el viernes pasado luego de ingresar a robar a una iglesia mormona de Cartagena.
Bomberos de la comuna balneario, de San Antonio e incluso de Valparaíso trabajaron arduamente durante 12 horas para rescatar al sujeto que se encontraba con hipotermia avanzada cuando salió a la superficie.
A las 16 horas del sábado pasado una persona que llegó a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días escuchó al individuo cuando pedía ayuda. Y fue a las 4 de la madrugada de ayer cuando finalmente los bomberos lo liberaron, luego de romper toda la losa del salón principal del templo, que tenía dos metros de espesor.
Debido al tiempo en que estuvo atascado en el ducto de calefacción -de unos 50 centímetros de diámetro-, el intruso estaba muy adolorido y con mucho frío.
Funcionarios del Servicio de Atención Médica de Urgencia (Samu) le prestaron los primeros auxilios. "Tiritaba, decía que le dolían las costillas, los hombros y los brazos por las largas horas que estuvo atrapado, por eso ya no tenía muchas fuerzas. Incluso dijo que cambiaría, que ya no haría estas cosas (delinquir)", relató un bombero que participó en la titánico rescate.
En esas condiciones, Christopher Z.Q. fue trasladado al hospital Carlos van Buren de Valparaíso la misma madrugada de ayer.
Rescate
"Este es el rescate más difícil que he enfrentado", expresó Miguel Rojas, segundo comandante del Cuerpo de Bomberos de Cartagena, quien estuvo a cargo del operativo.
En el lugar, laboraron cerca de 30 voluntarios de la Primera y Segunda compañías de Bomberos de Cartagena, del Grupo de Reconocimiento e Intervención en Medios Peligrosos (Grimp) de la Segunda Compañía de San Antonio y los "Topos" del Grupo de Búsqueda y Rescate Urbano (Usar) de Valparaíso.
El jefe de Emergencia de la Gobernación Provincial, Mauricio Álvarez, que participó directamente en el rescate, explicó que "una de las complejidades al principio fue que el administrador del templo no contaba con los planos de la edificación, lo que llevó a trabajar a ciegas. Luego, encontró una fotografía de la construcción, lo que facilitó para hacer un layout (planificación) del sitio".
-¿Cómo supieron dónde tenían que comenzar a romper la losa del templo?
-Se realizó una triangulación en silencio (para oír de donde venía la voz del atrapado). Entonces, los equipos de Cartagena comenzaron a realizar labores de rompimiento de la losa de hormigón con herramientas facilitadas por el municipio, como un rotomartillo.
Luego de romper gran parte del piso dieron con el sector exacto donde el ladrón se encontraba inmovilizado.
"La primera fase era lograr un acceso directo a la 'víctima' para poder darle soporte vital médico, suministrarle suero y tomarle exámenes y electrocardiograma para saber su estado de salud", detalló Álvarez.
Carabineros
Christopher Z.Q. estuvo atorado debajo de la iglesia por cerca de un día y medio, ya que él le relató a los carabineros que ingresó al templo la tarde del viernes, luego de meterse por los ductos del aire acondicionado que están en el techo.
Según informaron desde la Segunda Comisaría de Carabineros de Cartagena, el delincuente ingresó por el tubo y cayó cerca de tres metros, llegando al nivel del piso de la iglesia ubicada en calle Antofagasta.
Entonces, en su intento por salir del lugar, comenzó a avanzar por el ducto que va por debajo del piso, pensado que llegaría a la calle. Sin embargo, quedó atrapado.
Cuando lo rescataron, pese a su estado de salud, los funcionarios policiales lo detuvieron por el delito de robo en lugar no habitado frustrado y por una orden de detención que había en su contra.
Debido a que fue trasladado al hospital de Valparaíso, lo dejaron en libertad, pero quedó citado a declarar por el intento de robo en la iglesia.
El cartagenino ayer se encontraba recuperándose de su salud y sería dado de alta.
"A ver si ahora se le pasan las ganas de andar robando", analizó una señora que ayer pasaba por el templo donde ocurrió la inusual emergencia.
"Tiritaba, decía que le dolían las costillas, los hombros y los brazos (...). Incluso dijo que cambiaría, que ya no haría esas cosas (delinquir)",
rescatista.