Emprendedora de Lo Abarca quiere renacer con sus cactus
Tras perder un minimarket por problemas económicos, Amelia Velásquez va por su revancha.
Amelia del Carmen Velásquez Urra recuerda cuando después de aparecer en un reportaje de la revista Paula en el año 2006, en la que hicieron conocida su historia sobre su trabajo con cactus que mantenía en su casa en el sector de Lo Abarca, comenzó a ser invitada a programas de televisión, incluso a uno de los matinales más vistos de la época.
"Fui al 'Buenos Días a Todos' cuando animaba Felipe Camiroaga. Incluso él me preguntó cómo me veía en unos años más adelante, y yo le comentaba que tenía ganas de tener algo turístico. También estuve en otros programas de televisión y me hicieron hartas notas de medios escritos", hace memoria Amelia, actualmente de 65 años de edad recién cumplidos.
época dorada
Aquellos fueron los mejores momentos para esta emprendedora que gracias a los cactus comenzó a crecer en su rubro y los clientes no paraban de contactarla. "Lo de los cactus comenzó cuando se me declara depresión endógena a los 34 años y me pongo a coleccionarlos. Hasta que una vez afuera de mi taller había dos niños jugando a los que les regalé un cactus a cada uno en un vasito de yoghurt, algo que su madre valoró mucho. Yo le dije que para mí era gratificante que a los niños les gustaran las plantas. Y esa fue la mejor publicidad que tuve, ya que después de aquella anécdota me vino a ver la periodista de la revista Paula y posteriormente el equipo del 'Buenos Días a Todos'. La verdad que fueron muy buenos momentos", cuenta.
Y debido a lo bien que le estaba yendo con el negocio de los cactus, donde ya contaba con un público cautivo, Amelia Velásquez quiso emprender con un minimarket en Lo Zárate, el que contó con financiamiento de parte de Sercotec.
"Pero lamentablemente hace dos años que ese negocio lo perdí, principalmente por los 'fiados' que le hacía a los clientes y por creer en la gente. En un momento estuve de forma paralela con los cactus y el minimarket que se llamaba Marcelo Antonio", detalla con nostalgia.
Junto con este paso en falso en lo comercial, uno de los hijos de Amelia Velásquez comenzó a sufrir de una severa depresión que también afectó a la emprendedora.
"Todas estas cosas me detuvieron en el tiempo. Yo soy un mujer que pude llegar lejos gracias a mi trabajo y que además pude contar con mucha ayuda, de lo que siempre estaré agradecido", afirma.
El renacer
Tras superar en parte estos ingratos momentos que le tocó vivir en el último tiempo, hace pocas semanas Amelia Velásquez comenzó a desarrollar nuevamente su trabajo con los cactus que la hicieron tan conocida.
"Ye estoy lista con un invernadero que me entregó nuevamente Indap, además de un policarbonato más bueno del que hay donde vivo. En el lugar incluso tengo especies nativas, porque lo que más cuido es la naturaleza", detalla.
El único problema que tiene ahora Amelia es que el pasado 5 de septiembre sufrió un accidente que la dejó con problemas para trabajar.
"Andaba en Cartagena y cuando iba a bajarme de la micro el chofer, por tomar un pasajero, me apretó el brazo derecho en el pasamanos y pese a que le gritaba no escuchaba. Gracias a la ayuda a otro pasajero pude bajarme, pero quedé con una hemorragia que hizo que sobre la ropa saliera la sangre. Felizmente andaba un carabinero que me conocía y recibí su ayuda. De hecho hice la denuncia en la comisaría de San Antonio, ya que todo el día estuve en el hospital Claudio Vicuña", relata.
Por culpa de este accidente, Amelia cuenta que "no puedo tomar las cosas ya que no tengo fuerzas y se me caen. Y lo peor es que ahora se me está poniendo negro, así que espero que esto no pase a mayores porque quiero seguir trabajando y volver a renacer con mi trabajo junto a los cactus".
Lo que espera hacer esta emprendedora "es una tienda vintage que tenga su estilo propio. Ya tengo todo comprado gracias a un aporte que recibí de parte del Fosis".
"Lo de los cactus comenzó cuando se me declara depresión endógena a los 34 años de edad",
Amelia Velásquez.
"Andaba en Cartagena y cuando iba a bajarme de la micro el chofer por tomar un pasajero me apretó el brazo derecho",
Amelia Velásquez.