Agustín le está ganando a la leucemia y ahora quiere cumplir uno de sus sueños
Niño de seis años anhela transformarse en youtuber pero no tiene un notebook. Su familia, además, necesita apoyo para costear gastos de estadía en Santiago.
El pasado 10 de septiembre, la magia y la esperanza se unieron en el pabellón del hospital Luis Calvo Mackenna. Ese día, Martina Caramori Campos, una niña de cuatro años, fue donante de médula para su hermano Agustín, quien solo tiene seis años. La operación sería un paso más hacia la recuperación que este pequeño busca para enfrentar la leucemia linfoblástica que le detectaron en febrero de 2018.
Solo el amor mueve los corazones, espanta los demonios y aleja las malas vibras. Solo el amor y la fe juntas pueden hacer milagros. Eso es lo que cree la madre de Agustín y Martina, María Susana Campos, una joven de 31 años, algarrobina de toda la vida, quien hoy está parada frente a uno de los momentos más humanos y clave de su existencia. Y claro que ha sabido enfrentar a la desgracia, con dolor, pero con fuerza, pasión y certeza, la certeza de que nadie gana una batalla sin pelearla.
Con energía
A casi un mes de la operación, María Susana habló con Diario El Líder. Nos responde el teléfono desde la sala de recuperación donde cuida diariamente a su hijo desde aquel 10 de septiembre. Su voz se oye firme y alegre. Han sido tiempos difíciles, pero ella ya saborea la alegría de ver a Agustín con nuevas energías y expectativas.
Ella recuerda que fue justo para el cumpleaños de su hijo cuando los médicos le diagnosticaron la leucemia. Ese 16 de febrero de 2018 la vida les cambió por completo. "Eso fue horrible y ese mes partió el tratamiento intensivo de quimioterapia, que duró hasta el 2 de octubre", cuenta.
Desde octubre de 2018 hasta el primer trimestre de 2019 siguió la etapa de mantención en su casa. En abril comenzó una nueva quimioterapia, a la vez que los especialistas declararon que era posible realizarle un trasplante de médula, por lo que partió la tarea de buscar posibles donantes compatibles.
Y fue Martina quien pudo salvar a su hermano. Así se confirmó en agosto. María Susana, con el apoyo de sus padres, Carlos y María, además del de su hermana Gabriela, ha sido el sostén para que Agustín vuelva a sonreír. Y aunque esto le ha costado llantos de angustia y la obligación de dejar de trabajar con su servicio de banquetería, este proceso ha sido esperanzador.
"Nunca pensamos que Agu iba a tener una enfermedad así, sobre todo porque siempre les he dado comida orgánica, nada de comida chatarra, y por eso cuesta entender por qué le dio leucemia", afirma.
"Hemos avanzado con toda la fuerza, aunque al principio tuve miedo porque se vino un montón de cambios en la vida de todos nosotros. Es como que se enferma toda la familia, no solamente Agustín", añade.
Resistir
-¿Cómo lo ha hecho usted para no flaquear?
-Hay que seguir siendo felices. Para mí tenerlo feliz y con ganas de todo, a pesar de que él, por su corta edad, no entiende qué es lo que pasa en su sangre, es lo más importante. Mi misión es tenerlo feliz cada día, que tenga ánimo siempre.
-¿Qué sintió usted cuando les confirmaron que ellos eran compatibles para el trasplante?
-Ese día le di gracias a Diosito. Yo me aferré mucho a Dios y fue una tremenda bendición que dos hermanos fueran compatibles, lo que ocurre solo en el 25% de los casos; entonces Martina es la única hermana que tiene Agustín y que fueran 100% compatible fue una gran bendición, por eso esa vez lloré con la doctora.
-¿Qué sintió cuando vio a su hijo después de la operación?
-Cuando salí del pabellón para que hicieran la operación sentí miedo y angustia, pero Agustín estaba muy confiado y que dijo 'mamá, quédate tranquila, Dios está haciendo la obra, así que sal tranquila'. Yo creo que la enfermedad lo hizo madurar mucho porque él me da tranquilidad a mí, creo que es muy maduro para la edad que tiene.
-¿Cómo ven el futuro después del trasplante?
-Lo único que queremos es que pase luego el tiempo, nuestra lucha ahora es con el tiempo, y después tratar de tener una vida normal, que Agustín pueda salir, jugar y volver al colegio, que tanto le gusta. Queremos hacer una vida normal porque estar en un hospital duele mucho, imagínese vivir acá todos los días. Gracias a Dios, Agustín respondió bien, se está recuperando y podríamos pensar en que próximamente le den el alta. Tenemos la esperanza de salir luego.
-¿Qué mensaje le daría a las familias que pasan por una situación similar a la de ustedes con un hijo enfermo?
-Lo principal es que yo me aferré mucho a Dios, siempre he dicho que mientras haya vida, hay esperanza, y así con toda la fe me aferré y me encomendé a Diosito.
-¿Y dónde guardó la pena y el dolor?
-La pena hay que dejarla afuera, entrar con toda la sonrisa. Cuando yo entro a ver a mi hijo, lo hago con la cara llena de risa.
-Martina también ha sido muy valiente…
-Sí, ella dice que hace todo por su hermano. Ella cuando salió de pabellón tenía un dolor fuerte pero dijo que se guardaba el dolor para ayudar a su hermana. Incluso no pudimos celebrarle el cumpleaños el 15 de septiembre porque el Agu recién estaba recuperándose.
-¿Cómo ve la vida ahora que todo va bien con Agustín?
-Me siento muy feliz, estoy agradecida de esta oportunidad de la vida, de volver a empezar. Siento que hay que disfrutar las pequeñas cosas de la vida, de tener a mi hijo cerca y feliz.
La ayuda
Para cuidar a su hijo en el hospital Luis Calvo Mackenna, María Susana debe vivir en Santiago, donde arrendó un departamento que está muy cerca del centro asistencial. Pero como no trabaja, sus ingresos económicos son nulos y su único apoyo real son sus padres. Su madre cuida a Agustín por las noches y también de Martina durante el día.
Para ayudar a costear lo que significa la estadía en la capital, los amigos y familiares de María Susana organizaron un bingo solidario que se realizará el este sábado 5 de octubre, a las 18.30 horas, en el gimnasio Municipal de Algarrobo.
"Contaremos con la animación de Ingrid Aceitón y actuarán el grupo Estilo Chic, el cantante Nathan y el grupo C4", dice Gabriela, hermana de María Susana.
Las entradas para el evento tienen un valor de $2.500 y habrá atractivos premios, concursos y productos para comer.
"Esperamos que la gente nos apoye porque nadie está libre de esto y no hay bolsillo que resista una enfermedad como esta", afirma María Susana, quien agradeció a todos quienes han colaborado con esta tarea.
El sueño de agu
Las rutinas en el hospital incluyen juegos, clases y actividades recreativas. Así el niño puede distraerse y salir adelante.
"Agustín tiene el sueño de ser youtuber y para eso necesita un notebook que le permita grabar y transmitir. Estamos tratando de conseguir un notebook y ojalá pueda tenerlo para que cumpla su sueño", sostiene la madre de Agustín.
Quienes quieran ayudar a esta madre y sus hijos, y sobre todo a que Agustín pueda cumplir su anhelado sueño, pueden contactarse con Gabriela Campos al teléfono +56984913178. También pueden escribir al correo scamposcalcumil@gmail.com.
"Nunca pensamos que Agu iba a tener una enfermedad así, sobre todo porque siempre les he dado comida orgánica, nada de comida chatarra",
María Susana Campos,, madre del niño
"Me siento muy feliz, estoy agradecida de esta oportunidad de la vida, de volver a empezar. Siento que hay que disfrutar las pequeñas cosas de la vida",
María Susana Campos,, madre de Agustín
"Agustín tiene el sueño de ser youtuber y para eso necesita un notebook que le permita grabar y transmitir",
María Susana Campos,, madre del niño