Los sanantoninos que pedalearon desde el mar hasta la cordillera
Nueve ciclistas locales estuvieron en el "Desafío de mar a cordillera", una dura carrera de mountainbike que se extiende durante tres días y que reúne a competidores de todo el país.
Lissette Ilica Pérez (33 años) es matrona en el Centro de Salud Familiar Diputado Manuel Bustos de Bellavista. Practica mountainbike (MTB) solo hace un año y ya participó de una competencia extrema como el "Desafío de mar a cordillera", organizado por la Municipalidad de Illapel y con un trazado emplazado a más de 3.500 metros de altura.
"Me motivó la experiencia de mis compañeros de ruta, Boris y Juan Carlos, que participaron de la primera versión de Illapel en enero de este año y me habían comentado lo bello del lugar y las variadas rutas entre la naturaleza", comienza narrando esta apasionada del ciclismo, de su hija Antonia y de su trabajo en salud.
Lissette agrega que "fue maravilloso. Una experiencia inolvidable y muy linda. Efectivamente, las rutas son sorprendentes. La belleza de la naturaleza se aprecia en todo su esplendor, desde el mar, luego el valle, hasta llegar a la cordillera. Fue una carrera ardua y muy pesada, pero estuve con toda la fuerza, la intención y el ánimo de llegar a la meta. Conocí y compartí con gente de otras localidades; convivimos a la hora del desayuno, almuerzo y cena juntos; reímos y comentamos sobre la misma carrera y cómo la iba viviendo cada uno, eso es inolvidable".
Para esta matrona sanantonina, lo más difícil fue el tercer día, cuando comenzó el ascenso hacia la cordillera. "Es una sola ruta y solo de subida. En la mañana estuvo con sol, calor y un poco de falta de hidratación por la demanda hídrica que se generó en esa instancia. Personalmente, me mantuve asustada todo el tiempo. Había móviles que te trasladaban en algunos trechos si te sentías mal, pero por un camino estrecho que tenía cerro a un lado y al otro, precipicio. Solo quería llegar y bajar esos 3.600 metros de altura".
Lissette recomienda "ciento por ciento esta competencia, pero para los que están dispuestos a soportar largas rutas, acampar y no tener grandes comodidades durante los tres días que dura esta experiencia extrema".
Experimentados
Boris Castañeda Jorquera (42) subió al podio en la misma competencia. Completó casi 200 kilómetros de carrera y obtuvo el segundo lugar en la categoría 40-44 años.
Hace poco más de 10 años que este profesional informático, encargado de computación en el Liceo Bicentenario, practica mountainbike y ya tiene experiencia en competencias extremas, porque estuvo en esta misma prueba en enero pasado.
"En el verano se realizó esta competencia en que se cruza de mar a cordillera en bicicleta. Esa vez fue a nivel recreativo, de todas maneras, estuvo muy dura y no todos pudieron llegar pedaleando. Por lo mismo quise participar de nuevo. Esta vez se efectuó casi el mismo recorrido, pero en dos modalidades: recreativo y competitivo. En este último participamos varios amigos de San Antonio", detalla.
-¿Cómo fue esta vez la experiencia?
-Pensé que al no participar en la modalidad recreativa, no habría la camaradería que tuvimos en el primer desafío, puesto que en el competitivo, uno solo quiere llegar de los primeros, y no hay tiempo de sacar fotos ni conversar. Pero me equivoqué. La pasamos genial, cuando había que competir, competíamos; cuando había que tirar tallas, las tirábamos. Lo mejor fue que esta vez fuimos más personas de San Antonio y todos disfrutamos de principio a fin.
-¿Qué fue lo más difícil?
-Lo más difícil fue pedalear con pocas horas de sueño; los extremos del frío y calor; el partir de la playa a cero metros de altura y pasar a la tercera etapa llegando a una altitud de 3.600 metros. Y el inolvidable dolor de trasero de la tercera etapa, con más de cuatro horas de pedaleo.
"Lo mejor, la hospitalidad de la gente de cada lugar que cruzábamos. Los niños salían de sus casas a darnos dulces, aplausos. El gran compañerismo de todos los amigos de Illapel y de otros lugares de muy lejos que vinieron a esta carrera. Y la excelente organización de la Municipalidad de Illapel", agregó Castañeda.
-¿La recomienda?
-La recomiendo totalmente. Algunos amigos que han participado en otras competencias de las más duras del norte del país, encontraron que esta es mucho más difícil. Con el simple hecho de decir que en la modalidad competitiva participamos casi cien ciclistas, y sólo 25 logramos completar las tres etapas y llegar a la meta. De todas maneras, hay que recalcar el sacrificio de todos los participantes que lo dieron todo para llegar a cada punto de la carrera, y como todo ciclista de MTB, no se arrepentirán de participar.
Competidores
Juan Carlos Rojas Gómez (52) obtuvo el primer lugar en su categoría y el número 11 en la general.
Este sanantonino trabaja en la casa de Repuestos Fabián de calle Centenario, en San Antonio, junto a su hermano, que es el dueño del local.
"Hace como seis o siete años que practico mountainbike, después de una grave lesión que tuve luego de una vida jugando fútbol", explica. Agrega que se motivó a participar del "Desafío de mar a cordillera" en Illapel porque su padre es oriundo de esa ciudad y, además, porque estuvo en la versión del primer desafío, en enero de este año.
"La experiencia es muy enriquecedora. Conoces personas de diferentes partes del país y allá somos todos iguales, a todos nos mueve la pasión por el mountainbike", confiesa.
Añade que "lo más difícil fue subir la cordillera hasta los 3.600 metros de altura. Una subida no apta para cualquier persona, interminable, agotadora, muriendo de a poco. El cansancio físico pasa la cuenta, pero mentalmente iba muy bien, aguantando el ritmo, siempre en ascenso. Las ganas que tenía de terminar la carrera eran enormes y sabía que estaba en el primer lugar, por las estadísticas que llevábamos cada uno. La recomiendo a ojos cerrados. Pero es importante llegar bien entrenado, física y mentalmente".
Otro de los competidores es José Berríos Blanco, supervisor de área en una inmobiliaria y constructora local. Practica mountainbike hace 10 años y en el "Desafío de mar a cordillera, obtuvo el primer lugar en la categoría 40-44 y 14 en la general.
"La experiencia es única. La comunidad de Illapel es muy amable; la logística y la organización de la carrera, excelente. La recomiendo de todas maneras, porque es una muy bonita experiencia. Ojalá más deportistas de la provincia se motiven para la tercera versión", expresa.
A su juicio, "lo más difícil fue la tercera etapa, denominada la Reina Madre y consiste en andar en bicicleta durante 34 kilómetros, pero comenzando a 1.600 metros y terminando en 3.600 metros de altura. De los más de 100 competidores, solo 25 logramos terminar los tres desafíos".
"Fue maravilloso. Una experiencia inolvidable y muy linda. Efectivamente, las rutas son sorprendentes",
Lissette Ilica,, matrona
"Lo más difícil fue pedalear con pocas horas de sueño; los extremos del frío y calor; el partir de la playa a cero metros de altura y pasar a la tercera etapa llegando a una altitud de 3.600 metros",
Boris Castañeda,, informático
Así es la carrera
La segunda versión de esta travesía ciclística "Desafío de Mar a Cordillera" se realizó durante tres días, entre el 27 y 29 de septiembre. Es organizada por la Municipalidad de Illapel, a través de la Corporación Municipal de Deportes y Recreación (Cordep), y congregó a más de 100 participantes de diferentes regiones del país, incluso del extranjero. Los deportistas atravesaron la zona más angosta de Chile, desde la costa de la comuna de Canela hasta el hito fronterizo Chile-Argentina ubicado en la cordillera de Illapel, a 3.600 metros sobre el nivel del mar. Los circuitos establecidos por la competencia sumaron más de 170 kilómetros de pedaleo en un ascenso constante que implicó un gran esfuerzo físico para los deportistas.