José Salgado Núñez
"Fue en 2012 cuando mi marido sufrió su primer ataque cerebrovascular. Me acuerdo que empezó a sentirse algo mareado. Entonces le pregunté que qué le pasaba y él me dijo que era algo pasajero, que se iba a mejorar. Sin embargo, a los pocos días volvió a mostrar los mismos síntomas, a tal grado de que no se podía levantar y estaba algo desvanecido. Lo primero que nos dijeron en el hospital fue que tenía un resfrío, pero eso nos parecía raro. Entonces lo trasladamos a una clínica en Santiago, y fue ahí donde nos comunicaron el lapidario diagnóstico".
Así comienza a contar Carmen Henríquez Gatica (53) lo que fue el radical cambio que sufrió su querido esposo Nelson Héctor Vásquez Lamárquez (74), quien, junto a ella, trabajó más de 40 años como feriante en diversos sectores de San Antonio.
Actualmente, el hombre se encuentra alejado de su oficio debido a su complicado estado de salud, siendo su mujer y sus hijos, Jacqueline, Marta y Nelson, los encargados de mantener vivo su legado en las ferias libres.
Sin embargo, pese al complejo panorama que se le ha presentado, el comerciante ha sabido sobreponerse gracias al cariño que le han brindado tanto su familia como la comunidad, al menos así lo afirma Carmen, quien se encarga de su cuidado.
"Él siempre mostró mucha pasión a la hora de desempeñarse como feriante. Nosotros comenzamos a trabajar en esto en 1975, ya que antes de eso él laboraba en la fábrica Rayonhil, en el patio de químicos. Eso duró hasta el año 1973, cuando ocurrió el golpe de Estado. Me acuerdo que dos días después del 11 de septiembre llegaron los militares a golpear la puerta y se llevaron a mi marido, pensando que tenía armas en nuestra casa ubicada en ese entonces en calle Maestranza", señala la mujer.
-¿Cómo vivió usted su detención?
-Lo apresaron y me acuerdo que lo tuvieron una semana incomunicado. Yo no sabía nada y temía lo peor. Yo recuerdo que estaba embarazada de mi segundo hijo, Nelson, cuando esto sucedió.
-¿Y qué pasó después?
-En un momento estaba de verdad asustada, sin embargo, a los días él apareció en la casa. Me acuerdo que lloramos de felicidad, pero hay que entender que en esos tiempos uno no sabía qué podía pasar.
Feriante
Luego de ese complejo episodio, Nelson comenzó a trabajar como feriante junto a su esposa. Primero en el sector de Barrancas y luego por otros puntos de la comuna.
"En esos años recuerdo que nosotros íbamos a buscar los vegetales a Bellavista, donde actualmente está la feria Acoma. Teníamos unos caballos para ir a buscar las verduras, sin embargo, despues compramos una camioneta. A mí siempre me gustó trabajar en eso, ya que, más que nada, me gustaba ver cómo la gente quedaba satisfecha con los productos y el trabajo que ofrecíamos", comenta don Nelson con dificultad en su silla de ruedas.
Tal trayectoria hizo que en el año 2011 fuera declarado Ciudadano Ilustre por la Municipalidad de San Antonio, un premio del cual se siente orgulloso.
"Creo que si mucha gente va a las ferias hoy en día se debe a que los mismos trabajadores se han entregado a ese oficio día a día, algo que siempre me encargué de inculcar, por eso es que estoy muy feliz", afirmó a Diario El Líder en su casa del sector 30 de Marzo.