Comercio sanantonino se mantuvo con todos sus locales cerrados
Los trabajadores de Llolleo, San Antonio y Barrancas decidieron bajar sus cortinas en adhesión al paro nacional convocado ayer. Se espera que hoy funcionen con regularidad, según dijo presidente del sector.
Isabel Muñoz fue una de las pocas sanantoninas que ayer decidió salir a recorrer el centro de San Antonio en busca de algún local abierto.
A pesar de las múltiples advertencias que les hicieron sus hijos y nietas de no ir a "pasearse" al sector en medio de las manifestaciones, ella igual decidió salir de su casa para ver qué pasaba.
"Quería ver a mi pueblo despertar porque como soy vieja no me dejaban salir de mi casa, pero me rebelé (ríe). Yo sabía que iba a estar todo cerrado, pero igual tenía la esperanza de que algún negocio estuviera abierto", contó esta vecina de cerro Alegre mientras le tomaba fotos a los manifestantes.
Pero Isabel no fue la única que decidió ir al centro de San Antonio a pesar de las advertencias de sus familiares. Rosa Pereira, vecina de Placilla, también quiso constatar lo que estaba pasando con sus propios ojos así que hizo oídos sordos a las recomendaciones y "bajó al centro".
"El lunes dejé todas mis compras hechas para no tener problemas. Ahora solo ando dando una vuelta para ver cómo estaba la marcha además que yo sabía que estaría todo cerrado", comentó Rosa.
Según esta dueña de casa, el centro de San Antonio no se veía tan apagado desde el terremoto de 2010 cuando algunos locales resultaron con daños y se vieron obligados a bajar sus cortinas.
"Es increíble cómo el comercio puede mover a una ciudad. Ver todo cerrado y protegido es bien triste, pero al parecer es la única forma que tienen de resguardarse y de apoyar el paro porque a final el comercio y sus trabajadores también forman parte de las demandas que está haciendo el pueblo chileno", reflexionó Rosa.
Para esta placillana, quien proviene de una familia de comerciantes, la lucha que están dando los locatarios también es válida. "Decidieron no abrir sus locales para apoyar el paro, pero después serán ellos los que afronten sus cuentas porque a los emprendedores no los ayuda nadie. Lo sé porque vengo de una familia de comerciantes de harto esfuerzo".
Comercio cerrado
Ayer el comercio local amaneció completamente cerrado y según lo informado por Rafael Letelier, presidente de la Cámara de Comercio Detallista de San Antonio, la totalidad de los locatarios decidió adherirse al paro "porque nosotros también somos parte de las demandas que hoy están sobre la mesa".
"En Llolleo, Barrancas y San Antonio la adhesión al paro fue de un cien por ciento. El miércoles el comercio vuelve a funcionar con normalidad", explicó el timonel de los comerciantes sanantoninos.
Cartel amarillo
La mayoría de los locales mantenía pegado en sus cortinas un letrero amarillo que daba cuenta de su apoyo al paro nacional.
"Yo decidí no abrir mi local porque creo que como comercio debemos apoyar este movimiento y porque también me da miedo", reconoció una comerciante que por temor prefirió mantenerse en el anonimato.
Esta sanantonina fue testigo "privilegiado" los saqueos registrados en el centro de la ciudad durante los primeros días de la crisis social.
"Era como estar en una película de terror. Personas trabajando unidas en el robo de teles, de equipos de música. Con el pasar de los días eran bandas organizadas las que se estaban metiendo a los locales", recordó la comerciante.
Afortunadamente esos "oscuros días" han ido quedando atrás, ya que según esta indicó, "de a poco intentamos retomar la normalidad aunque creo que jamás volveremos a ser los mismos".
"Ver a gente de San Antonio robando y con sus caras llenas de risa daba pena. Era como si estuvieran haciendo una travesura. Fueron días bien tristes no solo para los comerciantes, sino que para todos quienes trabajan en el centro", lamentó la locataria.
Colegio
En tanto, en los establecimientos educacionales municipales la asistencia escolar fue baja, y según lo informado por Pablo Mecklenburg, director de Educación Municipal de San Antonio "no hubo daños a funcionarios ni a los establecimientos educacionales".
En cuanto a la entrega de alimentación por parte de la Junaeb, el funcionario indicó que se hizo entrega a "todos los niños que lo requirieron".
Julia Montes decidió no enviar a sus hijos al colegio por temor y por apoyo al paro nacional convocado. Aseguró que siente miedo e incertidumbre debido a la crisis social que enfrenta el país y aunque ha tratado de dejar a sus hijos fuera de todo esto, "ellos igual me preguntan cosas sobre lo que está pasando".
Decidí no enviar a mis hijos por miedo. Su colegio está muy cerca del puente de Llolleo y ahí siempre están pasando cosas así que opté por no mandarlos. Ellos no estaban muy felices con la decisión de no ir a clases porque se aburren en la casa, pero su seguridad está primero", contó la apoderada.
Manuel Rojas marchó ayer por las calles de la comuna con sus dos hijos menores de 5 y 9 años. Este sanantonino también optó por no enviar a sus hijos al colegio.
"Era peligroso enviarlos porque iba a estar todo paralizado y en caso de ocurrir una emergencia no iba a tener cómo llegar al colegio. Ellos estudian en Barrancas y es aquí donde a veces queda la escoba así que mejor decidí unirme a la marcha con los más chicos", acotó el sanantonino.
Se espera que hoy los establecimientos educacionales de la provincia retomen las clases de manera normal.