El hombre que le pegó "el palo al gato" con sus puertas blindadas
Claudio Pontigo González comenzó hace tres años con este emprendimiento que hoy lo tiene lleno de trabajo.
En 2017 el santodomingano Claudio Pontigo González (31) se decidió a montar su propio emprendimiento. Al principio no fue fácil, porque "tuve que partir sin capital y avanzar a pulso".
Confiesa que su perseverancia y el apoyo de su familia fueron fundamentales para que su negocio prosperara. "La idea no nació de la noche a la mañana. Tuve que estudiarla bien y surgió de una necesidad que había en la ciudadanía. Tenía las ganas, pero me faltaba casi todo", comenta.
Antes de dar el salto, había trabajado en distintos oficios, como guardia de seguridad y ayudante de soldador. "Hace mucho tiempo que quería tener mi propio emprendimiento, hasta que me lancé en esta aventura. Y no me arrepiento".
Así creó "Metal-Lock", un negocio enfocado en la elaboración de puertas de seguridad, acorazadas y blindadas, las que él mismo fabrica. "Antes de comenzar, los miedos me hacían dudar. Sin embargo, en ese instante tuve el respaldo de mi familia, que me ayudó emocionalmente. Para cualquier emprendedor el apoyo de tus seres queridos es lo más importante, más allá del dinero que inviertas", asegura Pontigo.
-¿Qué le decía su familia respecto a este proyecto?
-Tenían sus dudas al comienzo, pero siempre me brindaron su apoyo. Creo que eso se debió a que conocían cómo era mi desempeño en el trabajo. Mi esposa, Claudia Piña, ha sido un pilar fundamental, porque también se encarga de asesorarme cuando le pido consejos de diseño, puesto que ella es diseñadora de vestuario.
-¿Su esposa también forma parte del emprendimiento?
-Se podría decir que sí. Sus opiniones son muy valiosas para mí. Cuando comenzamos nadie confiaba en nosotros. Éramos nuevos y, claro, hacer una empresa y crear un producto sin fondos de respaldo y sin capital resultaba algo que no generaba mucha confianza. Lo más seguro es que no lo hubiese llevado a cabo de no haber tenido su apoyo.
-¿Cómo nació la idea de hacer puertas blindadas?
-Al principio queríamos elaborar estructuras de metal para el hogar. Hasta ese instante las puertas eran un tema secundario, pero al final nos dedicamos a ellas porque era mucho más factible, siempre con la misión de crear un producto de la mayor calidad posible.
Calidad
Claudio cuenta que "nos demoramos cuatro meses en vender la primera puerta a un cliente de Las Condes. Esto lo empecé yo y mi amigo Jaime Oyanedel, quien gustoso me quiso ayudar en este proyecto. Ha sido a través de la recomendación de nuestros clientes que hemos enviado nuestros productos por casi Chile. Un 70% de nuestros clientes son de Santiago y Viña del Mar, mientras que el 30% son de otras regiones".
-¿Y qué características tienen sus puertas blindadas?
-Todas nuestras puertas son completamente de acero e indeformables...
-¿Indeformables?
-Indeformables en el sentido que pueden ponerle un chuzo para abrirla y no van a poder hacerlo, ya que, además, poseen protectores de acero antitaladro y antiganzúa, junto con un cierre para dos direcciones. No se pueden abrir ni con un galletero ni con cerrajero. Está todo pensado para brindar seguridad a nuestros clientes.
-¿Y cuál es el costo de una puerta de este tipo?
-Los precios varían dependiendo de la línea que nos pida el cliente. Puede ser una puerta básica o smart, que se abre a través del celular. Nosotros cotizamos dependiendo de las necesidades que tengan los clientes, ya sean empresas públicas, privadas o la misma gente que quiere estos productos en sus domicilios.
-¿Cómo lo hace para competir en este mercado?
-Creo que una de las razones del porqué la gente nos prefiere es que cada día nos esforzamos en entregar un producto bueno y de calidad. Cada día estamos enfocados en mejorar y eso es vital si queremos que esto siga. Una prueba de ello es que llevamos ya tres años con este emprendimiento. Eso nos hace pensar que vamos por buen camino.
-¿Cuál ha sido la clave para la continuidad de su proyecto?
-Nuestro compromiso, sumado a la calidad y al trabajo que entregamos, ya que esto fue una iniciativa propia y osada. Hemos también aprendido a través de la marcha y la práctica. Por ejemplo, cada uno de nuestros productos es revisado con el fin de que no presente fallas. Somos nuestro propio control de calidad. Queremos que la gente se sienta satisfecha y segura con nuestras puertas.
-¿Y cómo le ha ido al negocio con esta crisis social?
-Tenemos pedidos acumulados desde antes de que ocurriera esta contingencia. A diferencia de lo que piensa la gente, nosotros no tenemos tanto trabajo a causa de esta situación. Lo que sí, estamos priorizando los pedidos. Sobre esto que está pasando, nosotros compartimos lo que la gente opina. Quizás piensen que somos diferentes por tener este emprendimiento, pero somos iguales a todos.