Advierten que la crisis causó un "terremoto emocional": ¿Qué hacer en San Antonio?
Universidad de Valparaíso proyecta un alza en las enfermedades mentales. Desde el municipio indicaron que hay que acercase a un centro de salud y hablar con una asistente social, quien derivará el caso a un profesional.
Las malas noticias no llegan solas. La semana pasada, el Departamento de Salud Municipal de San Antonio advirtió sobre el alza en los casos de angustia, depresión y estrés, entre otros problemas de salud mental, como consecuencia de la tensión que se ha experimentado en el país, y particularmente en la comuna puerto, desde que partió el estallido social el 18 de octubre en Santiago y al día siguiente en las demás ciudades de Chile.
Y no es el único aviso. La Universidad de Valparaíso indicó que el nivel de estrés que está sufriendo la sociedad chilena es altísimo y que aunque se alcance una solución al conflicto en el corto plazo, el daño emocional de las personas es preocupante, comprometiendo incluso la salud mental de las siguientes generaciones.
El doctor Alexies Dagnino, investigador del Centro de Neurobiología y Fisiopatología Integrativa (Cenfi) de la mencionada casa de estudios, señala que el estrés postraumático se puede traspasar de una generación a otra.
"Está ampliamente documentado que en sociedades que han vivido situaciones muy estresantes, los efectos del estrés se transmite a las próximas generaciones, un ejemplo de ello es el Holocausto", aseveró.
No es nuevo
El académico agrega que el estrés no es un fenómeno nuevo. Esto quedó en evidencia en el reporte "Depresión y otros Desórdenes Mentales Comunes" publicado en el 2017 por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El estudio señala que en Chile cerca de 850 mil personas mayores de 15 años padecen depresión -lo que equivale al cinco por ciento de la población- y más de un millón sufren de ansiedad. Lo anterior pone a Chile entre los cuatro países con mayor prevalencia en enfermedades siquiátricas relacionadas con el estrés en el continente.
El doctor Dagnino detalla que el estrés es una respuesta natural que se da ante las demandas del entorno físico y emocional. Cuando la persona interpreta ese ambiente como amenazante desencadena una reacción fisiológica que prepara al organismo para dar una respuesta que permita enfrentarla y adaptarse ella, por ejemplo, arrancar, esconderse, pelear.
El organismo está preparado para realizar este tipo de cambios cuando es necesario y puede volver a su estado natural sin que esto implique sufrir consecuencias irreversibles. Sin embargo, el investigador indica que cuando el entorno cambia rápidamente en el día a día, algunos cerebros no alcanzan a adaptarse. Por lo tanto, es sencillo predecir -considerando la situación por la que pasa el país- que en los próximos meses ese tipo de enfermedades tenderá a aumentar fuertemente.
"Ya no solamente vamos a hablar de los mutilados de los ojos o de los fallecidos por el estallido social, sino que vamos a hablar de las graves enfermedades mentales generadas por el estrés y el aumento de su prevalencia. Recordemos que estas enfermedades cuando no son tratadas son causa de suicidio y muerte de las personas", agrega.
Niños, niñas, adolescentes y adultos mayores son los más vulnerables a los mencionados trastornos.
"La magnitud de los efectos del estallido social equivalen a un terremoto emocional. De eso estamos hablando. El estrés produce aumento de la ansiedad, mayor susceptibilidad a la impulsividad y agresividad, menor concentración y problemas en la memoria. El cerebro humano es demasiado susceptible a los cambios emocionales. Hoy se perdió el miedo a manifestarse. Lo que estamos viviendo es un cambio emocional en un contexto social muy fuerte y cambiante. El cerebro en algunos casos puede adaptarse a esos cambios, pero hay una gran parte de la población que no va poder, lo que contribuirá a desencadenar el desarrollo de patologías mentales como la depresión y los trastornos de ansiedad", advierte el científico.
La Dirección de Salud de la Municipalidad de San Antonio elaboró recomendaciones para tomar en cuenta, las cuales se imprimieron en un tríptico que está siendo entregado en distintos centros de salud (ver recuadro).
Karina Córdova, encargada comunal de Promoción de Salud, en conversación con Diario El Líder expuso que "en todos los Cescof y Cesfam hay duplas sicosociales" para asistir a quienes se sientan afectados.
Los pacientes tienen que partir pidiendo una hora "con las asistentes sociales. Son ellas quienes ven y coordinan si la persona tiene que ir a sicólogo, al médico o a ambos".
Las profesionales aplican tests con los que pueden determinar la gravedad del caso e incluso gestionar interconsultas al hospital u otros establecimientos de mayor complejidad.
El estrés y las crisis de pánico (angustia) son, por ejemplo, dos fenómenos tratados en los consultorios.
"Ir primero a la asistente social es muy importante, porque si la persona no está ingresada al programa de salud mental debe esperar mucho para tener su hora y, en cambio, la asistente evalúa y en casos urgentes puede recibir la atención del médico o sicólogo, o ambos, el mismo día", finalizó Córdova.
Consejos
Entre los consejos que entregó el municipio está que "los niños y niñas permanezcan en espacios físicos que entreguen condiciones de seguridad, no exponerlos a imágenes violentas y responder sus preguntas o temores con un lenguaje claro y sencillo". Junto con ello se aconseja cuidar la mantención de la rutina básica y fomentarles actividades como juegos, deportes y estudios. Asimismo, se recomienda buscar espacios abiertos para evitar la sensación de inmovilización y transmitirles seguridad tanto con las palabras como con las acciones.
2 de diciembre. Desde ese día están operativos todos los consultorios de San Antonio.