Un grupo de delincuentes no encontró peor maldad que ingresar a robar a la "Casa de la discapacidad" de San Antonio, lugar donde se atiende a personas con diferentes tipo de limitaciones.
Los hampones habrían llegado hasta el centro ubicado en calle Los Cisnes, en Llolleo alto, la madrugada y cortaron la energía eléctrica para evitar que las alarmas del recinto funcionaran.
Los sujetos entraron rompiéndolo todo, pues quebraron ventanas y abrieron las puerta utilizando, aparentemente, una diablito.
Como estaban buscando especies de valor también rompieron varios estantes.
Los antisociales se dieron un festín con equipamientos kinesiológicos y médicos que había dentro de la "Casa de la discapacidad", pues se llevaron unas máquinas de escáner, otras de Tens y luces infrarrojas, todas las que son usadas para atender a abuelitos con problemas motores.
"Esto es un robo que afecta, por las especies que se llevaron, pero también a los pacientes, porque ahora hay varios servicios que no podremos seguir realizando para la comunidad", dijo la encargada del centro, Érika Zúñiga.
Los sujetos lograron huir del lugar con especies avaluadas en 7 millones de pesos.
Junto con los equipos médicos los ladrones sustrajeron varias herramientas que eran usadas en unas obras de mejoramiento.
Atención
La encargada de la "Casa de la discapacidad" explicó que ayer se agotaron todos los medios para poder atender a los pacientes, pero advirtió que con este robo unas 350 personas con capacidades diferentes se podrían ver afectadas, pues no se podrán entregar ciertas atenciones.
"Nosotros atendemos a todos los adultos mayores de Llolleo y Tejas Verdes y hasta aquí llegan niños de la Teletón de toda la provincia para trabajar con kinesiólogos", aportó Zúñiga.
Desde ayer comenzaron a laborar para reparar los daños realizados por los hampones y para tratar de evitar que vuelvan a robarles.
Perdieron valiosa infomación
La encargada de la "Casa de la discapacidad", Érika Zúñiga explicó que se encuentran muy aproblemados porque los hampones se llevaron un computador con toda la información social de sus pacientes.
"Ahí había informes sobre quienes estaban postulando a sillas de ruedas y a mejoras en viviendas para facilitar la movilidad. Ahora no tenemos nada y tendremos que comenzar un arduo trabajo desde cero", lamentó.
En el mismo PC robado además estaba el avance en el tratamiento de cada uno de los usuarios.
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