María Ubeda ha vivido 100 por ciento junto a su hija en sus 16 años. Ha estado junto a ella en los momentos buenos, pero también en os difíciles.

"A veces convulsiona tan fuerte y hasta por 2 horas que una llega a pensar en lo peor. No es fácil llevar una vida así y por lo mismo, mi preocupación ha sido ella, quizás a veces dejando de lado las necesidades de sus hermanos aunque nunca olvidándolos", cuenta.

Pero en los momentos complicados cuando no tiene trabajo o no puede hacer algo para generar recursos, ella se acuerda de quienes le han tendido una mano en estos momentos,

"Agradezco la ayuda de todos en el hospital de San Antonio y de Valparaíso. Además a las familias San Martín-Lizana y al matrimonio de doña Carmen y don Francisco, quienes me han tendido la mano solidaria sin pensar en nada más, ni pedir nada a cambio. También a la empresa de buses que me ayuda con los pasajes", declaró.