Las personas que acompañan a Anita González en el recibimiento de su nuevo carrito de confites no paraban de emocionarse.

Es que las palabras de la mujer de 59 años quebraban hasta al más fuerte. Con un optimismo ante la vida que le brota por los poros, la querida señora Anita le contaba a todos su alegría por este acontecimiento que nunca lo hubiera esperado.

Tras una carta que su amiga Melisa Serrano envió al programa matinal de Canal 13 "Bienvenidos", la residente de Llolleo se vio beneficiada con un carrito para que pudiera cumplir el sueño de su vida, que era trabajar con un puesto vendiendo confites.

mucha emoción

Al mediodía de ayer se llevó a cabo la ceremonia de entrega de la nueva herramienta de trabajo de la señora Anita, quien estuvo acompañada por funcionarios de la empresa de golosinas Arcor y de Canal 13 (gestores fundamentales del inmenso acto solidario), además del alcalde de San Antonio, Omar Vera, y varias amigas que ayudaron repartir la champagne con el que se celebró la llegada del nuevo carrito.

"En mi corazón hay un sentimiento de pena, debido al atropello fatal (en 2010) que sufrió mi querida hija Carlita con su pololo, pero también hay ahora un sentimiento de alegría, ya que podré trabajar como era mi gran sueño durante mucho tiempo. No queda más que agradecer a todo los que hicieron posible este gran regalo", comentaba una emocionada Anita González, en momentos en que recibía su carrito azul lleno de dulces que la empresa Arcor gentilmente le entregó como capital para que comience de inmediato a trabajar.

El permiso municipal ya le fue entregado de parte del alcalde Omar Vera, y su nuevo puesto de trabajo se ubicará donde está la piedra del Bicentenario, en la esquina de Mario Martínez y Barros Luco.

"ahora a trabajar"

"Ahora no queda más que el deber de trabajar, ya que me están entregando una gran oportunidad para realizar algo que estaba esperando", afirmó la señora Ana González, quien nació con una ceguera que nunca pudo ser revertida.

La cara de felicidad de Anita era evidente, y desde ayer su carrito de confites estará atento a los requerimientos de los clientes.

"En mi corazón hay un sentimiento de pena, pero ahora también hay un sentimiento de alegría, ya que podré trabajar como era mi gran sueño". Anita González, dueña de nuevo carrito de confites