Colombianos armaron su propio 18 de septiembre en pleno Barrancas
Carol Colorado y sus hijos hicieron su propia fonda, con harta música y ritmo para disfrutar de las Fiestas Patrias.
En calle Coquimbo en pleno Barrancas hay una casa que llama la atención,
No es por sus dimensiones, ni por sus colores atrevidos, sino porque enarbola orgullosa la bandera nacional junto al pabellón patrio de Colombia.
Allí diariamente circula una cantidad importante de automovilistas y peatones que ven con extrañeza por qué está esa bandera ahí.
Y efectivamente, se trata de la casa de Carol Colorado y su familia, la que venida de Colombia encontró en el puerto de San Antonio su lugar para vivir y como un homenaje al país, enarbolaron su enseña nacional para hacerse parte de las Fiestas Patrias 2013.
El pequeño Alexis va corriendo de un lugar a otro, es inquieto como todo niño de 3 años, pero él quiere llamar la atención, se sube a la silla donde está su mamá, la abraza por la espalda, se le pone enfrente, le toma el pelo... quiere ser considerado en la conversación.
Su madre Carol hace gala de una paciencia enorme, lo toma, lo tranquiliza y lo deja a un costado. A los pocos minutos, el niño volverá a subírsele a las piernas y ella volverá a contenerlo.
Esa decisión para enfrentar diversas situaciones es lo que parece definir a esta mujer colombiana, negra, de pelo trenzado y dientes blancos que junto a su familia se estableció en el sector de Barrancas en San Antonio.
Llegó hace 8 años al país, en busca de mejores condiciones de vida, dejando atrás la inseguridad de su querido puerto de Buenaventura.
El puerto de Buenaventura es el principal terminal marítimo de Colombia, se ubica en el departamento del Valle del Cauca y mueve más del 60% del volumen de carga de todo el país. Es una ciudad que vive para el puerto y es la urbe más grande de la región del Pacífico.
En su territorio es mayoría la población afrocolombiana y el último tiempo se han registrado conflictos sociales a raíz del enfrentamiento de las guerrillas y los grupos para militares. Además, las condiciones de vida de buena parte de la población son deficientes, lo que favorece la emigración a otros países.
En nuestro país la colonia colombiana ha aumentado considerablemente. Según el Departamento de Extranjería e Inmigración del Ministerio del Interior, la entrega de visas sujetas a contrato hasta finales de octubre 2012 los colombianos representan el 22,6%.
Es que el panorama atractivo que representa Chile para los colombianos hace que sea interesante probar suerte en nuestro país.
De hecho en Antofagasta hay más de 11 mil colombianos.
En el caso de Carol Colorado, ella lo hizo a la sureña ciudad de Puerto Montt, atraída por un contrato de trabajo que le prometía muchas más cosas de las que en realidad eran. Así es que se hizo de valor y se fue a Calbuco, a trabajar en el aseo y en la cocina de una pensión.
"Llegué a Chile en pleno invierno. En el sur llovía todos los días y si alguna vez salía el sol no calentaba nada. Yo veía sol y salía con una polerita, pero debía regresar de inmediato para abrigarme porque el frío era mucho", cuenta hoy en la casa que habita en calle Coquimbo.
Conoció en la pequeña ciudad sureña a su pareja, un sanantonino que trabajaba en los astilleros de allá. Se conocieron y decidieron iniciar una vida juntos que por las cosas del destino la trajo a este puerto.
"Debo reconocer que no quería venir -señala- Es que para mí era como volver a comenzar de cero y además en la casa de mis suegros, que me ayudaron, pero no es lo mismo que ser independientes. Así es que con el tiempo -ya lleva tres años aquí- busqué trabajo por ahí y me instalé con mis cosas en una casa".
Y ahora va de un lugar a otro con un buenos días o un buenas tardes, aunque muchas veces no tenga respuesta.
"Eso me llamó mucho la atención. Nosotros estamos acostumbrados a saludar donde quiera que vamos y aquí no es así. Una se sube a un colectivo y dice buenas tardes y con suerte el conductor responde, los demás son todos sordos parece. Como que los encuentro medio maleducados en ese sentido", reflexiona.
costumbres chilenas
Carol Colorado vive con su hija Bridgitte, su hijo Junior, el bebé de éste Ramón Darío de 7 meses, y el menor de sus hijos Alexis de 3 años y que es el encargado de desordenar la casa.
-¿Cómo surgió la idea de poner una bandera colombiana en estas Fiestas Patrias?
-Bueno, una como colombiana siempre tiene muy dentro lo que es su patria y quise hacerlo como un homenaje. Claro que también puse la chilena, porque tengo hijos chilenos.
-¿Y qué piensas del 18 de septiembre?
-Me gustan estas celebraciones. En Colombia se hace algo similar, a diferencia es que las personas van a las fondas, aquí los vecinos se reúnen en sus casas a comer y mucho.
-¿Te gustan las empanadas?
-Sí, hice el pino para las empanadas y me quedan bien buenas. Claro que también hago de las colombianas.
-¿Cómo es eso?
-Son parecidas, sólo que la masa se hace con harina de maíz, no de trigo como acá. Y el queso de allá también es distinto, pero se hace lo que se puede.
-¿Y la cueca qué te parece?
-Me gusta mucho. No sé por qué sólo la tocan para estas fechas. Las primeras veces que la escuché encontré que se parecía mucho al currulao.
-¿El qué...?
-El currulao. Es un baile de la región del Pacífico y de Buenaventura, típico de la cultura negra, se baila en pareja, tiene mucho de conquista como la cueca. Hay zapateos, se usan pañuelos y se hace el 8.
-¿Los colombianos tienen harto ritmo?
-Me gusta la música, me alegra. Me gusta la salsa y cuando a veces hacemos un carrete ponemos harta música, aunque a veces tengamos problemas.
-¿Cómo es eso?
-Qué a veces llega Carabineros porque tenemos la música muy fuerte. Me han pasado partes, jajajaja.
-¿Y los vecinos qué dicen?
-Mira, me ha pasado de todo, pero si vienen de buena manera y dicen que se baje la música lo hago. Distinto es cuando vienen con prepotencia y garabatos. Eso no me gusta.
-Tengo mi fonda aquí en la casa, vienen amigos y compartimos un rato. Lo pasamos bien. Hay que ser alegres.
Actualmente Carol trabaja en la Escuela Industrial de San Antonio, allí ha aprendido el trato con los estudiantes y además, ha comprobado que puede realizar diversos trámites propios de su empleo que la hacen conocer más el sistema chileno.
"Claro tengo que ir a los bancos o tramitar las licencias en las isapres, Todo ayuda que una conozca más como son las cosas aquí y a la vez puedo ayudar a mis paisanos que necesitan ayuda".
-¿Has ayudado a otras personas que son inmigrantes?
-Claro, ocurre que muchos llegan al país y no tienen recursos, no saben cómo hacer los trámites, ni cómo obtener la cédula de identidad ni como solicitar empleo. Entonces hay que ayudarlos. También pertenezco a un grupo de inmigrantes que trabaja con el padre Javier Santamaría de la parroquia de Barrancas. Allí nos juntamos a compartir información y ayuda.
-¿Hay colombianos ilegales en San Antonio?
-Sí, hay personas que están haciendo los trámites para tener todo en regla. Por eso es importante estar informado.
Junto con su trabajo en la Eisa, Carol no deja de ir todos los fines de semana a las ferias libres de San Antonio.
"Mire, yo busco todas las formas de reunir dinero jajaja", dice.
Y no ha sido fácil. Lo ha intentado de varias maneras y en ese esfuerzo no se ha ido por el camino fácil.
Cuenta que muchas colombianas envían dinero a sus familias en su país, pero esos familiares no saben a qué se dedican acá en Chile.
"Eso es verdad. Se da mucho el caso de niñas que están en cafés y esas cosas. Mire, eso no va conmigo. Nunca lo tomé así y decidí buscar mis opciones por cuenta propia aunque gane el sueldo mínimo y no pueda reunir tanto dinero", reflexiona.
-¿Esa opción siempre está vigente?
-Para mí no. No va conmigo, prefiero las cosas más honestas, aunque sean más complicadas. Mire, para conseguir un permiso para trabajar en la feria me costó un montón, pero gracias a Dios lo logré.
-¿Algún día quisiera regresar a su país?
-Me gustaría más por el hecho de estar con mi familia, pero tengo hijos chilenos que algo tendrán que decir en el futuro. Quisiera darles la oportunidad de decidir y que ellos elijan si seguimos aquí o nos vamos a Colombia. Dios sabrá.
