La valerosa lucha de Sandy por lograr que los sanantoninos reconozcan su identidad sexual
Sandy fue rechazada por su familia y estuvo internada por más de 3 años. Hoy sigue luchando por la aceptación.
Sandy nació el 16 de julio de 1973 como Jorge Rojas. "Yo nací en un cuerpo equivocado. A muy temprana edad supe que era diferente, apenas tuve uso de razón", rememora emocionada la cartagenina quien asegura que "nunca, ni de niño me reconocí varón ", comenta esta cartagenina de 40 años que optó por una identidad sexual femenina.
ORIENTACIÓN SEXUAL
ORIENTACIÓN SEXUAL
"De pequeño yo era muy femenina, recuerdo que los cumpleaños de mi hermana me encantaban, me gustaban sus regalos. Y luego en la adolescencia me di cuenta que me gustaban los niños", reafirma Sandy.
El registro fotográfico de Sandy confirma a simple vista lo que ella relata como el conflicto que libró en su cuerpo. "Ser transgénero para mí es innato, yo siempre externalicé lo femenino, de chico me dejaba el pelo largo, usaba los pantalones ajustados en la cintura. Incluso -mira mis gestos- eran muy femeninos y eso se ve en mis fotos de infancia", dice Sandy mientras exhibe fotografías en que incluso ella se sorprende su temprana definición.
SECRETOS DE FAMILIA
La convicción de Sandy sobre su femineidad y que manisfestó tempranamente tuvo costos psicológicos y físicos enormes. Le valió golpizas propinadas por su padre, la negación de su madre y hermanas. "Mi papá me pegaba porque decía: si no, este cabro va a salir maricón", recuerda Sandy.
La difícil situación terminó con el rompimiento sentimental entre sus padres. "Cuando tenía ocho años ellos se separaron", contó.
Pero la ruptura escondía un secreto, la negación del padre de Sandy tenía su origen en una homosexualidad encubierta. "Mi padre es bisexual, es decir, un homosexual no asumido, mi madre lo sabía de antes. Ella se dió cuenta que el amigo era más que eso, que había una relación, igual se casó con él pero al final terminó con él por la misma razón", confidencia Sandy.
herencia genética
Tras la separación, el padre de Sandy formó una nueva familia "y también tiene otro hijo gay, que no está asumido -públicamente- pero trabaja de modelo y se le nota. Yo tengo los genes de mi padre y mi hermano también. Mi padre engendra hijos homosexuales y no lo acepta", sentenció.
BISEXUAL NO ES JUSTO
"Yo siento que la gente acepta más a un bisexual que a un transexual y creo que no debería ser. Es más dañino para la sociedad ser bisexual, al tener eso en secreto se expone a las parejas a enfermedades, hay más riesgos de infecciones, a conflictos emocionales de las parejas porque al menos una -de las partes- no sabe. Eso le pasó a mi mamá con mi papá hasta que se dio cuenta. No es justo. Yo prefiero que la gente sepa quien soy", dice decidida Sandy.
¿hermafrodita?
Los secretos nuevamente irrumpirían en la vida de Sandy, para quién ser transexual está en su naturaleza. "Yo recuerdo que mi mamá me llevó al médico, cuando era adolescente porque mis tetillas se estaban hinchando, me comenzó a salir vello púbico y tenía secreciones como las niñas. El doctor la llevó a un lado y algo le dijo. Después de eso estuve en tratamiento, me ponían luces rojas, hasta que esos fenómenos desaparecieron", recuerda.
- ¿Crees que eres hermafrodita?
- "Yo creo que sí. Años después mi mamá me contó que yo tenía más hormonas femeninas que por eso me llevó al doctor", contó Sandy.
peNITencia y reclusión
A pesar que ambos padres siempre supieron que Sandy era diferente, el que su hijo se manifestara como una mujer tuvo costos muy grandes para este transexual.
Por ello, la madre de Sandy no escatimó en métodos con tal de revertir lo inevitable, ingresándola en tres instituciones. "Estuve más de tres años recluida, en el internado rural de Buin, en el COD de Pudahuel y en la Fundación Mi Casa de Gran Avenida. Vivía entre delincuentes, llegaba de todo, hasta que la asistente social de la fundación habló con mi mamá y le dijo que yo no era para estar ahí. Después me arranqué de mi casa, viví un mes en la calle, porque mi madre hasta el día de hoy nunca ha aceptado como soy. Era todo muy tenso, una relación muy extraña", dice Sandy.
DECEPCIÓN MATERNA
La madre de Sandy se resiste hasta hoy a aceptar la vida que adoptó su hijo. "Yo soy la gran decepción de mi madre. Soy la mayor de cinco hermanas, pero ella dice, yo tengo cuatro hijas y un hijo. Ella esperaba que yo fuera el hombre de la casa, que me hiciera cargo de ella", narra Sandy.
Cambio DE SEXO
"Vivir en este cuerpo equivocado" ha sido un largo viaje que Sandy aún no concluye. "Yo me sentía en llamas, no sé decirlo de otra manera", expresa con frustración, quien asegura que vivía en una contradicción enorme. "Tenía conflicto con mis padres, con mi cuerpo y lo que yo sentía que era y lo que me decían que era: un niño", comentó.
Convertirse en mujer es un desafío que emprenden muchos transexuales "yo tengo implantes mamarios y mi sueño es cambiarme de sexo. Si yo me ganara un premio me operaría", dice ilusionada esta cartagenina.
- ¿No le da miedo perder la sensibilidad propia de su sexualidad?
- "No, no es prioritario. Además ahora las cirugías son mejores, más modernas, te dejan todo bien formado. De hecho, en mis pechos yo tengo sensibilidad, quizás porque yo tuve ese crecimiento cuando adolescente y porque es mi piel", dijo Sandy.
ESTABILIDAD EMOCIONAL
Sandy se vino hace 14 años a vivir a Cartagena, la misma cantidad de años que lleva viviendo con su actual pareja. "Si, yo me defino como bastante estable. Nunca había tenido una pareja como Leonardo", dijo Sandy relevando el compromiso que tiene su conviviente con ella.
VIDA PÚBLICA
VIDA PÚBLICA
Sandy hizo noticia ayer porque invocó la Ley Zamudio, por discriminación sexual. "En la Fiscalía, Leonardo me abrazó delante de la prensa y los fiscales, ese compromiso lo hace diferente. Yo tuve otros novios, pero tenía que andar muy producida, no hablar, disimular cualquier rasgo que revelara que era transexual. Leo no se avergüenza de mí", comentó agradecida Sandy, por estas muestras públicas de amor.
Esta transexual asegura que lleva una vida reposada y tranquila, "yo llegué a vivir a Cartagena no avasallando ni haciendo alarde de ser homosexual, no hacía fiestas. Eso es una caricatura del homosexual. Yo no fumo, no bebo, escucho música a un volumen moderado, no irrumpo en la vida de mis vecinos. Me hice conocida dado los ataques que recibí aquí en mi casa, lo que me convirtió en una pionera al ser la primera que invoca la Ley Zamudio en la provincia de San Antonio", aseguró Sandy.
Por ello aprovechó la entrevista para instar "al alcalde de Cartagena que cree las instancias educativas que difunda a las minorías y acabe con ello con la violencia, como hace el alcalde Omar Vera en San Antonio", dijo la presidenta de Grupos Vulnerables de San Antonio.
"Ser bisexual es más dañino para la sociedad porque el secreto mata", Sandy.
