El mismo Eduardo "Yeco" Henríquez (52 años) reconoce que estuvo "pedido", que el infarto que sufrió el pasado 15 de septiembre casi lo manda para el otro lado, y que si no es por la rápida reacción de la gente que estaba ese día en la cancha de García Huidobro, no estaría contando esta historia.

Sufrió un infarto cuando jugaba por los superseniors de Cerro Alegre, por el torneo Oficial de la Asofútbol San Antonio. Duró en la cancha 10 minutos y se empezó a sentir tan mal que se salió del partido.

"Antes de jugar me sentía bien. Ese día tenía que hacer algo, un domingo, que uno debería relajarse, si vas a jugar a la pelota, y se me olvidó tomarme la pastilla para la presión. En la cancha estaba preocupado de la pastilla. Ese día entré jugando, pasaron como 10 minutos y me empecé a sentir mal y empecé con los dolores al pecho y no fui capaz de seguir. Pedí salirme, le avisé al árbitro", recordó.

Luego vendría lo peor. "Alguien me dijo que me sentara a la sombra y me hizo más mal. Ahí me vino cototo. Un viejito del García dijo que me llevaran al "poli" de Las Lomas, porque estaba mal. Me dolía el pecho, las carretillas, el brazo, estaba asustado. En el "poli" me pusieron oxígeno, eso me ayudó mucho según la doctora que me vio después", explicó.

"El Yeco" pasó 13 días en el hospital. No supo de "18", cueca, empanadas o chicha. "Ya ni tomo. Los problemas, las preocupaciones, quieres responder a la gente y no puedes, eso te afecta. Hice unos viajes, salimos de San Antonio y nos fue mal, todo eso te preocupa. Y el cigarro, no paraba de fumar. El cigarro me cagó y el esfuerzo que uno hace en la cancha. Al final todo me pasó la cuenta. Nunca pensé que me iba a fallar el corazón", aseguró el pescador artesanal, quien se endeudó en la compra de un bote para desarrollar su labor.

una tras otra

Eduardo Henríquez quiere que puro se acabe este año. Es que los malos episodios se suceden uno tras otro. La mala racha comenzó en noviembre del 2012 y todavía no para.

"Empecé en noviembre con la mala, jugando al arco me cagué esta mano, no supe que me pasó, estuve un mes fuera. Después en febrero me quebré la mano, estuve 5 meses sin hacer nada. Había empezado a trabajar hace poco, salgo a la mar con mis hijos, salgo de repente. Creo que las preocupaciones, los pagos, todo eso me llevó al infarto. Aparte que fumaba como chino. Me estaba fumando como dos cajetillas al día", resumió el pésimo momento que está enfrentando y del cual busca levantarse.

A pesar de todas las vicisitudes no pierde el humor. "Me accidenté, me quebré la muñeca, 5 meses sin trabajar, y ahora esta cagá. Me voy a tener que hacer un sahumerio, varios ya me lo han dicho, es mucho ya", confesó con una sonrisa, resignado, pero esperanzado de que esto tiene que pasar pronto.

una manito

Al menos el "Yeco" Henríquez no está solo en este nefasto momento que le toca vivir junto a su señora y sus 5 hijos.

Sus amigos del fútbol, del Cerro Alegre, le tendieron una mano, organizaron un beneficio en la sede de los albos para reunir dinero, porque ya le dijeron que estará largo tiempo inactivo. "El doctor me dijo que no podía trabajar por 3 meses. Por eso quiero agradecer a los cabros de los superseniors. Hicieron una lota, se portaron la raja, hicieron buenas monedas. Estaban los cabros de la agrupación de canto (Cerro Alegre), también a todos los que se pusieron con los premios", expresó.

Y como todavía anda medio jodido usó este medio para expresar su gratitud. "Tanta gente que cooperó que no podía hacerlo uno por uno, por eso quise hacerlo por el diario, para darle las gracias a todos los que me ayudaron. Los cabros del club, la agrupación, el grupo que nos juntamos en la esquina", dijo emocionado.

Eduardo Henríquez llegó a los 16 años a San Antonio desde Quintay. "Vivía cerca de la sede del Cerro. Jugué en varios equipos, en el Defensa de Pescadores, ahí me inicié, después estuve en Pedro Aguirre, Balmaceda y en el Cerro.

Aquí logré todo lo que no conseguí en ningún otro equipo. En los seniors salimos campeones por años, fuimos a una Litoral, éramos un equipazo con Rojas, Mariote, Ponce, Betancourt, varios más. Tengo muchos amigos y no sólo en el Cerro. Somos unidos, aunque a veces peleamos", confesó "El Yeco".

Futbolista