Un hombre se mantiene internado en la Unidad de Emergencia del hospital Carlos van Buren de Valparaíso luego de que ingiriera soda cáustica.

Felipe Peralta Soto, de 31 años, habría consumido el corrosivo de forma accidental y por ello alcanzó a beberlo en baja cantidad.

Pese a que no se habría tratado de más de dos tragos, de igual manera el hombre resultó con serias lesiones causadas por la soda cáustica.

Apenas ocurrió el accidente, Peralta Soto fue trasladado hasta el Servicio de Atención Primaria de Urgencia (Sapu) de Algarrobo y dado el complejo tratamiento que se debe seguir para eliminar el químico del cuerpo debió ser trasladado al hospital Claudio Vicuña de San Antonio.

Como el trabajador presentaba heridas en el esófago debió ser llevado rápidamente hasta el hospital Carlos van Buren de Valparaíso, donde ayer se le realizaron todos los procedimientos médicos que apuntaban a que el hombre no quedará con secuelas en su sistema digestivo.

Pese a que el hombre ingirió el peligroso corrosivo nunca perdió el conocimiento.

Hasta el cierre de la edición Felipe Peralta se mantenía internado en la Unidad de Emergencia Adulto del centro asistencial de la capital regional y se encontraba fuera de riesgo vital.

En todo caso, los sorbos del componente podrían provocarle una serie de úlceras y quemaduras.

Junto con ello la alimentación del paciente podría ser de cuidado hasta el próximo año, pues el corrosivo provoca daños en el estómago.

Ayer diario El Líder no logró conversar con personas cercanas al paciente que quisieran esclarecer cómo Peralta ingirió de manera accidental el líquido. En este sentido es que se descartaría, hasta ayer, que el hombre haya intentado suicidarse al tomar soda cáustica. J

La soda cáustica, conocida químicamente como hidróxido de sodio, sirve para neutralizar ácidos y se utiliza para la refinación del petróleo y para producir papel, telas y plásticos. Es un removedor de pinturas, se usa para limpiar metales y domésticamente para disolver la grasa porque la convierte en jabón.

Es un reactivo químico peligroso porque es corrosivo y causa quemaduras en la piel y en los ojos.

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