Carolina Verdugo, es un ejemplo de superación por sobre cualquier discapacidad
Tiene deficiencia auditiva, lo que no ha sido impedimento para lograr lo que se propone. El viernes recibió su segundo título, es contadora general
Carolina Verdugo Fernández (35) tiene una deficiencia auditiva no menor, la que aprendió a sobrellevar con el incondicional apoyo de la familia y una personalidad que no ha dado cabida a sentimientos negativos. Todo lo contrario, tiene una alegría contagiosa y la energía necesaria para ir paso a paso, cumpliendo todas las metas que se propone.
El viernes recién pasado se tituló de Contadora General en el Centro de Formación Técnica La Araucana. Años antes, había recibido su cartón como diseñadora de interiores. "Rápidamente entendí lo importante de estudiar, capacitarse para poder optar a mejores oportunidades de trabajo", dice.
Carolina usa audífonos por su sordera y debe leer los labios de su interlocutor para poder entender lo que están diciendo. Tiene un pequeño problema al pronunciar, sin el cual nadie se daría cuenta que tiene algún tipo de discapacidad.
Es admirable el esfuerzo y la dedicación que pone Carolina para seguir adelante y superar las críticas. Dice que nunca sintió discriminación en el colegio, pero que no faltó el niño o niña que se burló de su forma de hablar. Estuvo triste, pero sólo fue un par de días porque gracias a su carácter dejó bien claro que su discapacidad era algo que no iba a interferir en su forma de vida, la que podía ser igual a los demás, aunque con más esfuerzo. "Ella es muy especial y su deficiencia auditiva no es tema. Ella sabe muy bien cómo adaptarse al mundo y no espera que nada ni nadie se adapte a ella", señala Amalia Fernández, tía de Carolina, que al igual que la mamá, Rosa Fernández y el resto de la familia, ha sido un apoyo fundamental en la vida de esta sanantonina.
"No cumplía un año cuando le detectaron su deficiencia y rápidamente sus papás buscaron el mejor lugar para que recibiera apoyo porque mientras más pequeña mejor, ya que el lenguaje se desarrolla hasta los 7 años y afortunadamente encontraron el Instituto Chileno del Lenguaje en Santiago donde también enseñan a los papás la forma de sacar delante de la mejor forma a los hijos con este tipo de discapacidad", señala Amalia.
Durante la enseñanza básica tenía que viajar dos veces a la semana Santiago a clases de reforzamiento del habla y la
"Ninguna discapacidad, sea el tipo que sea, no tiene porque ser una "traba", para salir adelante".