Familia aterrada por panal de abejas que invadió su casa
Debido al paro municipal y de otras entidades públicas nadie fue a ayudar a los vecinos de Bellavista.
"tssss"
En calle Estrella de Belén se podía oír un extraño zumbido que emanaba desde las hojas de un parrón. Los vecinos se llevaron una sorpresa que les dejó los pelos de punta cuando se acercaron a ver de qué se trataba el "tssss".
"Me acerqué pensando que se quedó una llave abierta, cuando vi que el sonido no era de eso, eran abejas", contó una vecina.
Y sí que había abejas, pues se trataba de todo un panal que se instaló en el ante jardín de una casa de cerro Bellavista.
Las abejas se colocaron entre el parrón y la reja de la casa, por lo que no permitían que sus habitantes transitaran con normalidad.
"Me da miedo salir de la casa. No quiero andar acá porque me pueden picar las abejas, quizás qué me pueden hacer si me atacan todas juntas. Estoy tiritando del puro susto", dijo la dueña de casa, Marita, quien debido a una enfermedad sicomotora estaba histérica por causa de la colmena y era evidente que tiritaba de susto.
Luis Cisternas, quien también vive en calle Estrella de Belén 1429, contó que las abejas llegaron de un momento para otro: "A la una de la tarde no había nada y para la una y cuarto estaba repleto. Yo quería sacarlas, pero vecinos me dijeron que no lo haga porque me iban a atacar", explicó.
Los insectos se encontraban a pocos metros de la reja de entrada al jardín y a otros pocos de la puerta de la casa, por lo cual evitarlas era un desafío para los habitantes de la vivienda.
Según expertos, un panal de abejas puede sumar hasta 80 mil abejas y como este no era tan grande podría albergar unas 50 mil.
solución
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Que se instale un panal de abejas en la puerta es mala suerte, pero ayer la mala pata valía por dos.
Diario El Líder consultó cómo conseguir ayuda para retirar el panal y todos apuntaban al municipio.
Lamentablemente los funcionarios se mantienen en paro y no pudieron ir a socorrer a la familia.
Por su parte el Servicio Agrícola y Ganadero ayer se sumó al llamado a paro de la Anef y tampoco estaban disponibles.
Así los vecinos se debieron quedar con las abejas a la espera de un particular que los pueda socorrer, como algún apicultor que se las lleve.
El conservador del Museo de San Antonio, José Luis Brito, explicó que en el museo no cuentan con los implementos para retirar las abejas, como mallas protectoras y dispensador de humo.
Brito recomendó a la familia afectada y al resto de los vecinos que no molesten a los insectos, pues son abejas de miel tranquilas y dóciles.
"Si nadie las molesta, si no les lanzan objetos o agua no atacarán. Hay que dejarlas tranquilas hasta que alguien se las lleve", recomendó.
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