Bella bailarina sanantonina se enamoró de la magia del circo
Loreto Farías tiene un don innato con el baile y aunque nunca pensó en ser parte de un espectáculo circense, cree que aquí encontró su lugar.
Comienza la función del Circo de Pastelito y Tachuela Chico y Loreto Farías sale a la pista.
Es el opening del show y esta joven bailarina se siente transportada a otro mundo. Las luces, la música, los aplausos, los colores... todo la lleva a vivir un instante mágico que vale la pena vivir y por el que es digno luchar.
Loreto Farías, una joven sanantonina de 25 años, es bailarina profesional y desde hace tres años forma parte del staff permanente del circo que cumple por estos días dos semanas de exitosas presentaciones en nuestra ciudad.
Cuando está en la mítica pista del circo se siente atrapada por la magia que dicen que existe al interior de la enorme carpa circense.
Como si se tratara de una fuerza especial, casi como un halo de misterio, en estos espectáculos itinerantes hay un no se qué, algo que lo hace distinto.
Será el esfuerzo de los artistas, será el hecho de no echar raíces en un solo lugar, o el jugarse la vida en cada movimiento de los trapecistas. Algo tiene el circo, un sentimiento sin explicación, una magia que atrapó a esta sanantonina.
artista
Joven, curvilínea, linda, simpática y buena para el baile. Así se define Loreto Farías.
Su familia es de Santo Domingo y ella -cada vez que puede- aprovecha de pasar tiempo con ellos.
Dependiendo de en qué lugar del país se encuentre o de lo exigente de la cartelera del espectáculo, Loreto regresa a este puerto y a la zona que la vio nacer y donde se siente feliz.
Reconoce que desde niña le gusta bailar, que en su familia es la única que siguió este camino artístico y que en el circo encontró una opción de trabajo estable que nunca imaginó.
Gracias a una coreógrafa que trabajó en el ballet folclórico de Chile -y del cual Loreto fue parte- y que actualmente también trabaja en el circo, esta sanantonina pudo ingresar a desarrollar su arte en este espectáculo.
El Circo de Pastelito y Tachuela Chico es una iniciativa de Agustín Maluenda Ríos, quien quiso replicar en nuestro país toda su experiencia obtenida en su trabajo en los circos más importantes del continente.
Como hijo de Agustín Maluenda, corre sangre de payaso por su venas; y es así como ha permitido que jóvenes artistas y otros consagrados se sumen a este espectáculo.
Una de esas artistas privilegiadas es Loreto Farías.
"Estudié danza, participé en el Bafochi y me perfeccioné en la Universidad de Chile", cuenta Loreto en uno de los accesos del circo ubicado a un costado del estadio Olegario Henríquez.
"Disculpe que me haya demorado un poco; es que me estaba preparando para el convite que tendremos pronto".
-¿Un qué?
-Un convite.
-¿Qué es eso?
-Es un recorrido por las calles de la ciudad para mostrar a los artistas que son parte de del show e invitar a la comunidad a presenciar nuestro espectáculo.
-Ah, por eso deben lucir sus trajes que habitualmente muestran en las presentaciones...
-Claro, es llevar un poco el circo a la gente.
Loreto es delgada, curvilínea, de tez morena y de una amplia sonrisa. Viste un traje verde claro que muestra harta piel.
Pero ella no se complica, ya que al bailar gasta mucha energía y confiesa que le resulta fácil cuidar su cuerpo.
No se restringe de muchas cosas de comer, ya que después de las funciones, simplemente no le quedan ganas de ingerir nada pesado.
"Además soy personal trainer así es que hago ejercicio con regularidad", confiesa.
Loreto posa para las fotografías, de fondo sus compañeros de circo elevan el volumen de la música y se escucha un reggaetón por los altoparlantes. Pareciera que en cualquier momento la joven se pone a bailar.
"Es que siempre me ha gustado la música, bailar".
-¿Cuál es tu ritmo favorito?
-Me gustan varios, pero me encanta la salsa.
-¿Bailas bien?
-Bueno, eso me han dicho y como bailarina profesional una debe estar preparada para dominar todos los estilos, jazz, tap, etc.
-¿En el Bafochi se dedicaban más al folclor?
-Sí, de eso se trata. Estudié folclor, pero soy bailarina de espectáculo. Gracias a la coreógrafa que tenía allí pude incorporarme al circo.
-¿Cómo es eso?
-Ella también hace las coreografías del circo. Cuando se dio una opción de trabajo la acepté de inmediato. De eso ya van tres años.
-¿Cómo comenzaste?
-Al principio era sólo por la semana del 18 de septiembre que es tradicional para los circos, pero me fue bien, me ofrecieron quedarme y bueno, aquí estamos.
-¿Has recorrido muchos lugares?
-La primera gira fue a Chillán, luego estuvimos en Viña del Mar, pero bueno, para donde el circo vaya hay que ir también jajaja.
-¿Qué es lo que más te gusta del circo?
-El ambiente. Las personas aquí pasan a ser más que compañeros de trabajo, casi como una familia.
-¿Qué diferencias encuentras con las otras experiencias que has tenido?
-Quizás la mayor es que aquí no hay tanta competitividad, te cuidan más para que las cosas salgan bien.
-No se dan tantos codazos...
-No, jajaja. En cierta medida acá la antigüedad se toma en cuenta. Todas las bailarinas que llegan tienen que ser respetuosas con las que ya están. No es cosa que llegue una que se crea mejor que tú y ocupe tu puesto. Eso no se da.
espectáculo
Loreto Farías junto a sus compañeras y compañeros de baile participa en el opening, que es al comienzo del show y donde los artistas dan la bienvenida al público que llega a la carpa.
También se presenta en el intermedio y al final; a la vez que deben acompañar a los personajes en algunos números.
Eso -confiesa- es lo que más le encanta de este oficio donde las luces y colores crean una atmósfera e ilusión pasajera que envuelve a grandes y chicos.
-¿Qué te dijeron tus padres cuando les contaste que ibas a trabajar en un circo?
-Mi papá se rió al principio. Me echaron sus tallas típicas, pero bien.
-¿Qué te decían?
"potoloco"
-Jajaja, la "potoloco", como del circo Las Montini que se grabó acá en San Antonio. Es lo típico. Quizás es el único recuerdo cercano que tiene la gente respecto de la vida en el circo.
-¿Qué es lo que te ha dejado el circo en lo personal?
-Me dieron la opción de tener un trabajo estable, de tomar decisiones, cooperar en el trabajo y tener la posibilidad de organizar, no sólo bailar.
-¿Y en lo profesional?
-También cosas importantes, como progresar en mi trabajo, tener más responsabilidades en el ballet e ir mejorando todo el tiempo, ya que todos los años la coreografía se renueva y eso es un gran desafío para todos nosotros.
-¿El show debe continuar?
-Claro, es lo que me gusta y seguiré hasta que me dé. Ahora tengo harto trabajo, tengo eventos y una serie de cosas que me tienen muy contenta.
"Estar en el circo es casi como estar en una familia. Aquí te cuidan".
Loreto Farías estudió en el colegio People Help People de Santo Domingo.
