Niños de Cartagena gracias a su esfuerzo postulan a un destacado premio en ciencias
"Probamos un software que nos ayudó a analizar las bacterias y aprendimos mucho", revela Javiera Vidal, estudiante de 7° básico.
Apostar por educar a través una escuela municipal, ha sido todo un desafío para Miguel Ángel Egaña Rasse, el profesor encargado del laboratorio del Colegio Municipal Pedro Aguirre Cerda de Cartagena.
El equipo de pequeños científicos de esta escuela está citado para la gran final nacional del Congreso Nacional Escolar de Ciencia y Tecnología Explora Conicyt que se realizará en Picarquín (San Francisco de Mostazal, VI Región) desde el 26 al 28 de noviembre.
Luego de quedar seleccionados en la etapa provincial del concurso y luego en la regional, los estudiantes de séptimo básico de este colegio presentarán su investigación "Bacterias resistentes a antibióticos y contaminación marina en la bahía de Cartagena", ante un jurado que determinará si pueden hacerse acreedores de premios como viajes dentro de América Latina, tablets y computadores.
Este biólogo marino de la Universidad de Valparaíso es tiene un magíster en Ciencias Biológicas con mención en microbiología en la Universidad de Chile y a través de este taller de ciencias ha logrado cautivar el interés de decenas de pequeños que ven en la ciencia una forma entretenida de aprender.
"En el congreso regional sacamos la cara por la educación pública de la provincia, que es justamente uno de los motivos por los que estoy yo aquí", manifiesta el profesor.
El congreso impulsado por el Ministerio de Educación busca que estudiantes de 5° básico a 3° medio expongan el resultado de sus investigaciones y proyectos científicos ante sus pares y ante un jurado de científicos expertos. Los escolares también expondrán sus investigaciones en stands que son visitados por el público general que asiste a conocer el trabajo de talentosos alumnos del país.
El talentoso equipo de estudiantes del séptimo año del Colegio Pedro Aguirre Cerda está compuesto por: Javiera Andrea Vidal Pavez, Elías Sebastián González Vela, Pablo Alfonso González Ponce y Javiera Fernanda Belén Valdés Ballesteros, quienes están asesorados por el profesor Egaña.
"Si bien no es la primera vez que participo en este concurso, nunca habíamos llegado tan lejos. Esto nos abre muchas puertas de conocimiento, que uno no tenía antes de entrar a la regional o a la provincial. Es una gran experiencia", comenta Elías González de 13 años.
trabajo voluntario
Las horas de trabajo en el taller de ciencias no eran suficientes para lograr la calidad del trabajo de investigación que debían realizar los jóvenes. "Ellos se dedicaron durante tres meses a trabajar al menos un bloque diario de lunes a jueves, después de su jornada educativa", agrega Egaña.
Desde junio a septiembre estos cuatro alumnos trabajaron rigurosamente recogiendo muestras en terreno, analizando y estudiando las mejores formas de ejecutar esta investigación. Esto sin la motivación de una nota. Sólo por la inquietud de aprender y participar en el desafío del concurso.
Para su profesor, la investigación realizada "es casi una tesis de pregrado. Es un trabajo tan satisfactorio y tan bien ejecutado que pienso publicarlo gane o no gane la instancia nacional".
-Ganar. Estoy convencido de que este trabajo es tan bueno que merecemos ganar en nuestra categoría de todas maneras. No tenemos nada que envidiarle a los proyectos de colegios particulares y con muchos más recursos. Nosotros hemos trabajado muy rigurosamente y vamos por el reconocimiento nacional.
día universitario
Durante las vacaciones de invierno este equipo de científicos también trabajó y agendó un viaje que para ellos resultó la experiencia más inolvidable.
Junto a su profesor y gracias a la gestión de él, el equipo de ciencias se dirigió hasta Santiago. La misión era analizar las muestras del agua en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile.
"Fue una experiencia que nunca voy a olvidar, porque llegamos muy temprano a los laboratorios de allá y fue como vivir un día en la universidad. Trabajamos bastante, después almorzamos entre los universitarios y luego seguimos trabajando. Probamos un software que nos ayudó a analizar las bacterias y aprendimos mucho", revela Javiera Vidal.
taller
Al contemplar el trabajo que realizan estos jóvenes en el laboratorio de su colegio, cualquiera podría proyectarlos como futuros científicos.
En el taller de ciencias de su colegio que se imparte semanalmente, Elías y las dos Javieras, se manejan como ayudantes y guías para los alumnos más pequeños, que siguen sus indicaciones al pie de la letra.
Desde este "templo del saber" estos estudiantes se han transformado en verdaderos ejemplos a seguir por sus compañeros y son muy respetados, ya que son ellos quienes los ayudan a mirar a través de un microscopio, a distinguir entre distintas soluciones químicas y a hacer experimentos que a todas luces son la atracción máxima de la educación entretenida.
Javiera Valdés, de 12 años comenta "No sé aún qué quiero estudiar cuando sea más grande, pero me agrada mucho algo relacionado con la ciencia, porque además se mezcla con la tecnología y es realmente genial".
Javiera Vidal, en tanto comenta que "capaz que me decida y estudie bioquímica, porque hasta el momento es lo que más me gusta. No es fácil, pero cuando uno va experimentando y encontrando los resultados es increíble. Eso es lo que más me gusta".
Sin embargo, Elías ve en este taller de ciencias sólo una experiencia enriquecedora. "Nunca me he imaginado como microbiólogo de grande, pero es una experiencia que por ahora me gusta y quiero vivir durante varios años. Yo creo que sin importar lo que yo estudie, voy a seguir trabajando en este tipo de experimentos como algo paralelo, como algo que me motiva y me hace bien".
"Sacamos la cara por la educación pública de la provincia" Miguel Ángel Egaña Rasse Profesor