Recomendaciones para no estresarse en el fin de año
Según el sicólogo laboral del hospital Claudio Vicuña, Luis Negrier, el estrés de fin de año afecta a la gran mayoría de los trabajadores sanantoninos.
Cuando falta muy poco para despedir el 2013 es un buen momento de hacer un alto en el camino para así evitar el denominado estrés de fin de año, que según el sicólogo laboral del hospital Claudio Vicuña, Luis Antonio Negrier, afecta a la gran mayoría de los trabajadores cuando la Navidad y el Año Nuevo parecen acercarse vertiginosamente.
"Sería bueno detenernos un instante y analizar cómo ha sido nuestro desempeño no sólo en lo personal y familiar, sino también en el contexto del trabajo y pensar tranquilamente y de forma optimista en los desafíos que nos faltan por realizar y posteriormente proyectarnos para cumplirlos, no sin antes definir metas claras y realistas", explicó el profesional, quien añadió que también es bueno repasar los aciertos y los errores cometidos, "pues en todo lo vivido hay un aprendizaje que rescatar y sólo dependerá de nosotros darle una valoración que nos permita crecer y ser un poco mejores personas".
sueños
Según el profesional, si en este análisis nos damos cuenta que no pudimos alcanzar los sueños que teníamos para el 2013, "¡no importa!, puede ser esta una instancia para evaluar si fueron demasiado ambiciosos o quizás no era el momento de alcanzarlos".
"También esta fecha puede ser la apropiada para valorar y agradecer por las nuevas amistades que la vida nos trajo y aprovechar de tomar el teléfono para llamar a las personas que hemos dejado olvidadas y si en el en el trabajo tuvimos dificultades también hagámonos cargo de nuestras responsabilidades, de esa cuota de esfuerzo o voluntad que faltó, de esa petición de ayuda que fuimos incapaces de hacer… revisemos también qué o quiénes nos desviaron de nuestros objetivos y hagamos un pacto con nosotros mismos para evitar culpar al resto", especificó el sicólogo.
Finalmente, Negrier recalcó que si por algún motivo herimos o fuimos lastimados por un compañero de trabajo y si el orgullo al final nos ganó a la hora de corregir esta situación, quizás fin de año pueda ser una época para limpiarnos de la soberbia y pedir disculpas o disculpar, para así comenzar un 2014 con una disposición distinta, más livianos y con ganas de tener vidas más felices, más honestas y más tranquilas. "Tenemos que convencernos que un nuevo año no va a traer nada nuevo si no lo deseamos de verdad y no hacemos algo para conseguirlo".