La heroica y silenciosa labor que realiza el Grupo de Rescate Anfibio San Sebastián
Son hombres y mujeres que luchan por salvar la vida de las personas que sufren accidentes en el mar y también colaboran en la búsqueda de cuerpos desaparecidos.
Están todo el año patrullando las playas del litoral para evitar tragedias en el mar, colaboran con la Armada en casos de desaparecidos y, a modo de ejemplo, fueron los primeros en hacerse presente en los Ojos de Mar en febrero de 2010, para posteriormente viajar hasta Constitución en busca de las personas arrastradas por el tsunami.
Los salvavidas son los primeros en acudir a salvar a una persona exponiendo su vida en resguardo de las otras y el Grupo de Rescate Anfibio San Sebastián, presidido por Juan Carlos Salazar Martínez, está alerta durante todo el año en caso de cualquier accidente en las costas de la provincia.
"Somos una entidad voluntaria donde están siempre las puertas abiertas para los que quieran participar del grupo de rescate. La idea es aprender y obtener los conocimientos del mar para luego entregarlo de forma voluntaria a la comunidad", señala el representante de la entidad.
El Grupo de Rescate Anfibio San Sebastián (Grass) nació en 1998, obteniendo en julio de ese mismo año la personalidad jurídica. A través de los años han logrado tal prestigio que ha desarrollado su labor en distintos lugares del país donde son requeridos por alguna emergencia, como el lago Rapel, playas de Pichilemu, Tunquen, Lebú, laguna de Aculeo, Juan Fernández, el río Aconcagua, Constitución, entre otras.
"Nuestra labor ha sido muy buena y reconocida porque cada vez que ocurre algo en el mar, ya sea alguien ahogándose o desaparecidos, siempre nos llaman. En ese sentido nuestro trabajo se ha expandido a través de la provincia, de la región y del país", asegura Salazar.
AUTOCUIDADO
El autocuidado es lo primordial para evitar una tragedia en el mar, la responsabilidad de cada persona es básica para evitar accidentes en las playas del nuestro litoral, aconseja Juan Carlos Salazar, quien recuerda con angustia la tragedia sufrida a fines de enero de este año por una familia de El Quisco, donde un niño de 7 años cayó a un pozo de 25 metros, cuando jugaba junto a otro pequeño sobre la tapa que lo cubría. Salazar califica la experiencia de dolorosa, grave y la más reciente en su curriculum de salvataje, donde se cuentan cientos de rescates. "Es la que está más fresca en la memoria, porque fue la última tragedia a la que acudimos como grupo de auxilio, rescatamos el cuerpo, y fue muy fuerte para todos porque era un niño pequeño, pero por lo mismo, nos sentimos impulsados a trabajar, capacitarnos y ayudar en esta tarea que es innata en cada uno de nosotros".
En el Grass se sienten comprometidos en la prevención de accidentes que causan grandes desdichas, por el solo hecho de que las personas no toman las medidas del caso. El problema es la prevención, quienes visitan las playas deben tener presente que hay cosas que no pueden hacer, y para ello se requiere la colaboración de los salvavidas, quienes transmiten la necesidad de prevenir para no convertir las vacaciones en una tragedia.
"La labor del salvavidas es totalmente desinteresada, uno tiene o no el don de querer ayudar en una emergencia con personas en el mar, y no solo en la temporada estival. Trabajamos durante todo el año y siempre se acercan adolescentes que quieren aprender, a ellos les enseñamos buceo y salvataje de personas", señala Juan Carlos Salazar.
Vocación
Vocación
Más o menos en la década de los 80, los salvavidas trabajaban por "amor al arte", guiados solo por su voluntad y don humanitario, con ningún tipo de elemento de trabajo y sin instrucción; quisieron, en esos años, formar un sindicato y lograr beneficios, cosa que no prosperó.
"El Grass nace de la buena intención de los salvavidas más antiguos del litoral, a quienes por mucho tiempo no se les dio el valor que realmente tenían. Desde el año 98 que existimos como agrupación, y por iniciativa propia, asistimos a un seminario en Valparaíso, a una charla donde aprendimos mucho de teoría, que nosotros conocíamos solo en la práctica. Luego de eso, hemos ido logrado muchas cosas. Durante bastantes años cubrimos rescates sin tener una institución formada sino que solamente el espíritu individual de cada uno", señala el presidente de la agrupación.
Salazar recuerda que el Grass se formó con personas de San Sebastián, Las Cruces y Cartagena, "éramos un grupo pequeño que comenzamos a hacer un trabajo preventivo, andábamos a pie, porque no teníamos en qué movilizarnos; comenzamos a colaborar con la Armada en las emergencias donde había desaparecidos , ellos nos abrieron las puertas para comenzar a desarrollarnos en el tema, nos embarcaron y trabajamos en conjunto, hicimos simulacros de rescate y comenzamos a avanzar junto con la reducción de ahogados, gracias al trabajo preventivo y nuestra presencia en las playas".
En febrero de este año, consiguieron, a través de la Municipalidad de Cartagena, una camioneta que les ha ayudado en sus labores de rescate y vigilancia en la provincia de San Antonio.
"Mucho tiempo ocupamos nuestros propios vehículos, la bencina la poníamos entre todos los voluntarios, trabajábamos por la comunidad con nuestras pertenencias personales. Comenzamos a organizamos a través de eventos, postulamos a proyectos, y en 2003, por medio de la gobernación provincial, obtuvimos nuestro primer equipamiento. En esa época también comenzamos a pedir un móvil, el que conseguimos 10 años después, a través de la Municipalidad de Cartagena", recuerda Salazar.
Agrega que "desde unos años, la Municipalidad de El Tabo nos considera en sus reuniones de organización para la temporada estival, nos organizamos en conjunto y ha dado muy buenos resultados. Sumado a los patrullajes, ha bajado considerablemente la tasa de ahogados en el litoral, llegando a cero durante la temporada estival", manifiesta Salazar.
Hace pocos días, recibieron la grata noticia del municipio de Algarrobo, que los subvencionó con 500 mil pesos en petróleo para ocupar esta temporada. Esto, en agradecimiento y recompensa por el trabajo realizado por Grass, en marzo de este año, en la búsqueda de una persona desaparecida en Tunquén. "Mandamos una carta a la municipalidad para pedir su colaboración y obtuvimos su positiva respuesta hace unos días, luego del paro municipal. Agradecidos por eso, ya que toda ayuda es necesaria", señala el representante de la agrupación.
El Grupo de Rescate Anfibio San Sebastián cuenta con más de 60 salvavidas matriculados los que están alerta en caso de cualquier accidente en las costas de la provincia, los que son examinados por la Armada que exige que demuestren que son aptos para el oficio.
Todos los salvavidas que trabajan contratados en las playas del litoral, aprendieron y pertenecen al Grass. También hay un grupo de cadetes que sale a patrullar, siempre en horario peak y los salvavidas antiguos apoyan en la época estival.
Todos aquellos jóvenes que quieran participar de Grass y aprender del mar deben sentir el deseo de ayudar a los demás. Ahora comienza la tarea más ardua para estos salvavidas, por lo que "la mejor época para sumar interesados a la agrupación es en marzo", enfatiza Salazar.
El Grass es uno de los actores de la temporada de playas que pronto se inicia.
"El Grass nace de la buena intención de los salvavidas más antiguos del litoral".
