Secciones

La historia de la mujer que mantiene viva la receta del pan de pascua de Chez Camilo

Desde hace quince años prepara los panes según le enseñó el recordado excocinero del vate Pablo Neruda de El Quisco.
E-mail Compartir

Carmencita Chacón Campos es una emprendedora mujer residente en el cerro Bellavista de San Antonio que diariamente se traslada hasta Lo Gallardo a trabajar.

Está a cargo del casino que entrega alimentación de 15 trabajadores de la empresa cementera Melón que se encuentra en esa localidad.

Cerca de las 08 de la mañana ya va camino a Lo Gallardo para preparar el menú que deleitará a los empleados esta empresa. Su creatividad debe brillar todos los días, puesto que su clientela ya está acostumbrada a la buena mesa.

Sin embargo, sus dotes culinarias son apreciadas no sólo por estos trabajadores, sino por cientos de amigos y conocidos que aun la buscan para solicitar sus preciados panes de pascua caseros y sus exquisitas preparaciones de pastel de choclo y humitas.

A sus 57 años Carmen ya cuenta con la experiencia de haber trabajado en destacadas cocinas del Litoral Central, pero la que más recuerda aparte de la desaparecida Fuente de Fuente de Soda Pullman, donde trabajó muchos años, es la del desaparecido Chez Camilo.

Ella es la tercera de siete hermanos. Seis de ellos son mujeres y al menos con cinco de ellas comparte recetas que han traspasado generaciones de la buena mesa desde los platos más tradicionales hasta la ensalada más común.

camilo

"Durante muchos años trabajé con Camilo en El Quisco durante los veranos o en estas temporadas, cuando tenía pedidos grandes o eventos. De ahí me traje esta receta del pan de pascua. Aunque yo he ido agregándole mi toque personal", comenta.

Y esta receta navideña de Carmencita es un manjar de los dioses, que no pasa inadvertida por nadie. Quien prueba esta preparación no se resiste y se ve obligada a pedir otro más.

La textura húmeda de su masa y la consistencia de cada trozo con el aroma y el sabor justo hacen de estos panes, los mejores de la zona.

"Los panes de Camilo eran espectaculares. A su restaurante llegaban personas de todo Chile a pedirlos. Creo que eran mejores que estos, pero la gente que probó los de él y hoy prueba los míos, no ve la diferencia", asegura.

Hace cerca de dos años que el destacado ex cocinero de Neruda, Chez Camilo, murió y Carmen rescata todos los conocimientos que este hombre le dejó mientras trabajó junto a él.

"Camilo siempre se destacó por los sabores únicos que le daba a sus platos y yo pude conocer muchos de sus secretos e ingredientes especiales. La verdad es que él me enseñó que todo radica en elegir bien", postula.

Además Carmencita señala que suele atreverse a probar nuevos sabores e innovar con otros ingredientes y que el buen gusto por la cocina lo heredaron también la mayoría de sus hermanas.

El secreto de Carmencita radica según ella en la selección de sus ingredientes. "La cocción de la canela, el clavo de olor y el coñac hacen que quede más humectado. Pero de lo que más me preocupo es de la calidad de los ingredientes. Traigo todo de Los Andes, la fruta confitada, las nueces, las almendras y cuando tengo, le agrego papayas confitadas y piñas", agrega.

Debido al trabajo que esta emprendedora mujer realiza durante toda la semana, no puede dedicar más tiempo a la fabricación de panes de pascua.

La cuota semanal suma 50 unidades a la semana. "Los hago yo sola. Nadie más me ayuda, por eso no puedo hacerme mucha propaganda, porque no doy abasto", señala.

La tarea de hacer este pastel navideño, no le resulta fácil, pero para ella es un hobbie. "La gente que los conoce, me los pide y no los puedo dejar con las ganas. Mientras me quede algo de tiempo lo hago, aunque por el momento es como un hobbie", dice.

Ella califica esta actividad como "una pyme muy pequeña de panes de pascua, pero en unos cinco años más, cuando ya no esté en este trabajo del casino, podría dedicarme exclusivamente a esta fabricación".

No es sólo durante la víspera de Navidad que Carmen se dedica a esta receta. "Yo hago estos panes todo el año. Desde marzo en adelante, tengo clientes fijos que me piden esta receta. Y ellos cuando comparten con sus familias, me van promoviendo, así es que siempre tengo pedidos", fundamenta.

los clientes

La empeñosa mujer dice contar con una clientela muy fiel, que no supera las seis personas. "Por lo general yo le vendo a los dueños de las peluquerías. Ellos se encargan de ofrecerle mis panes a sus mismos clientes o les hacen degustaciones y así se van vendiendo solos".

Y al tratarse de caseros que ya conoce desde hace años, también los complace con recetas especiales, como los pedidos de los "mañosos" que excluyen las frutas confitadas y los quieren sólo con almendras y nueces, o sólo con almendras u otras opciones.

"Son pocos los que me piden ingredientes especiales, pero siempre les tengo la opción. Es que he conocido muchas personas que antes no se comían la fruta y cuando han probado este pan de pascua terminan comiéndose hasta la última miga", revela.

hijos

A punta de esfuerzos, Carmen ha logrado sacar adelante a sus dos hijos quienes estudian carreras universitarias.

Francisco Javier, de 29 años es un flamante ingeniero en Alimentos, recién egresado que comenzó su práctica hace pocos días.

Javiera de 20 años estudia Fonoaudiología la Universidad de Valparaíso. Es exalumna del Colegio Gabriela Mistral de Llolleo y según su madre salió muy buena para los estudios al igual que su hijo mayor. "Ellos cumplen con estudiar y yo cumplo con mi trabajo, tratando de aportar con lo que más puedo. Siempre me han visto trabajar mucho y están conscientes de que nada es fácil en la vida", comenta.

"La Javi es la única ayuda que tengo algunos fines de semana. Por eso no me puedo comprometer en hacer grandes cantidades, ni de panes de pascua, ni de pasteles de choclo o humitas en el verano, porque sólo hago lo que puedo hacer".

la receta

Atención. A los que quieran descubrir el secreto de una receta tan cotizada, pongan mucho ojo.

Las indicaciones de Carmencita detallan que se debe comenzar uniendo el azúcar con la margarina o mantequilla, luego se agregan los huevos y se va mezclando con una cuchara de palo. "Camilo hacía todo con sus manos, pero yo prefiero la cuchara", enfatiza.

Continuando se comienza a introducir pausadamente la harina, luego el coñac, la cocción de clavo de olor, canela, chancaca y las esencias para finalizar con las frutas, las nueces, las almendras... y ¡al horno!.

Sin querer revelar el gran secreto de su éxito, Carmen omite algunos detalles, pero destaca que "siempre me quedan iguales, porque hago todo medido y pesado. Los que hago con frutas los peso de 900 gramos y el de almendras y nueces lo hago de 800 gramos, porque como es más liviano sube más".

Antes de echarlos a los moldes y sellar el último paso de la cocción, ella se encarga de darles uniformidad a sus creaciones.

"El que hago con nueces y almendras siempre me lo han encontrado barato, porque en el mercado no lo encuentran por menos de 5 mil pesos y yo los ofrezco a $3.500, el mismo precio del que tiene fruta", comenta.

Habiendo degustado el delicioso pan de pascua, asalta la inquietud de compartir este "manjar de los dioses".

Y aunque Carmencita es muy cauta recalcando que "no puede elaborar más de 50 unidades de pan de pascua a la semana", está dispuesta, dentro de sus posibilidades, a recibir pedidos nuevos al celular: 79654529.

Cabe reiterar que esta esforzada mujer mezcla uno por uno todos los ingredientes sin utilizar maquinarias, ni herramientas sofisticadas. "El trabajo se hace a mano y lo hago yo sola, porque me aseguro de que cada cosa sea de la mejor calidad", resume.

"Los panes de Chez Camilo eran espectaculares. A su restaurante llegaban personas de todo Chile a pedirlos". Carmen Chacón Emprendedora

Registra visita