Uno de los desafíos más grandes para una madre es la decisión de volver a trabajar después de la licencia postnatal.

Si esto es difícil en condiciones normales, cuando el bebé está sano, el sacrificio se hace mayor cuando la criatura está enferma y el apego con su madre aumenta en forma considerable.

Esta es la realidad que vivió en su primer día de trabajo Jenny Arévalo, una mujer de 43 años que desde hace ocho meses permanecía junto a su hija Katyuska que nació con serios problemas de salud.

Manteniendo su oficio de limpieza en las calles de Llolleo, Jenny ya es madre de otros tres hijos de 19,16 y 15 años, pero la realidad con esta pequeña ha transformado su vida.

La bebé a la que bautizaron con el nombre de Katyuska del Pilar Alarcón Arévalo nació padeciendo el síndrome de Dandy-Walker, el síndrome de Turner y más encima sus riñones los desarrolló pegados en un sólo lado de su cuerpo.

"La niña con esto no va a poder crecer bien, va a ser siempre chiquitita, sus huesitos se le pueden arquear y necesita mucho más atenciones que un niño normal", comenta Jenny, su madre.

Durante esta última semana Jenny comenzó a prepararse para volver al trabajo y dejar a su hija con una vecina en la Villa Génesis de Bellavista, donde viven.

Desde las 7.30 horas ella deja a Katyuska y sale a trabajar, para volver a su casa cerca de las siete de la tarde.

"Voy a tener que organizarme bien no más para seguir con los exámenes de mi guagua y con los tratamientos en la Teletón. Con fe no más, porque igual creo que va a salir adelante", declaró.

El primer día de trabajo de Jenny se hizo eterno y la sensibilidad de esta madre al enterarse que su hija había llorado mucho en su ausencia es abrumadora. "Me gustaría quedarme a cuidarla, pero no tengo otra opción para salir adelante", señaló.

Andador

Preocupada por el desarrollo de su hija, Jenny escribió a las Cartas del Viejito Pascuero de Diario El Líder. En la misiva, solicitaba un andador para esta navidad. "Mi idea es que le pueda hacer llegar un andador para que mi hija ejercite sus piernas de vez en cuando y pueda afirmarse", dijo la madre.

"Yo la veo como una bebé normal, no se le nota nada, pero más adelante puede presentar daños sicomotores", agregó.

El síndrome de Dandy-Walker es una deformidad cerebral que se localiza en el cerebelo y muestra también la presencia de quistes en la parte inferior de éste. En tanto, el síndrome Turner, es una enfermedad genética caracterizada por la presencia de un solo cromosoma X.

Lo insólito es que la carencia de cualquier otro cromosoma en la especie humana es letal.

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