El caso de los 35 alumnos del Gabriela Mistral que se quedaron sin su gira de estudios, ayer tuvo otro capítulo, pues el dueño de la agencia que debía llevarlos a Brasil fue detenido por la Policía de Investigaciones por estafa.

Durante la mañana de ayer pasó de todo para los estudiantes de tercero medio y para sus apoderados: detuvieron a dos hombres, llegaron hasta el tribunal para protestar, no los dejaron entrar a la audiencia de formalización y finalmente los dos sujetos quedaron en libertad.

Vamos por parte. La tarde del martes pasado la Policía de Investigaciones detuvo en la prefectura de San Antonio al argentino Gerardo Óscar Pereyra, luego de que se presentara con su abogado en el cuartel de calle 21 de Mayo.

Luego, la mañana de ayer fue arrestado el representante legal de la agencia Turismo Pereyra, Jonathan Pereyra, hijo de Gerardo.

El dueño de la empresa fue trasladado ayer desde la PDI hasta el tribunal. Insólitamente el empresario turístico salió del cuartel policial sonriendo y se limitó a pedir "disculpas a los alumnos".

"Se detuvo a este hombre por una diligencia tras una denuncia por un viaje de fin de año que no se efectuó y por ello (los apoderados) se sentían estafados. Se estableció que estas personas tenían intención de abandonar el país y por ello se coordinó con el Juzgado de Garantía que se emitiera una orden de detención", detalló el jefe de la Brigada de Delitos Económicos (Bridec), Daniel Medina.

Cuando Pereyra llegó al Tribunal de Garantía, los alumnos de tercero medio del Gabriela Mistral y sus padres estaban instalados para protestar y no dudaron en gritarle "devuélvenos la plata" apenas lo vieron.

En el lugar exhibieron pancartas para exigir que la agencia de turismo les regrese los 14 millones de pesos en dinero en efectivo que la agencia de turismo mantiene en su poder.

"Nosotros no nos vamos a rendir hasta que tengamos el dinero, él no se puede quedar con nuestros ahorros y esfuerzo", expresó la presidenta del centro de padres, Carolina Navea.

Debido a la manifestación el magistrado sólo autorizó el ingresó de Navea a la audiencia de formalización de Gerardo y Jonathan Pereyra, lo que provocó molestia entre los apoderados.

Formalización

La fiscalía expuso ante el magistrado que el dueño y el representante legal habrían cometido estafa en contra de 35 alumnos y una profesora del Gabriela Mistral y que pretendían salir del país. Por ello el fiscal Álvaro Mancilla solicitó la medida de prisión preventiva y arraigo nacional para Gerardo y firma semanal y prohibición de dejar el país para su hijo Jonathan.

Tras la formalización, el juez ordenó la libertad de ambos, aunque quedaron con arraigo nacional y firma semanal en Carabineros.

"Está dentro de lo que esperábamos, ahora vamos por la demanda civil contra ellos por no cumplir con la gira de estudios a Brasil y para que nos devuelvan nuestro dinero ", explicó Carolina Navea.

Antes de dejar el tribunal Gerardo Pereyra y Jonathan Pereyra hablaron con la prensa. "No podemos entregar el dinero en este minuto. La empresa no suspendió el viaje, lo postergué (...) y mi hijo no tiene nada que ver. (...) Está bien que se quieran ir de gira, pero yo por problemas de salud no pude cumplir con la fecha porque estoy con licencia médica. Jamás dejé de dar la cara, son ellos (apoderados) los que están apagando el fuego con bencina", expresó Gerardo. Por su parte el abogado de la empresa, Hernán González, aclaró que Jonathan no tiene verdadera relación con la agencia.

Se defendió

Alumnos: nos quitó nuestro sueño

Los alumnos que llegaron ayer hasta el tribunal coincidían en que la suspensión del viaje les había arrebatado el sueño de su gira de estudios. "Nos arruinaron un sueño, nosotros estábamos ilusionados y él (Pereyra) dos veces nos dejó con las maletas hechas. Hay familias que se endeudaron para viajar. Queremos que nos devuelva el dinero para ir de gira", dijo la alumna Camila Allendes.

Los estudiantes dejaron claro que luego de esto no quieren realizar el viaje con Turismo Pereyra, pues desean que les regresen el dinero que cancelaron. "Queremos que nos entregue la plata", le gritaron a Pereyra cuando quedó en libertad.

Desilusión