Continúa drama de madre y sus hijas: aún no tienen dónde vivir
Guillermina Ogaz busca un lugar para vivir con sus hijas. "Mucha gente nos ofreció ayuda, pero al final sólo jugaron con nuestras ilusiones".
Al otro día de que fuera publicada en diario El Líder la historia de Guillermina Ogaz y sus tres hijas, Schristnna, Astrid y la pequeña Mayte, de tan sólo dos meses de vida, muchas personas se acercaron a ellas para ofrecerles su ayuda.
Pero también hubo quienes se quisieron aprovechar de la situación jugando con las ilusiones de esta humilde familia de Bellavista, que actualmente se encuentra atravesando por una dramática situación al no tener dónde vivir.
"Un caballero me llamó para decirme que él estaba solo y que necesitaba una mujer así que podíamos irnos a su casa cuando quisiéramos", relató la joven madre.
"La verdad es que yo no sé qué se le pasó por la cabeza a este señor. Quería que yo estuviera con él a cambio de que me dejara quedarme en su casa con mis hijas. Me dio harta pena porque al final esto se prestó para malos entendidos".
Según Guillermina, a los pocos días, una señora la llamó para ofrecerle un departamento en Bellavista. No tenía ni agua ni luz, pero eso no era un problema para esta joven madre.
"Me dijo que podía irme para allá porque su hijo no lo ocupaba, pero que debía preguntarle primero para no tener problemas con él. Después fui a su casa para saber qué pasaba y tampoco me dio una respuesta porque según ella no había hablado con él todavía".
"Al final después me dijo que parece que su hijo no me iba a prestar el departamento porque tenía un problema así que no la quise molestar más y esa fue la última vez que vi a la señora. Sé que ella quería ayudarme, pero al final tampoco paso nada".
desilusión
Desafortunadamente esta no sería la última desilusión por la cual tendría que atravesar esta mujer y sus hijas, luego que un matrimonio se acercara para ofrecerles ayuda.
"Llegó un matrimonio para decirnos que tenían una parcela en San Enrique y que podíamos irnos para allá. Nos llevaron a ver el lugar donde supuestamente íbamos a vivir, almorzamos con ellos, lo pasamos muy bien ese día. Fueron muy cariñosos con nosotras y mis hijas quedaron bien contentas porque iban a tener harto espacio para jugar. Es cierto que era lejos, pero finalmente tendríamos un lugar dónde vivir sin molestar a nadie".
"Se supone que el 4 de enero yo me iba a cambiar y un día antes me llamó el señor para decirme que no me iba a poder ayudar. Le pregunté por qué y me respondió "porque no nomás" y me cortó. Me dio harta pena porque jugaron con nosotros. Mis hijas estaban felices y al final no pasó nada y ahora estoy en la misma situación, sin tener dónde ir".
"Mucha gente nos ofreció ayuda, pero al final sólo jugaron con nuestras ilusiones".
esperanzas
Guillermina no pierde las esperanzas de encontrar un lugar donde pueda estar con sus tres hijas, pero sabe que tiene los días contados, porque el pasado 2 de enero debía entregar la pieza que usa.
"Yo me tenía que ir el 2 de enero, pero como no he encontrado nada, sigo aquí. Por ahora no quiero seguir incomodando a nadie por eso mi hijas mayores están en casa de un familiar y de una amiga, pero la más chiquitita sigue conmigo".
"El problema es que tampoco puedo trabajar porque no tengo con quién dejar a la Mayte. Más encima, con todos los nervios y malos ratos que he pasado, no sé qué pasó con mi leche y ahora mi hija debe tomar Nam y al final significa otro gasto más y el papá de la Mayte tampoco gana mucho", cuenta con amargura.
"Fui a la municipalidad, pero me dijeron que no podían ayudarme. También me ofrecieron una mediagua, pero no tengo dónde ponerla. Tampoco puedo optar a un beneficio porque no puedo renovar mi Ficha de Protección Social ya que la dueña de la casa también tiene una, y como ella nos da la comida y alojamiento, la encuesta se la deben hacer a ella y no a mí. La asistente me dijo que no podían hacer dos fichas a una misma dirección".
De igual forma, Guillermina está muy agradecida de toda la ayuda que ha recibido para sus pequeñas hijas.
"Después de la nota mucha gente llegó a mi casa para ayudarnos. A mis hijas les trajeron hartos regalos y para Navidad nos regalaron una cena".
"Un día un caballero que apenas tenía vino a dejarme plata. Me dio tanta pena porque con lo poco que tenía él igual quería ayudarme. Al final le dije que no porque sería un abuso".
"Un caballero me llamó para decirme que él estaba solo y que necesitaba una mujer" Guillermina Ogaz, necesita un hogar
El domingo 22 de diciembre se dio a conocer la historia de Guillermina Ogaz y sus hijas Astrid, Mayte y Schristnna, luego que esta última enviara una carta a la sección "Cartas al Viejito Pascuero" de diario El Líder, en donde en vez de pedir juguetes o ropa, quería un lugar donde poder vivir.
Las personas interesadas en colaborar con esta familia pueden comunicarse con Guillermina al teléfono celular 83286594.
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