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Dura realidad: perros vagos se comen a las crías de pura hambre

Muchos de ellos son abandonados por sus mismos dueños que van a botarlos sin remordimiento al Parque Dyr.
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Juan Quiroz trabaja en una vulcanización que se ubica en el corazón de la avenida La Playa.

Durante toda su estadía en este lugar ha visto como la población Juan Aspeé ha sufrido profundos cambios, muchos de los cuales han provocado el enfado y enojo de los vecinos.

Los ruidos de los camiones que pasan a toda hora del día, la enorme y molestosa polvoreda que se provoca por este mismo flujo interminable, además de problemas cotidianos como el siguiente que a continuación relata una vecina: "Le sacaron la tapa a un grifo, y comenzó a correr el agua por toda la avenida La Playa. Esto era un barrial, no se podía caminar ni pasar en autos, y nos complicó mucho a todos los vecinos. Cosas como esas son las que nos molestan, ya que sentimos que nos tienen un poco de lado, y lo único que nos queda a algunos es ver la posibilidad de vender las propiedades".

vida de perros

De todos los problemas con los que tienen que lidiar día a día los juanaspinos, hay uno que a Juan Quiroz le parte el alma y el corazón.

Los innumerables perros vagos que sobreviven en el lugar se han visto tan faltos de comida, al no tener dueños que los alimenten, que se han visto en la obligación de recurrir a una práctica macabra: comerse a las propias crías de las perras que han parido recientemente.

"Yo mismo he tenido que enterrar las crías muertas, ya que los perros se las comen por el hambre con la que andan", afirma Juan Quiroz.

Incluso, personalmente ha tenido que salvar a varias crías que han estado en la línea de fuego entre la vida o ser devorados sin culpa alguna por los de su misma especie.

al acecho

Es media tarde en el sector de la avenida La Playa, y cerca de cinco perros transitan sin rumbo, dándose bastantes vueltas en el interior Parque Dyr, claramente en una actitud al acecho esperando por algún trozo de comida que pueda ser devorado.

"Lo que pasa es que muchas personas vienen a botar a los perros que ya no quieren en sus casas al Parque Dyr, y por eso que la población canina ha ido en aumento. Esto hace que a la vez se pongan más violentos entre ellos, ya que no tienen qué comer, y anden todo el día peleando entre ellos", agrega Juan Quiroz.

El vulcanizador comenta que aparte de tener que salvar a perros que no tienen dueño, mantienen un especial cuidado para sus canes regalones, los que ellos sí cuidan, a diferencia de los dueños que van a botar a los animales al Parque Dyr sin ningún tipo de remordimiento.

"El Marrochino, el Rucio y la regalona, que es la Shakira, viven acá con nosotros desde hace muchos años, y los cuidamos, además de darles comidas y tenerles un espacio para que duerman en las noches", afirma don Juan.

"no hay ni playa"

No hay duda que tal como la "vida de perros" que tienen que vivir los canes que pululan por la población Juan Aspeé, los vecinos sienten que a esta altura están viviendo algo parecido.

"Si ni siquiera nos dejaron playa para disfrutar en el verano. De un ciento por ciento de la gente, no me cabe duda que el 99 por ciento desea vender sus propiedades, y empezar una nueva vida más tranquila", afirma una vecina de la Juan Aspeé.

"Yo mismo he tenido que enterrar a las crías muertas, ya que los perros se las comen por el hambre con la que andan". Juan Quiroz, vulcanizador en avenida La Playa.

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