Chupete Suazo sufre grave lesión y sólo un milagro lo haría llegar al Mundial
El goleador explotó frente a la prensa. Desde el club Monterrey confirman que se operará cuanto antes y que está en paz.
Apenas le examinaron el hombro izquierdo, Chupete salió del campo de entrenamientos de Monterrey y un periodista le cuestionó sus lesiones. Otro periodista le incrustó un micrófono en la mandíbula. Y otros, sonriendo, esperaron una primicia. Suazo, ya confirmada la urgencia por operarlo, y quizás en un peak de estrés, se puso a hablar en idioma mexicano.
-¡Váyanse a la verga todos!- Y se retiró ahorrándose los chilenismos.
Alfredo Ramírez, periodista deportivo del diario El Norte de Monterrey, comenta que el insulto no asustó a la prensa. Nadie se ofuscó. Fue un lapsus de rabia, acota, pues la lesión lo deja fuera cuatro meses. Y lo deja definitivamente fuera del torneo de Clausura de México y probablemente del Mundial de Brasil. Por eso, digamos, mandó a la verga a los que se le cruzaron. "Un acto menor dadas las circunstancias", lo comprende Ramírez.
-¿Lo vio fuera de sí, Ramírez?
-No, señor, al contrario, lo vi muy metido para adentro.
El entrenador del Monterrey, José Guadalupe Cruz, debió salir a expresar su tristeza en una conferencia: "Perdemos un líder", dijo, desesperado. "Un líder para todos, no sólo para los jóvenes. Perdemos al jugador más importante del equipo. A punto de cumplir 34 años, Chupete estaba corriendo más que los chavos", agregó.
En la paz
El club Monterrey emitió un comunicado: hay que operar, sentencia. Se ha seleccionado a un especialista, el doctor Edgar Salazar Chavira, una autoridad en hombros, para que ejecute la operación. "Hola, ¿Centro Médico Christus Muguerza?", llamamos velozmente. "Diga", respondió la recepcionista. "Comuníqueme con el doctor Edgar, por favor. Llamo desde Chile. Prensa". La mujer carraspeó: "Edgar no está. Y no quiere hablar de fútbol. El señor Suazo será operado pronto", dijo. "¿Es grave, señora?". "Si Edgar pide operación urgente…sí, es grave, mi señor", y colgó.
Ahora responde al teléfono Emilio Herrera, funcionario del club Monterrey: "Sólo le diré una cosa, amigo chileno…". Y uno espera impaciente una frase iluminada. "Amigo, son cosas del fútbol", lanza, orgulloso, Herrera.
Herrera, dígame, ¿Chupete está en el suelo?, preguntamos. "Para nada. Es un hombre fuerte", revela el funcionario. ¿Lo ha visto? "Claro. ¿Sabe, amigo? Lo vi hace un tantito. Y creo que descansará en paz", confiesa. ¿Chupete morirá? "No, no, no. Me refiero a que tendrá un reposo tranquilo", aclara. ¿Lo ve bien? "Chupete está en paz", culmina Emilio Herrera.
Si bien, desde el club Monterrey, amenazan que Suazo puede volver antes de los cuatro meses o que no demorará en ponerse en plena forma, lo cierto es que Humberto Suazo parece un jugador condenado a la frustración. Su eterno hombro fallado le podría arruinar otro mundial. El Mundial de Sudáfrica ya lo jugó con dolores y no rindió. Ahora sólo resta esperar un milagro; Chupete lo merece.
