Viviendo en entrepiernas yo soy feliz
es una localidad ubicada en la octava región que se llena de turistas en el verano. una vecina cuenta lo que significa habitar el pueblo más excitante de chile.
Mi nombre es Mirtha Ferreira, soy un señora normal, casada, de su casa, que pasa mucho rato en la cocina o haciendo labores domésticas.
Pero lo que ha hecho mi vida más rara es que vivo en una parte inusual.
Yo vivo en Entrepiernas.
Suena terrible, lo sé, pero es un lugar como cualquier otro. Un lugar que sólo tiene un nombre distinto y que en el verano se pone de moda.
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Entrepiernas es una hermosa localidad chilena, ubicada en la Octava Región, cerca de Quilleco.
Vivir en Entrepiernas es un agrado, se caracteriza por la tranquilidad en todos sus ámbitos. Lo más malo es que a veces llega mucho humo.
Si hay incendios, inmediatamente el calor se traslada a Entrepiernas. Hay gente que piensa que es lo lógico. Que el calor tiene que estar en un pueblo con ese tipo de nombre.
Acá todo es muy seco. Yo le digo eso a la gente de otras comunas y todos dicen, en chiste degenerado:
-Pero como dice que Entrepiernas es una zona seca.
-¿Qué tiene?- les digo yo.
-Entrepiernas no debe estar seca nunca, jajaja- dicen los sucios de por acá.
Yo me río no más.
¿Y qué quiere que haga?
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La gente molesta mucho con que una viva en Entrepiernas. La verdad es que aquí vivimos como mil quinientas personas, familias sensatas, normales, y no hacemos chistes degenerados.
Mi pueblo lo que necesita es agua.
Hago el llamado:
Ayude a Entrepiernes y consigamos agua.
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Cuando hago trámites, cuando tengo que salir de acá, donde estoy rodeada de vecinos y amigos, ahí se da para las tallas.
Por ejemplo, si voy a la Municipalidad de Quilleco a hacer trámites y me preguntan la dirección. Yo trato de que pase rápido.
-Dirección, señora.
-Entrepiernas, digo yo.
Y el señor suele levantar la cabeza, muy serio, como si yo lo estuviera tomando para el leseo.
Hay días que son muy duros en Entrepiernas.
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Hay mucho bosque en Entrepiernas.
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Suena raro como digo las cosas.
Pero no hay otra forma de decirlo.
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El pueblo recibe muchas visitas en el verano. Es un lugar bonito, ideal para hacer paseos. Vienen un montón de turistas. Generalmente de Concepción.
Yo los veo en sus autos, desesperados, preguntando en cualquier esquina:
-No se asuste, señora, pero ¿dónde está Entrepiernas?
Lo raro es que yo les tengo que decir:;
-Entrepiernas está aquí, señor-
Y la gente se pone nerviosa y se pone a reír. Yo jamás diría algo con morbosidad. Para mí vivir en Entrepiernas es como vivir en, no sé, Teno.
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Me gustaba más antes. En otro tiempo el pueblo se llamaba Entrepiedras. Y ahí no se pasaban situaciones de vergüenza.
Pero varios vecinos empezaron a decirlo en chiste: Entrepiernas. Y pegó la cuestión.
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Yo sólo pido que no se olviden de nosotros. Y que ojalá nos ayuden a tener agua.
Queremos vivir muy felices en este hermoso pueblo de nombre divertido. Que viva Entrepiernas.