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Joven paramédico quiere rehacer su vida tras un violento choque en ambulancia

Accidente que ocurrió hace dos años la dejó con parálisis facial.
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María José Pontigo (26) sonríe poco. Se sacó los lentes para la foto, pero sólo capturamos su lado derecho. ¿El motivo? Una parálisis facial en su lado izquierdo que hace que su ojo esté más hundido, junto con las cicatrices que le recuerdan aquel triste 14 de febrero de 2012.

Como técnico obstetra, venía devuelta de un traslado en una ambulancia del hospital cuando ésta impactó con otro vehículo. Su pierna quedó atrapada y gran parte del impacto lo recibió en su cara. A dos años del accidente y con siete cirugías en el cuerpo y otra aún en agenda, demandó pidiendo una indemnización al Hospital Claudio Vicuña, su empleador. "No busco responsables, busco que se hagan cargo de lo que pasó", dice María José.

Si bien es cierto el accidente que sufrió Pontigo es laboral y por ello todos los gastos que ha tenido hasta ahora están cubiertos por su mutualidad, ella explica que la indemnización la pide más por un tema estético.

"La Mutual va a llegar hasta un cierto punto, pero todo lo estético y reparador tiene que ser por mi costo y tengo que verlo aparte. Ellos se encargan de la parte funcional y para una mujer y joven más encima lo estético también es importante", explica María José.

Esta semana es la primera audiencia que tendrá María José con su empleador y donde espera ir teniendo resultados favorables: "En la demanda se pide una indemnización por daño moral y por los perjuicios sobrevenidos a raíz del accidente, las intervenciones estéticas son de un costo demasiado elevado y escapan a sus posibilidades", comenta Mario Rojas, su abogado. Y agrega: "Es importante destacar que a pesar de los cambios de dirección del Hospital, María José se ha visto apoyada por ellos en términos laborales".

LA RUTINA

María José Pontigo es hija de Rosa Jeria, quien cada Teletón organiza un show en Llolleo para recaudar fondos para los niños con capacidades diferentes. Ese mismo ímpetu de solidaridad y alegría tenía María José: cantaba en los shows, jugaba fútbol con sus compañeras de trabajo, hasta hacía manualidades. Hoy su rutina se ha limitado a ir a controles y terapias.

En noviembre esta técnico obstetra volvió a trabajar, pero según cuenta no se sintió bien y debió seguir con una licencia que termina en pocos días más. Actualmente está con un equipo multidisciplinario de médicos entre los que hay un neurocirujano, un maxilofacial, traumatólogos, psiquiatra, psicólogo, neurólogo y un fisiatra.

"Este accidente me cortó las alas, yo era trabajólica al 1000%, no pasaba en la casa. Llevo dos años sin hacer nada, me cambió la vida, estoy de manos atadas, no puedo hacer nada. Ni siquiera me dan ganas de hacer manualidades que era un pasatiempo que disfrutaba mucho", comenta María José.

Y es que si antes un día normal de María José se centraba en trabajar y pensar en el bienestar de sus pacientes, hoy ella es la paciente y pasa el día en su casa. "En un día normal no hago nada. Cuando hago cosas es para levantarme e ir a la Mutual, pegarme el pique a Santiago y volver. De repente me quedo allá, pero esa es mi rutina", comenta acongojada.

De sus planes a futuro ni hablar: "Han sido dos años perdidos, yo tenía planes de formar familia, de ser mamá y se han visto truncados por todo esto. También quería seguir estudiando una carrera profesional y tampoco pude", explica. Y agrega: "He sufrido emocional y físicamente por parejo. Es como un luto, yo perdí mi cara. Mi mamá y mi familia perdieron a una persona. Ahora soy totalmente diferente: más seria, más enojona, todo cambió".

María José sabe que debido a las secuelas y remedios que tendrá que tomar para siempre, su vida nunca volverá a ser la misma. Sin embargo, con la compensación económica que busca, pretende al menos, acercarse lo que más pueda a lo que era antes: una joven con vitalidad, que puede trabajar y que pudo ganarle la batalla a la vida.

Con respecto a la demanda de la que son parte, el Hospital Claudio Vicuña en la persona de su director Claudio Fernández, indicó que "respecto a la situación de María José Pontigo puedo señalar que es un caso que está en manos de la justicia y como tal no puedo referirme hasta que se dicte resolución". Y agregó: "Sin embargo, puedo señalar que el establecimiento ha puesto a su disposición todos los medios que están a nuestro alcance para su rehabilitación, además, que su tratamiento está inserto en la Ley 16.744 de accidentes laborales y enfermedades profesionales".

El hospital

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