Salvavidas de Cartagena revivieron a niño que se ahogó en la Playa Grande
Al salir del agua, el menor de 10 años no tenía signos vitales. Rescatistas dicen que necesitan con urgencia un equipo para hacer reanimaciones en la playa.
"Ese niño estaba clínicamente muerto", dice el salvavidas Rodolfo Escanilla sobre el caso de J.C.M. (10), quien la tarde del domingo protagonizó una emergencia que conmocionó a las miles de personas que atiborraron la Playa Grande de Cartagena.
Cerca de las 19.30 horas un turista que se bañaba en el lugar sintió que algo había chocado con sus rodillas. Al mirar hacia abajo constató que había un niño que flotaba inconsciente boca abajo.
El bañista lo sacó rápidamente y la gente empezó a gritar para que llamaran a los salvavidas. Hasta el lugar llegaron raudos tres rescatistas, quienes pidieron ayuda a Rodolfo Escanilla, quien cursa el cuarto año de kinesiología y maneja al dedillo las maniobras de reanimación.
En medio de los gritos de histeria y el llanto de algunas mujeres que se congregaron alrededor del niño, Escanilla constató que el negro panorama. "El menor no tenía signos vitales y estuvo clínicamente muerto durante ocho minutos. Botaba saliva y jugos gástricos por la boca", recuerda el salvavidas sobre aquellos dramáticos minutos.
"Entre todos los salvavidas que estábamos ahí le hicimos reanimación sin perder la esperanza de salvarlo" agrega Escanilla.
El niño provenía de la comuna de Lo Barnechea y estaba al cuidado de una tía, quien informó que su sobrino padecía de epilepsia, por lo que se cree que pudo haber sufrido un ataque mientras se bañaba en la Playa Grande.
A los pocos minutos el menor fue trasladado en ambulancia hasta el consultorio de Cartagena. "Yo me fui en la ambulancia haciéndole maniobras de reanimación todo el camino, hasta que entró al box de urgencia en el consultorio", relata el salvavidas cartagenino.
Escanilla se quedó expectante afuera de la sala, mientras el médico de turno y su equipo trataban de hacer lo imposible por salvar la vida del niño. "De pronto escuché que había reaccionado y que le habían monitoreado el primer pulso", señala.
A los pocos minutos el menor fue trasladado en estado de extrema gravedad hasta el hospital Claudio Vicuña de San Antonio. Ahí fue estabilizado y cerca de las 10.30 horas lo derivaron al hospital Carlos van Buren de Valparaíso, donde ingresó directamente a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Fuentes de la Gobernación Marítima de San Antonio informaron ayer que el pequeño turista había dejado la UCI y al término de esta edición se encontraba en la unidad de Observación. Su estado era estable dentro de su gravedad.
"Ese niño revivió gracias a la ayuda de los salvavidas que llegamos al lugar. Este caso demuestra la urgencia de contar con un desfibrilador automático (ver recuadro), que es un equipo especial para maniobras de reanimación", dice Escanilla.J
El desfibrilador automático es un único equipo que proporciona un apoyo completo en las maniobras de reanimación cardiopulmonar básica. Cuenta con un sistema de sensor en su parche para la frecuencia y profundidad de las compresiones, además de un sistema retroalimentado en tiempo real para que el reanimador pueda brindar una óptima y eficaz reanimación cardiopulmonar. Según Escanilla, el equipo tiene un costo cercano al millón de pesos.
El equipo que necesitan
