A un año de ser campeones
Jorge Jiménez cuenta en primera persona como vivió el título de la selección sub-17 en Nueva Imperial.
Me recuerdo como si la final hubiera sido ayer. Nos reunimos a las una de la madrugada del domingo 27 de enero todos los hinchas de la selección sub-17 de Cartagena en la plaza de Armas de la ciudad. Teníamos presupuestados viajar toda la noche y llegar hasta Nueva Imperial para ver la final de los muchachos. Como a las 8 de la mañana hicimos la primera parada para tomar desayuno a Panguipulli, y luego de eso nos fuimos directo hasta el estadio El Alto de Nueva Imperial.
Los días previos habían sido de mucha alegría, ya que el equipo supo ganar todos los partidos y llegábamos a la final invictos, por lo que no teníamos miedo de enfrentar a los locales. Recuerdo cuando llegamos al estadio, y habían más de dos mil personas que estaban muy entusiasmadas con la idea de ver a sus jugadores alzar la copa de campeón. Por eso que el partido de la final fue tan emocionante, ya que ganar de visita un título a la selección que es la dueña de casa es algo que no se da todos los días.
Tras el pitazo final, estuve varios minutos pidiéndole a Carabineros que me dejaran pasar a la cancha, ya que quería sentir la alegría del equipo dentro de la cancha. Cuando pude ingresar, fui a abrazar a los jugadores, al cuerpo técnico, a todos, ya que era un hecho histórico para el fútbol de Cartagena, el que todos sabemos es bastante sufrido, por lo que este tipo de victorias las celebramos como si fuera el título del mundo.
Uno de los chicos de la selección me regaló el jockey de la delegación, el que guardo hasta el día de hoy, al igual que todos los recortes de prensa de esa época, los que espero poder espantar y entregárselos como un documento histórico a la Asociación de Fútbol de Cartagena, para que no se pierda ningún elemento histórico sobre este título juvenil a nivel nacional.
La imagen que más tengo grabada es cuando veníamos de vuelta de Nueva Imperial, y en el cruce de Cartagena estaba lleno de autos y banderas de los hinchas que no habían podido viajar y nos estaban esperando para recibir a los muchachos como verdaderos héroes. Luego las celebraciones siguieron en la Plaza de Armas, donde toda la ciudad se juntó para gritar fuerte que la selección de Cartagena era campeón".
La bandera que Jorge Jiménez llevó hasta la final disputada el año pasado está llena de historias.
"La bandera de Cartagena tiene más de 21 años, y tiene más partidos que cualquier jugador de la zona", dice entre risas don Jorge, quien admite que "me ha acompañado en los momentos más importantes, y no podía faltar en aquella final donde la selección de Cartagena se consagró campeón a nivel nacional en sub-17. Ahora la guardaré de por vida, ya que tiene el privilegio de haber estado en el momento más importante de todo el fútbol cartagenino", comenta emocionado Jorge Jiménez, quizás el hincha más reconoció de la selección verde de la comuna de Cartagena.
Pura historia