José Luis Sardá Avello (36) es sano, deportista, trabajador y tenía su historial como conductor sin ningún incidente. Todo hasta que se cruzó con un bache.

Un maldito hoyo en la avenida Antonio Núñez de Fonseca, la que une San Antonio con Cartagena, provocó que perdiera el control del vehículo y que se precipitara a una zanja de 8 metros de profundidad.

El hecho ocurrió a las 00.30 horas del sábado recién pasado, cuando José Luis iba desde San Antonio hacia la comuna balneario. Al llegar al sector de Pelancura, justo frente al restorán Bello Horizonte, se encontró de lleno con tres hoyos en el pavimento, lo que provocó el accidente.

"Traté de controlar el vehículo, pero no pude y me salí de la calle. Antes de que me diera cuenta me caí dentro de una zanja. Mi pierna quedó atrapada y Bomberos me ayudó a salir del auto", relató desde su cama Sardá Avello, quien presenta varias contusiones de diversa consideración tras el accidente.

Cuando cayó a la zanja el vehículo se volcó, lo que provocó aún más lesiones al chofer. José Luis hoy está con el brazo inmovilizado debido a una fractura en el hombro y heridas en la clavícula y tórax.

"El cinturón de seguridad me salvó de que fuera un accidente fatal", reflexionó.

Cuando fue el accidente, el malogrado conductor y vecino de cerro Arena acababa de jugar un partido de fútbol. Iba de short y polera.

Apenas ocurrió el hecho Carabineros realizó la alcoholemia de rigor y esta fue contundente: no tenía ni un milígramo de alcohol en la sangre.

"Yo no bebo y tengo experiencia de años tras el volante. Este accidente tiene tres explicaciones: los baches en la calle, la poca luminaria que hay en el lugar y que por ahí corre una vertiente que vuelve el suelo resbaladizo. En todo caso si no fuera por los hoyos nunca me habría volcado", sentenció el herido.

José Luis llama a que las autoridades se preocupen de reparar el pavimento y no descarta comenzar acciones legales contra los responsables por el mal estado de la calle y por la falta de señalización pertinente.

José Luis Sardá, jugador del club Cóndor, explicó que la noche en que volcó no observó que hubiese alguna señalética que advirtiera que el camino se encuentra en mal estado. Diario El Líder fue al lugar y sí existen dos carteles con la advertencia, pero son pequeños, sin luminarias y sin pintura reflectante, por lo cual de noche son imperceptibles.

Señalética