Entre pañuelos blancos y aplausos fue despedida Doris Leiva, la Kournikova chilena
En medio de escenas de mucho dolor fueron despedidos ayer los restos de la bailarina sanantonina que murió en un accidente de tránsito.
"Quiero felicitarte por cómo te referiste a tu madre a través del diario. Ojalá todos los hijos se sintieran orgullosos de sus mamás, así como te sientes tú".
Esas fueron las palabras que una anónima sanantonina le entregó a Claudio Leiva a la salida de la parroquia de San Antonio, luego de la misa que se ofició ayer para despedir a su madre, Doris Leiva (37), "Candy Kournykoba", quien perdió la vida en un trágico accidente de tránsito ocurrido la madrugada del domingo en La Calera, después de realizar un show discotequero.
Y así como esta mujer fueron decenas las personas que ayer asistieron al último adiós de la bailarina sanantonina que se hizo conocida por su osado espectáculo con una raqueta de tenis.
sólo mujeres
Pasadas las 15 horas el cuerpo de Doris Magdalena Leiva Maulén salió, por última vez, de la casa de su padre, de avenida El Parque 010, en Puente Arévalo, para dirigirse hasta la parroquia San Antonio de Padua.
El carro de mano que portaba su féretro salió de la vivienda tirado sólo por mujeres vestidas de negro, entre las cuales estaba Noelia Arias, la Licenciada Tetarelli, quien trabajó varios años junto a Candy realizando diversos show a lo largo del país.
"La verdad es que ahora no quiero hablar", dijo escuetamente Noelia, quien estaba muy afectada con la partida de su amiga.
La caravana recorrió el centro de San Antonio hasta llegar a la iglesia donde muchas personas esperaban impacientes la llegada de la bailarina.
El diácono Luis Poblete, quien ofició la misa, agradeció a todos los presentes el apoyo entregado a la familia de Candy, en especial a sus tres hijos: Kevin, Claudio y Junior y a su pareja Rodrigo Pinto, quien estuvo todo el tiempo con la mirada fija en el ataúd donde descansaba el cuerpo de la que fue su pareja por catorce años.
"Si ella no hubiera sido como fue, una mujer cariñosa, amable y luchadora, ustedes jamás habrían estado aquí despidiéndola", señaló el diácono.
En medio de la misa, el diácono hizo alusión a lo buena madre que era Doris, recordando un episodio que la bailarina vivió hace unos días y que tiene relación con su hijo mayor Kevin, que actualmente vive en Estados Unidos.
"Como en Estados Unidos el clima no ha estado muy bueno, Doris, a pesar de que estamos en pleno verano, salió a comprar unas botas para enviárselas a Kevin para que no pasara frío. Siempre, a pesar de la distancia, estuvo preocupada de sus tres niños", señaló el diácono Poblete.
Asimismo, valoró las palabras entregadas por su hijo Claudio a diario El Líder, donde el joven aseguró sentirse orgullosísimo de su mamá.
"No hay que esconderse, al contrario, hay que decir lo que uno siente porque ahora muchos de ustedes quisieran decirle algo a Doris, pero ya es tarde. Por eso no sientan miedo a decir lo que sienten y a expresar su cariño por otras personas", recalcó Poblete.
emoción
Uno de los momentos más emotivos se vivió cuando Karen Echeverría, amiga de Candy, le dedicó unas sentidas palabras.
"Fuiste una gran mujer. Recuerdo nuestras largas conversaciones las cuales siempre terminaban con un chiste tuyo".
" Tuve el placer de compartir contigo y ser tu amiga. Sé que la próxima vez que estemos juntas en el paraíso tu estarás acompañada de tu madre y me recibirás con los brazos abiertos", agregó la joven, quien no pudo contener las lágrimas al momento de despedir a su amiga.
En tanto, su hijo, Claudio Leiva, de 17 años, también se refirió a su madre y al amor incondicional que sentía por ella.
"Jamás pensé que serías tan querida mamá. Mucha gente ha venido hoy (ayer) a despedirte".
"No te preocupes por nosotros porque estaremos bien y seremos fuerte como tú nos enseñaste. Ojalá que el tiempo pase luego para volver a estar contigo.Te amo más que nunca mamá y me siento muy afortunado de ser tu hijo. Mamá te amaré por siempre", señaló el joven.
Tras finalizar la misa, el féretro de Doris fue despedido con pañuelos blancos y fuertes aplausos.
Posteriormente, el carro de mano que portaba el féretro de la bailarina fue tirado por familiares y amigos hasta el cementerio parroquial de San Antonio, ubicado en la parte alta de la comuna.
Su pareja, Rodrigo Pinto, quien no había querido hablar durante la misa, decidió entregarle unas sentidas palabras de despedida a su mujer. Palabras que emocionaron a todos los presentes.
"Esta es nuestra última despedida. Podría estar todo el día hablando de lo maravillosa que fue esta mujer", señaló, mientras su voz se cortaba.
"Quiero agradecerte porque tu siempre me enseñaste a ser fuerte para seguir adelante. Estoy seguro que pronto me encontraré con ella. Gracias por todo, te amo y siempre te amaré".
Los restos de la querida bailarina Doris Leiva descansan al lado de su madre, Magdalena Maulén.
"Si ella no hubiera sido como fue, una mujer cariñosa, amable y luchadora, ustedes jamás habrían estado aquí despidiéndola".