La vida de calle y el dolor de los personajes de San Antonio
Alcoholismo e historias de calle que llegan en el verano y terminan quedándose en el puerto.
Todos los hemos visto y más de alguno les ha dado un par de monedas durante este verano.
En el semáforo de Pedro Montt con Barros Luco nunca pasan inadvertidos. Se ganan la vida haciendo piruetas, morisquetas, vendiendo flores, cuidando autos o simplemente macheteando.
El alcohol es el protagonista en las vidas de todos estos personajes que han optado por la calle como opción de vida. Precisamente este es uno de los factores que más molesta a los transeúntes que pasan por su lado, pues beben en la vía pública a vista y paciencia de todos.
"Leo" Retamales tiene 27 años y desde que fue apuñalado por un neonazi quedó con una discapacidad que cambió su vida. Una de las puñaladas le hizo perder el tendón de su pie izquierdo. El es de San Bernardo, pero todos los veranos se traslada a San Antonio donde presenta un espectáculo haciendo piruetas con su muleta y pide dinero a los automovilistas.
"En un rato, menos de dos horas me hago hasta diez lucas. Después me la tomo toda si poh, pero como ando faranduleando, tengo que pasarlo bien no más", comenta.
A su lado está Rony Hurtado, de 39 años. Se dedica a hacer flores de goma eva y las vende en forma ambulante.
Rony vive en la calle hace 25 años. Llega a San Antonio todos los veranos y se aloja donde puede. También tiene una trágica historia. En una de sus travesías callejeras recibió 14 puñaladas, lo que le significó una delicada operación al corazón. "A lo que termine el verano me voy al norte a la fiesta de La Tirana. Así después me voy a otra parte y me mantengo siempre viajando", cuenta Rony acerca de su vida en la calle.
"La calle es así. El otro día un loco me acusó de robar unos zapatos y me puse a pelear con él", comenta Rony justificando las magulladuras de su rostro y las evidentes marcas de un golpe en su ojo izquierdo.
escalera
Cruzando la calle, justo donde se estacionan vehículos a un costado del mall y de la ex estación de trenes, encontramos a un grupo de doce personas bebiendo y conversando. "Éramos más de veinte, pero se han muerto varios. Nosotros antes dormíamos en la escuela que demolieron, pero ahora dormimos en la playa piola", manifiesta Juan de la Rosa, alias "El Camello" (44).
"A nosotros nos prohibieron estar en la plaza, porque una amiga que murió hace poco, la Marcela, defecaba ahí mismo y como pasaba gente con niños, nos pidieron que nos pusiéramos acá en la escalera mejor. Y aquí no molestamos a nadie", agrega "El Camello".
"el litro de pan"
Mientras son entrevistados se manifiestan muy alegres y respetuosos, pero espontáneamente no dejan pasar la oportunidad de interrumpir el diálogo para dirigirse a los transeúntes: "¿Dama, me puede ayudar con unas monedas para un litro de pan?".
Highlander es otro de los integrantes de este grupo y cuenta que todos los días se reúnen en la escalera y en la playa de la caleta popularmente conocida como "Acapulco". "De todo este grupo siempre se retiran dos cuando se hace más tarde. Ellos se van para sus casas y todos los demás nos vamos para una choza que tenemos en la calle Arturo Prat a la vuelta. Eso sí que no tenemos techo, así que vamos a buscar cómo lo hacemos para el invierno con una carpa o algo así".
Las mujeres también se hacen presentes en el grupo de indigentes, pero en un número muy reducido. Hasta ayer figuraban sólo dos en el sector. "Yo tenía una amiga con ventaja en este grupo, pero la invitaron para el sur y se fue a carretear para allá, pero siempre llegan amigas a juntarse acá con nosotros", puntualiza Highlander.
Todos los personajes entrevistados dicen contar con una ficha que les permite atención asistencial y dicen haber sido visitados en alguna oportunidad por "tíos" de la municipalidad o el Hogar de Cristo y también coinciden en que tienen un problema con el alcohol y alguna depresión que no les permite salir de la situación de calle.
carabineros
carabineros
"Todos los individuos que se reúnen en ese sector han sido infraccionados por beber en la vía pública, pero el tribunal no ha emitido órdenes de aprehensión contra ellos", declaró el capitán de Carabineros Rodrigo Guzmán.
De acuerdo a lo señalado por Guzmán, en San Antonio no existen hogares que puedan contribuir a rehabilitar a estas personas, lo que complica aún más sacarlos de esa condición.
Las infracciones cursadas a estas personas nunca son canceladas, pero evidentemente no es un problema que afecte la tranquilidad de ellos.
"Yo no puedo dejar de tomar, porque cuando no tomo tengo alucinaciones y vienen los demonios a llevarme y eso no se lo doy a nadie", argumenta Manuel Meléndez (47) quien cuida autos frente al Banco Chile cuando se van los aparcadores autorizados.
"Hoy estamos generando un fortalecimiento de este programa (de calle), una innovación, de tal manera que este año 2014 se pueda generar un avance sustantivo en logros y resultados específicos; de poder sacar a la gente que vive en situación de calle y darle una condición mas digna. En eso indudablemente la sociedad, la familia y los propios involucrados son fundamentales para avanzar", indicó el alcalde de San Antonio Omar Vera Castro, quien destacó que la labor del programa ya se viene realizando durante diez años en la comuna.
Alcalde
"A lo que termine el verano me voy al norte a la fiesta de La Tirana. Así después me voy a otra parte y me mantengo siempre viajando" Rony Hurtado vive en la calle
Programa trabajará situación de calle
"Este año la idea de este programa es trabajar con los usuarios de acuerdo a recursos y potencialidades que ellos tienen; porque en un principio se trabajaba con un enfoque mirando las carencias y vulnerabilidad de ellos. Hoy día estamos mirando desde otro enfoque para que puedan salir de su situación de calle.", señaló Pedro Félix, encargado coordinador del Programa Calle de la Municipalidad.
Este equipo, perteneciente a la Dideco sanantonina, se dedica hace ya una década a apoyar a personas en situación de calle.
Municipio
"Yo no puedo dejar de tomar, porque cuando no tomo tengo alucinaciones y vienen los demonios a llevarme", Manuel Meléndez indigente
