El amor por los perros fue lo que traicionó a una pequeña niña de siete años, pues al acercarse para acariciar un can fue atacada por éste.

La menor de edad se encuentra hospitalizada en la Unidad de Pediatría del hospital Claudio Vicuña luego de sufrir el brutal ataque de un perro.

Hoy lunes Ignacia Valentina Acuña Abarca cumple cuatro días internada y presenta severas heridas en la frente, nariz y mejillas, lugares donde el perro clavó sus colmillos.

Según relató Emperatriz Sepúlveda, la abuela de la menor (quien queda a cargo de la niña), la tarde del jueves de la semana pasada le dio permiso a su nieta para que salieran a jugar con su hermano y su primo. Ahí se desató la tragedia.

La niña vive en un block del sector Holanda, en cerro Bellavista y el día del ataque fue a jugar a otro edificio de departamentos.

"Ella entró al block 931 y no sabía que en el patio común había un perro. El animal estaba amarrado afuera de una casa y mi nieta, sin saber, pasó cerca y le quiso hacer cariño. Entonces el perro se le abalanzó", explicó la abuela.

El can, que es un perdiguero, atacó a la niña en su cara y alcanzó a morderla en dos oportunidades.

"Mi nieta reaccionó bien porque con las manos se sacó al perro de encima y arrancó. Como el perro estaba amarrado no pudo seguir mordiéndola", explicó Emperatriz.

La pequeña corrió hasta su casa con la cara ensangrentada.

"Cuando la vi no lo podía creer. Tenía una gran herida desde la frente a la nariz, otra debajo del ojo y una más en la otra mejilla", dijo la mujer aún conmocionada.

Por recomendación del centro médico, la familia de la pequeña llegó hasta el block donde estaba el perro para preguntar si contaba con la vacuna antirrábica y descubrieron que ya no está ahí.

"El perro que mordió a mi nieta estaba en el patio común del block y eso no corresponde porque no está permitido. Además los perros que están siempre amarrados se estresan y atacan a las personas. Estuve preguntando y ese perro ya había mordido antes a vecinos", detalló Sepúlveda.

La pequeña se encuentra recuperándose de sus severas heridas y se estima que mañana podría ser dada de alta. "Ella (Ignacia) está optimista, pero no quiere hablar del perro", dijo la abuela de la alumna de segundo básico de la escuela Poeta Pablo Neruda de cerro El Carmen.

Los padres de la niña que fue mordida por un perro que estaba amarrado en un patio común harán una denuncia en contra del dueño del animal, ya que estiman que es ilegal que el can estuvieran amarrado en un lugar donde existe prohibición de tener animales. "Esto lo hacemos porque no queremos que se repita y que se cree conciencia sobre no dejar perros bravos donde transitan personas", dijo Emperatriz Sepúlveda, abuela de la menor afectada (en la foto).

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