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En Cantalao inauguraron ayer memorial en honor de Neruda

El presidente de la Cámara de Diputados, Edmundo Eluchans, encabezó ayer la ceremonia en que se descubrió la escultura "Mínima Catedral".
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"Cantalao" era uno de los proyectos más queridos de Pablo Neruda, una ciudadela donde se unieran artistas y científicos acompañados por el romper de las olas. Precisamente en este lugar, que hoy pertenece a la Fundación Pablo Neruda, se inauguró ayer memorial en su honor.

El monumento denominado "Mínima Catedral", en directa alusión a un poema de Neruda incluido en el Canto General, es obra del escultor Luis Prato Escárate y del arquitecto Ignacio Prieto Ilabaca, y se construyó al amparo de la Ley 19.871 del año 2003, dictada con el propósito de conmemorar el centésimo aniversario del natalicio del escritor.

Por mandato de dicha ley, una Comisión Especial tuvo por tarea ocuparse de este proyecto, integrada por el vicepresidente del Consejo de Monumentos Nacionales, el alcalde de la comuna de El Quisco y parlamentarios de la zona, entre ellos el actual presidente de la Cámara de Diputados, Edmundo Eluchans, quien se convirtió a lo largo de estos años en el principal impulsor de la iniciativa y fue uno de los oradores de la jornada.

"A veces el cumplimiento de nuestros deberes nos lleva a recorrer insospechados caminos. Debo confesar que hasta que fui convocado por mandato legal a esta tarea había leído algunos versos de Pablo Neruda, pero estaba, por cierto, muy lejos de ser un conocedor de su obra y su vida. Estos años me han enseñado lo necesario para estar contento y agradecido porque he ido conociendo y aprendiendo cada día más de un compatriota genial, que más allá de toda diferencia política, filosófica o religiosa, ha prestigiado y seguirá prestigiando a Chile", resaltó Edmundo Eluchans en su discurso.

La obra

"Mínima Catedral" está basada en el poema Mollusca Gongerina, de la obra Canto General del poeta. La escultura está compuesta por 15 piezas de acero que emergen en espiral incrementando su inclinación desde el nivel del terreno natural hasta alcanzar la vertical. De esta manera, conforma la huella construida por las caracolas que, según el propio poeta, fueron "lo mejor que coleccionó en su vida".

La obra está emplazada en Cantalao, un terreno de 4,3 hectáreas que el Premio Nobel adquirió en 1968 cautivado por el paisaje de rompientes de olas y vientos que surgen desde el océano y chocan con los acantilados cercanos a Isla Negra y Punta de Tralca. Actualmente el terreno es propiedad de la Fundación Pablo Neruda y se ha convertido en un parque ecológico abierto a los visitantes.

La construcción del memorial estuvo acogida a la Ley de Donaciones Culturales y contó con el apoyo del Gobierno de Chile, Banco Santander, Fundación CorpArtes, Compañía de Acero del Pacífico CAP, Antofagasta Minerals y Metalúrgica Almet.

"Al fin llegó este momento, soñado por todos los que hemos estado trabajando en el proyecto de instalar un memorial a Pablo Neruda", subrayó Edmundo Eluchans durante la ceremonia, en la que también intervinieron el ministro de Cultura, Roberto Ampuero, y el vicepresidente de la Fundación Pablo Neruda, Raúl Bulnes.

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